El problema argelino
MIENTRAS TODA Europa est¨¢ pendiente del buen fin de la perestroika en la URISS y preocupada por el foco de tensi¨®n yugoslavo, otra dificil situaci¨®n con riesgo de incendio se desarrolla bien cerca de nuestras costas. ?ste es el caso de Argelia, donde se ha desencadenado un complejo proceso pol¨ªtico en el que se juega, en buena parte, la paz y la tranquilidad de la Europa mediterr¨¢nea. El Gobierno reformista y dem¨®crata de Sidi Ahmed Gozali se enfrenta. a un proyecto de revoluci¨®n isl¨¢mica, calcada de la revoluci¨®n jomeinista, que pretende erigirse en modelo y locomotora de una revoluci¨®n mucho m¨¢s amplia, con vocaci¨®n magreb¨ª y pan¨¢rabe. Lo hace, adem¨¢s., en condiciones objetivas p¨¦simas: crisis, econ¨®mica subsiguiente al hundimiento del sistema, de econom¨ªa socialista, explosi¨®n demogr¨¢fica, deterioro de Ias condiciones de vida, y todo ello, en una, situaci¨®n de vac¨ªo pol¨ªtico enorme, producida por el desprestigio y la descomposici¨®n de] partido que consigui¨® la independencia y dirigi¨® los destinos del pa¨ªs en toda su historia como Estado, el Frente de Liberaci¨®n Nacional (FLN).El islamismo rampante cuenta, en cambio, con numerosos resortes para avanzar y, acceder, incluso, al poder. Tiene una enorme red organizativa, basada en el comunitarismo religioso, de tan profundas ra¨ªces en el mundo musulm¨¢n y cuya virtualidad como estructura de orientaci¨®n pol¨ªtica y de movilizaci¨®n es tanto mayor cuanto menor es la influencia de las antiguas ideolog¨ªas de emancipaci¨®n que movilizaron a los desheredados del Tercer Mundo (nacionalismo ¨¢rabe, izquierdismo, marxismo ... ). Los enormes barrios de chabolas, las masas de j¨®venes sin empleo ni futuro, las familias abandonadas por la crisis econ¨®mica son el caldo de cultivo de la ola isl¨¢mica.
El Gobierno de Gozali, nombrado en plena efervescencia integrista por el presidente Benyedid, se enfrenta as¨ª a la necesidad perentoria de mejorar las condiciones de vida de sus gentes, a la urgencia de poner en condiciones adecuadas su sistema productivo y a la organizaci¨®n de unas elecciones democr¨¢ticas en las que el integrismo cuenta con abundantes posibilidades de triunfo. El fracaso de Gozal¨ª podr¨ªa estimular la revoluci¨®n y el caos. Se cuenta -que la corriente migratoria sufrir¨ªa un incremento impresionante, sobre todo en la sociedad argelina m¨¢s occidental izada, que es, precisamente, la m¨¢s necesaria para su sistema productivo. El ejemplo prender¨ªa f¨¢cilmente en T¨²nez y en Marruecos y un nuevo bloque amenazante, basado en la pobreza y el anteurope¨ªsmo, podr¨ªa abrirse ante las puertas de Espa?a.
Todo ello se jugar¨¢ en los pr¨®ximos seis meses, plazo de tiempo marcado por Gozali para celebrar elecciones -a las que ¨¦l mismo no quiere presentarse- y para reconducir el proceso democr¨¢tico. Esta situaci¨®n y los peligros que de ella se derivan bien merecer¨ªan que Espa?a y la CE pusieran. en marcha con urgencia un aut¨¦ntico plan de ayuda econ¨®mica y de asistencia pol¨ªtica para toda este arco de crisis que se muestra a nuestros pies, y que, de, momento, sugiere m¨¢s alarmismos de ribetes racistas y xen¨®fobos que seria reflexi¨®n pol¨ªtica y actuaciones eficaces.
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