Futuro latinoafricano

Alguien coment¨® no hace mucho lo aburrida que ser¨ªa la m¨²sica de este siglo si no fuera por los negros. Y precisamente tres de sus expresiones sonoras m¨¢s fecundas -el jazz, la m¨²sica cubana y la africana- se reunieron aqu¨ª por espacio de tres horas.El encuentro lo abri¨® el saxofonista y clarinetista Paquito D'Rivera. La exuberante calidad de este hombre tan s¨®lo se ve superada por su incontinencia verbal. Igual alude a la belleza de las mujeres espa?olas que se refiere a la paella o promociona su ¨²ltimo disco. De no haberse inclinado por la m¨²sica hubiese podido presentar un programa de variedades en televisi¨®n. Sin embargo, uno de los empe?os de este cubano afincado en Estados Unidos consiste en demostrar a los norteamericanos que la m¨²sica latina es algo m¨¢s que Carmen Miranda, La bamba o La cucaracha. Se present¨® al frente de un sexteto, con un pianista -Danilo P¨¦rez-, un bater¨ªa -Ignacio Berroa- y un percusionista -Giovanni Hidalgo- que son de lo mejorcito que puede reclutarse en Nueva York. Interpretaron piezas de su disco m¨¢s reciente, Reunion, incluido ese excepcional bolero instrumental de Chucho Vald¨¦s que responde al nombre de Claudia.

'Manteca'

Dizzy Gillespie, que cumplir¨¢ 74 a?os en octubre, y Miriam Makeba, que tiene 59, salieron juntos para un par de temas surafricanos, en compa?¨ªa de 11 instrumentistas caribe?os, brasile?os y africanos -entre ellos, la columna vertebral del sexteto de Paquito- y tres vocalistas. Luego Dizzy y los suyos se quedaron solos. Y lleg¨®... ?Manteca!, compuesta en 1947. Y tambi¨¦n A night in Tunisia, que data del 46. Gillespie ya no es, obviamente, el trompetista plet¨®rico cuyo nombre figura con letras may¨²sculas en la historia del jazz. Aunque mostr¨® algunos destellos de su clase, se limit¨® casi a enunciar la melod¨ªa de los temas, dejando los solos m¨¢s comprometidos a los metales comandados por el brillante Claudio Roditi.La ¨²ltima parte del tr¨ªptico la ocup¨® la surafricana Miriam Makeba. Camino por fin de la tierra de sus antepasados, tras 31 a?os de exilio, Mam¨¢ Africa habl¨® de un futuro mejor, confirmando aquellas palabras de su autobiograf¨ªa seg¨²n las cuales su vida, cada canci¨®n que canta y cada una de sus apariciones en p¨²blico est¨¢n ligadas a la situaci¨®n de su pueblo. Ni siquiera tuvo que interpretar Pata pata.

Al final regres¨® Dizzy para acompa?arla en Live the future (Vive el futuro). Gillespie cree que las m¨²sicas brasile?a, antillana, cubana y norteamericana van a integrarse alg¨²n d¨ªa. De momento, ¨¦l, que tocaba m¨²sica africana y cubana mucho antes de que ¨¦stas se tornasen populares, lo sigue intentando con indudable encanto.