Nuria Espert carga las pilas

Dice la voz de una mujer: "Idealmente, hacer vacaciones significa desconectarme de las tensiones, de los proyectos, de los problemas y tambi¨¦n de las contradicciones". Es Nuria Espert, actriz, directora de teatro y de ¨®pera que pasa algunas horas del verano en su casa castellonense de Alcossebre, entre viajes que le llevan de unas dedicaciones a las otras. Y ahora habla su silencio: Nuria se pregunta cu¨¢ndo tuvo unas vacaciones como ¨¦sas. Se escucha de nuevo la voz: "No recuerdo, no puedo recordar cu¨¢ndo desconect¨¦ por ¨²ltima vez".En su casa junto al mar, la dama del teatro, tiene memoria de un verano que intent¨® aprender a nadar. "Hace ahora 19 a?os, los mismos que tiene esta casa". Tambi¨¦n tiene el recuerdo de cuando se dio cuenta de que ella s¨ª era un actriz.

"Era el a?o 1954 e hice Medea en el teatro Griego". Supo entonces que su vida era un escenario. Pero, atenci¨®n, que la voz de la mujer ahora no cesa, y si en la d¨¦cada de los cincuenta se reconoci¨® como actriz, en 1969 le a?adi¨® un calificativo a su trabajo: "Me di cuenta de que era buena actuando cuando represent¨¦ Las criadas con V¨ªctor Garc¨ªa". Y la voz singular, que es como un cosquilleo hermoso cuando conversa, prosigue: "Y supe que era una magn¨ªfica actriz hace apenas un mes, representando en la ciudad de Murcia Maquillaje", una obra del japon¨¦s Hisashi Inotte.

Este verano, la mujer directora, actriz, productora y metida en todo el falansterio teatral creativo que cabe en la tarima y las bambalinas, lo pasar¨¢ en Londres. Durante los meses de agosto y septiembre, despu¨¦s de haber dirigido en Madrid la Madama Butterfly, dirigir¨¢ La casa de Bernarda Alba para latelevisi¨®n inglesa. Ser¨¢ el mismo espect¨¢culo que dirigi¨® en 1986 y con las mismas actrices, entre las que se encuentran Glenda Jackson y Joan Plowright.

En la conversaci¨®n aparecen los comentarios, algunos feroces, que la cr¨ªtica inglesa hizo a su ¨®pera Carmen y surge entonces la sorpresa. "Cuando te satisface el trabajo que haces y no sintonizas con la gente, el sentimiento es de sorpresa". Y a?ade: "Mi carrera la han construido el p¨²blico y la cr¨ªtica. Unas veces esta ¨²ltima me ha querido llevar por unos derroteros con los que yo no estaba deacuerdo. Ha habido, pues, encuentros y desencuentros".

Y la voz de la mujer sigue para hablar de redes y de peligros como una trapecista: "El estado de ansiedad que una lleva dentro, esa emoci¨®n que nace de las tripas de un modo natural, te lleva a zonas peligrosas, lugares donde no hay red. Y mi instinto de conservaci¨®n me dice: ah¨ª hay un peligro. Pero sigues adelante".

Este verano de 1991, la casa de la artista, como conocen las gentes de Alcossebre a la de Nuria Espert, estar¨¢ vac¨ªa de su presencia. De nuevo, esas vacaciones, donde no tengan cabida ni las preocupaciones, los proyectos y las contradicciones, tendr¨¢n que posponerse para esta mujer que naci¨® en 1935 de una madre inteligente y de un padre que le confiri¨® la singularidad de sus rasgos orientales. "La nariz se la debo a mi cirujano est¨¦tico", finaliza divertida.