"El diablo no sabe derecho penal"
Por el mundo le dicen "el crimin¨®logo n¨²mero uno". El ¨²ltimo libro homenaje a este se?or que se ba?a 365 d¨ªas al a?o en la Concha es Criminolog¨ªa y derecho penal al servicio de la persona, un derroche de 1.254 p¨¢ginas. Manu Leguineche, por amor, le dice "feo". La Universidad del Pa¨ªs Vasco y la de la Sorbona acaban de presentar Ignacio de Loyola Magister Artium en Par¨ªs, escrito por especialistas no jesuitas del mundo, editado por la Caja Jipuzcoa San Sebasti¨¢n y dirigido por Julio Caro Baroja y ¨¦l. Es autor de 25 libros y jesuita.Pregunta. ?El s¨ªmbolo de fin de siglo?
Respuesta. Ser¨¢n un Concilio Vaticano III que permita ser sacerdote a la mujer y derechos humanos portadores de m¨¢s alegr¨ªa.
P. ?Qui¨¦n dar¨ªa un Plan Marshall de paz a Euskadi?
R. Cada ciudadano.
P. ?Es m¨¢s f¨¢cil explicar la existencia de Dios o la de Egin?
R. Con mirar a la Concha en silencio se sabe: Dios existe.
P. ?Semejar¨¢ a Cela?
R. S¨ª, en cuanto que se preocupa por los marginados.
P. ?El mayor criminal del mundo?
R. Es quien no ve nada cuando cierra los ojos.
P. ?Ve Miguel Dur¨¢n?
R. Ve y siente.
P. ?Cierra los ojos?
R. S¨ª, por no vibrar ante los ni?os sin juguetes.
P. ?Va a las discotecas?
R. Si me invitan alumnos.
P. ?La hipocres¨ªa de la Iglesia es su sida?
R. La Iglesia somos todos: moneda de dos caras.
P. Parece un play-boy...
R. Boy no, por mis 67 a?os.
P. ?El obispo Seti¨¦n paga impuesto revolucionario?
R. Me gustar¨ªa saberlo.
P. ?En qu¨¦ consiste la alienaci¨®n policial?
R. La instituci¨®n policial es la que m¨¢s radicalmente cambia en el mundo.
P. Muerto ya, ?c¨®mo se encontrar¨¢ con Dios?
R. "Buenos d¨ªas, querida madre".
P. ?Qu¨¦ se puede esperar del infierno?
R. Est¨¢ cerrado, por defunci¨®n.
P. C¨¢rceles, centros educativos ... : ?no le aburre?
R. Es donde m¨¢s aprendo.
P. ?Tiene cuenta corriente?
R. ?Tengo cara de eso?
P. ?Franco y Txomin d¨®nde se habr¨¢n encontrado?
R. Nadie muere, todos seguimos viviendo.
P.?Qui¨¦n mat¨® a los Urquijo?
R. Fuenteovejuna, se?or.
P. ?Es un cura del diablo?
R. El diablo no sabe derecho penal.
P. ?Un criminal qu¨¦ es?
R. La cabeza del iceberg de la sociedad.
P. ?Le sensibiliza una mujer de bandera?
R. ?Y mucho!
P. ?ETA practica la lucha armada?
R. No, el terrorismo.
P. ?Perdona?
R. Sin duda, pero sin olvidar la justicia y la v¨ªctima.
P. ?Se dejar¨ªa crucificar por la Universidad o por la Iglesia?
R. Cas¨¦ con las dos.
P. ?El Papa le tranquiliza?
R. M¨¢s debilidades ten¨ªa San Pedro.
P. ?Qu¨¦ es un preso?
R. Un responsable, pero v¨ªctima de la sociedad.
P. ?Un crimen?
R. La justicia brota de la injusticia como la luz de las tinieblas.
P. ?Las prostitutas?
R. Son personas excelentes las que he conocido.
P. ?Qu¨¦ pena merece un chulo?
R. Cada caso preciso, una.
P. ?Su c¨¢rcel preferida?
R. Ser¨ªa un piso peque?o junto al parque.
P. ?Fum¨® porros?
R. Una vez, uno.
P. ?Est¨¢ capacitado para hablar del amor carnal?
R. No.
P. ?Caro Baroja se salvar¨¢?
R. Es el Nicodemo del siglo XX.
P. ?Qu¨¦ le dir¨¢n, muerto?
R. Yo no morir¨¦.
P. ?Escriv¨¢ de Balaguer merece la beatificaci¨®n o el infierno?
R. Prefiero no responder.
P. ?Hemos fallado algo en esta conversaci¨®n?
R. S¨ª, lo metarracional.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.