El 17? viaje al exterior de un presidente trotamundos

George Bush inici¨® ayer rumbo a Mosc¨² su 17? viaje oficial al exterior desde que lleg¨® a la Casa Blanca, en enero de 1989. Con su viaje a la URSS, Bush, el trotamundos, ha superado el r¨¦cord de viajes establecido por Richard Nixon.

El actual presidente norteamericano, que hace tan s¨®lo unos d¨ªas viaj¨® a Londres, Atenas y Estambul, visit¨® m¨¢s pa¨ªses extranjeros en sus dos primeros a?os de presidente que Ronald Reagan en sus ocho a?os al frente del Ejecutivo. .

Si contamos los viajes interiores en EE UU, Bush ha recorrido, desde 1989, medio mill¨®n de kil¨®metros a bordo del Air Force One, el avi¨®n presidencial, la Casa Blanca volante. El viaje a Mosc¨² no ser¨¢ el ¨²ltimo que Bush vaya a hacer este a?o. Est¨¢ previsto que viaje a Italia y Holanda en oto?o y que antes de la llegada del invierno viaje a Australia, Jap¨®n y Corea del Sur, y posiblemente a Indonesia y Singapur."Me encanta viajar al exterior", ha explicado en m¨¢s de una ocasi¨®n para justificar tantas salidas. Bush es un pol¨ªtico al que encanta tratar los problemas sobre el terreno.

El presidente norteamericano, de 67 a?os, reconoce, sin embargo, que su dolencia de tiroides no le ayuda a recuperarse como ¨¦l desear¨ªa. De ah¨ª que haya espaciado sus viajes y suavizado un poco sus programas en el exterior.

En su primera jornada en Mosc¨², Bush deber¨¢ disimular las 10 horas de vuelo que realiz¨® ayer. Pero est¨¢ acostumbrado a estos maratones. Hace dos semanas abandon¨® Estados Unidos para aterrizar en Par¨ªs y entrevistarse con el presidente Fran?ois Mitterrand. Tres horas despu¨¦s cenaba con John Major, el primer ministro brit¨¢nico, en Londres.

"Viajar con este hombre es agotador", cuenta un camar¨®grafo de la cadena CBS, quien comenta que a?ora a Reagan. "Siempre viaj¨¢bamos con mucho tiempo por delante y ten¨ªamos la posibilidad de hacer turismo; con Bush, eso es imposible". A Bush tampoco le gusta el turismo. En sus viajes no suele aceptar visitas tur¨ªsticas, y es raro verle como en Estambul, donde se par¨® durante unos minutos para ver una actuaci¨®n folcl¨®rica.

Sus asesores creen que su fuerza se basa en su obstinada decisi¨®n de crear su nuevo orden mundial estimulando la confianza personal entre los l¨ªderes del mundo, pero no cabe ninguna duda de que, sin las comodidades de su avi¨®n presidencial y sin sus m¨¦dicos, no podr¨ªa desarrollar tal actividad.

El Air Force One, que con Bush a bordo ha aterrizado en 37 pa¨ªses, tiene todas las comodidades inimaginables. El trotamundos cuenta, adem¨¢s, con la asistencia de sus colaboradores m¨¢s directos, con la presencia de su esposa, Barbara, y con el apoyo de Burton J. Lee III, que controla su tiroides, su coraz¨®n y su estado f¨ªsico general.