"Este maric¨®n..."
"Este maric¨®n... ¨¦ste es el problema... va a ganar la etapa... la va a ganar... ?Dios!". Jos¨¦ Miguel Ech¨¢varri elev¨® los pu?os al aire en se?al de derrota. Hab¨ªa vivido cariacontecido el final de la contrarreloj a trav¨¦s de una pantalla gigante. Durante largo rato respondi¨® a las preguntas de los entrevistadores algo cabizbajo, seguro de que Indur¨¢in no ganar¨ªa y de que Bretikink har¨ªa un gran tiempo en compa?¨ªa de LeMond. Un minuto despu¨¦s de haber efectuado tales expresiones, dirigidas evidentemente hacia el norteamericano Greg LeMond (¨¦l era el aludido), la pantalla. mostr¨® una clasificaci¨®n provisional que daba ganador a Indur¨¢in. Ech¨¢varri no tuvo ning¨²n problema en transportarse a un estado de euforia.Los tiempos parciales apuntaban irremisiblemente a Bretikink como ganador de la etapa. Sus ventajas respecto a Indur¨¢in llegaron a ser de hasta 30 segundos, y la imagen que de ¨¦l ofrec¨ªa la televisi¨®n no parec¨ªa enga?osa. 'F¨ªjate, va como una moto. Claro est¨¢. Se ha dedicado todo el a?o a esto", exclamaba impotente Ech¨¢varri, que analizaba as¨ª la actuaci¨®n de sus hombres: "Indur¨¢in ha estado a la altura de lo que esper¨¢bamos. La etapa era m¨¢s favorable a sus condiciones que a las de Delgado".
Los minutos pasaban y Bretikink segu¨ªa irresistible. 'Lo bonito hubiera sido que Indur¨¢in ganase la etapa. Eso me permit¨ªa jugar con dos bazas mucho mejor cara a los Pirineos". As¨ª se mostraba Ech¨¢varri, convencido de que la monta?a "va a deparar m¨¢s sorpresas de las esperadas".
La ¨²ltima referencia
La ¨²ltima referencia marc¨® una diferencia menor entre Indur¨¢in y Bretikink, 20 segundos. Pero faltaban siete kil¨®metros. Poca cosa. Inesperadamente, el comentarista de televisi¨®n advirti¨® que entre Breukink y LeMond s¨®lo hab¨ªa cinco segundos de diferencia. Quedaban tres kil¨®metros para la meta. "?Eusebio!, Eusebio!". Ech¨¢varri buscaba la cara de su segundo, Eusebio Unz¨²e. "Una de dos, o se ha hundido Bretikink o va muy bien LeMond". Francis Lafargue, el relaciones p¨²blicas de Banesto, lleg¨® corriendo: "?Est¨¢ aqu¨ª la cam¨ªseta de Indur¨¢in?". Indur¨¢in esperaba en un autom¨®vil vestido informalmente. Hab¨ªa que colocarle un maillot para el protocolo.
Las c¨¢maras parecieron guiadas por Ech¨¢varri y mostraron al corredor holand¨¦s en dificultades y al americano luchando por la victoria. A ciencia cierta era dificil saber qui¨¦n ganar¨ªa la etapa. "Ese no gana hoy", exclam¨® Ech¨¢varri dirigi¨¦ndose a Breukink. Fue la sobreimpresi¨®n del tiempo la que produjo el equ¨ªvoco, porque le daba mejor crono al norteamericano del real. Ech¨¢varri expl¨ªcito durante los ¨²ltimos metros del norteamericano: "Este maric¨®n... ¨¦ste es el problema".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.