Fallo a destiempo

EL TRIBUNAL del caso Amedo ha concluido sus deliberaciones, pero habr¨¢ que esperar hasta mediados de septiembre para conocer el fallo de su sentencia y los t¨¦rminos en que se produce. Entretanto, al no haber decidido el tribunal la puesta en libertad de los dos implicados en la causa hace presumir que el fallo es condenatorio y que supondr¨¢ penas superiores a los tres a?os que aqu¨¦llos llevan en prisi¨®n preventiva. Es decir, se crea una situaci¨®n absurda: se sabe de antemano el sentido de una decisi¨®n judicial que, sin embargo, tardar¨¢ todav¨ªa semanas en hacerse p¨²blica.La redacci¨®n de una sentencia como la del caso Amedo es ciertamente complicada, y es l¨®gico que sus redactores huyan de la precipitaci¨®n al resolver las cuestiones que han sido objeto del juicio. Pero ello no debe cuestionar, en ning¨²n caso, la inmediatez exigible a la acci¨®n de la justicia. El tiempo transcurrido entre el 17 de julio en que concluy¨® el juicio oral y el mes de agosto, declarado inh¨¢bil por ley para dictar sentencias, debiera haber bastado para dictar una resoluci¨®n judicial fundamentada y r¨¢pida. Tal imperativo era de obligado cumplimiento en un proceso como el del caso Amedo, sobre el que existen una expectaci¨®n e inter¨¦s p¨²blicos obvios y en el que cualquier dilaci¨®n fuera de lo razonable s¨®lo puede alentar el recelo y la sospecha.