Espa?a espera aumentar su influencia con la cumbre de Guadalajara

La primera cumbre de los jefes de Estado y de Gobierno de 21 pa¨ªses iberoamericanos -Espa?a y Portugal junto con 19 pa¨ªses americanos-, que se celebrar¨¢ el jueves y el viernes en Guadalajara (M¨¦xico), consagrar¨¢ el nacimiento de una comunidad latinoamericana de naciones gracias a la cual la diplomacia espa?ola espera poder incrementar su influencia en la misma medida que las comunidades francesa y brit¨¢nica de naciones otorgan a Par¨ªs y Londres un mayor peso internacional.

Por pudor o por t¨¢ctica, esta idea no hab¨ªa sido reconocida p¨²blicamente por los responsables del Gobierno espa?ol hasta que, quit¨¢ndose los tapujos, el presidente Felipe Gonz¨¢lez hizo alarde de franqueza en una conferencia que pronunci¨® el pasado jueves en la Universidad de Verano de la Complutense, en El Escorial."La proyecci¨®n latinoamericana de Espa?a", afirm¨® el jefe del Ejecutivo, "es un plus para nuestro pa¨ªs que hace que no se le mire s¨®lo por su PNB o por su extensi¨®n geogr¨¢fica". "En la Comunidad Europea se la mide tambi¨¦n por un potencial de relaci¨®n con el continente latinoamericano", a?adi¨® Gonz¨¢lez, que asistir¨¢ con el Rey a la cumbre. [El presidente de Portugal, Marlo Soares, y el primer ministro, An¨ªbal Cavaco Silva, confirmaron a ¨²ltima hora del lunes su participaci¨®n en la reuni¨®n].

La institucionalizaci¨®n de la comunidad latinoamericana que quedar¨¢ consagrada en Guadalajara, no pod¨ªa, sin embargo, ser formalmente puesta en marcha por Espa?a para no suscitar los recelos de algunas de sus antiguas colonias. Afortunadamente, el presidente de un pa¨ªs nada sospechoso de querer resucitar el recuerdo de la conquista, el mexicano Carlos Salinas de Gortari, recogi¨® la idea y propuso organizar la primera cumbre en la capital del Estado de Jalisco. S¨®lo despu¨¦s, en 1992, le tocar¨¢ a Madrid organizarla.

Democracia y cooperaci¨®n

Para llegar hasta aqu¨ª ha sido necesario que, por un lado, la democracia se imponga a ambos lados del Atl¨¢ntico y que una Espa?a m¨¢s pujante econ¨®micamente se esfuerce, seg¨²n Gonz¨¢lez, por "sustituir el discurso ret¨®rico por una relaci¨®n de distinto signo".Los cinco tratados de amistad concluidos por Espa?a con pa¨ªses latinoamericanos intentan movilizar, de aqu¨ª a 1994, 15.000 millones de d¨®lares en inversiones y cr¨¦ditos, buena parte de ellos blandos. El esfuerzo ha sido a veces proporcionalmente comparado con el que hizo EE UU con su Plan Marshall para ayudar a reconstruir Europa tras la II Guerra Mundial.

Su. pertenecia a la CE desde 1986 le otorga tambi¨¦n a Espafia un plus ante los latinoamericanos, que la consideran a veces como su abogado en Europa. Un libro editado por la Oficina de Informaci¨®n Diplom¨¢tica recoge 12 decisiones comunitarias en los ¨²ltimos cinco a?os tendentes a estrechar lazos con Am¨¦rica Latina.

Y Gonz¨¢lez se?al¨® en El Escorial que, per c¨¢pita, los pa¨ªses centroamericanos integrantes del llamado grupo de San Jos¨¦ recib¨ªan ahora m¨¢s dinero de la CE que los beneficiarlos de los acuerdos de Lom¨¦, casi todos ellos antiguas colonias francesas y brit¨¢nicas. "Aun as¨ª, el esfuerzo es muy peque?o", opin¨® Gonz¨¢lez.

Al margen de la declaraci¨®n rimbombante que se aprobar¨¢ en Guadalajara y de la instant¨¢nea que inmortalizar¨¢ a 24 jefes de Estado y primeros ministros, ser¨¢ necesario ir llenando de contenido las siguientes cumbres anuales, una periodicidad que ni siquiera los l¨ªderes de los pa¨ªses miembros de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa se han atrevido a dar a sus citas.