Miriam Blasco: "El yudo no es violento"
Campeona del mundo y esperanza para los Juegos Ol¨ªmpicos de Barcelona 92
El yudo espa?ol ha vivido una semana que podr¨ªa calificarse de loca. Mientras el presidente de la federaci¨®n, el pol¨¦mico Luis B¨¢guena, consigui¨® el m¨¢ximo cargo en la internacional, Miriam Blasco logr¨® la primera medalla de oro para Espa?a en el Campeonato del Mundo disputado en las instalaciones del Palau Blaugrana, de Barcelona. Blasco, que derrot¨® en la final de la categor¨ªa de 56 kilos a la belga Flagothier, sue?a ahora con el triunfo en los Juegos Ol¨ªmpicos de 1992 mientras afirma que "el yudo no es un deporte violento".
La victoria d¨¦ Miriam Blasco, desconocida para el gran p¨²blico, no fue una sorpresa para los simpatizantes de un deporte que es el segundo de Espa?a, tras el f¨²tbol, al superar las 120.000 licencias. Blasco ya hab¨ªa conseguido para Espa?a la primera medalla, de bronce, en el Mundial de Belgrado, en 1989, y ostentaba el t¨ªtulo de campeona de Europa de 1991.Minutos antes de saltar al tatami (la superficie donde se practica el yudo) de] Palau Blaugrana, el pasado viernes, asegur¨® a sus ¨ªntimos: "Voy a ganar. Si yo no creo en m¨ª misma, ?quien va creer?". Poco despu¨¦s, super¨® por wazari (inmovilizaci¨®n por 25 segundos o m¨¢s, pero menos de 30) a la belga Flagottier.
"Cada vez que lo pienso, me emociono", comenta Blasco, que no pudo concilar el sue?o porque tem¨ªa "que todo fuera mentira". Dice que su ¨¦xito y el de Quino Ruiz, medallista de plata en los ligeros, no son una casualidad: "Las, casualidades se pueden dar una vez, pero el yudo espa?ol est¨¢ en un gran momento y lo demostraremos en Barcelona 92".
Desde los ocho a?os
Vallisoletana de 27 a?os y afincada en Alicante, donde da clases en un gimnasio, comenz¨® a practicar el yudo a los 8 a?os por la influencia de su padre. Su matrimonio le oblig¨® a trasladarse a la ciudad valenciana y su entrenador, Sergio Card¨¦u, fue quien le oblig¨® a tomarse en serio este deporte despu¨¦s de que obtuviera la medalla de plata en los Campeonatos de Europa celebrados en Pamplona en 1988. En la capital navarra, Blasco perdi¨® la debilidad psicol¨®gica", su punto flaco hasta entonces. Ahora, por el contrario, se considera una deportista con gran fuerza mental: "He logrado controlar mis nervios y creo que mi mayor cualidad es la frialdad con la que act¨²o en los combates".Blasco quiere conservar esa frialdad en los Juegos de Barcelona, su gran meta y para la que se va a preparar a conciencia, hasta el punto de renunciar a la maternidad, aplazada hasta despu¨¦s de la cita ol¨ªmpica. "Tengo una gran ilusi¨®n por conseguir la misma medalla en ellos. No voy a reparar en sacrificios para ello", dice la campeona, que se siente un poco agobiada, debido a su timidez, por la resonancia de su ¨¦xito. "Estoy contenta", a?ade, "de que los medios de comunicaci¨®n nos presten atenci¨®n, pero me molesta que no se nos haya dado importancia hasta ahora. Creo que todo es debido al desconocimiento de este deporte. La gente cree que el yudo es agresivo porque lo confunde con las artes marciales y eso es totalmente falso. El yudo no es nada agresivo. Como su misma palabra indica, es el camino hacia la flexibilidad".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.