Mallorca, en su salsa

Los Reyes est¨¢n ya de vacaciones. Al igual que en los ¨²ltimos 19 a?os, don Juan Carlos y do?a Sof¨ªa pasar¨¢n el mes de agosto en Mallorca. Ayer tarde llegaron a Palma y evidenciaron con Su presencia que por ahora no suceder¨¢ el rumoreado traslado estival de la farrillia real a Cantabria (Comillas) o Canarias (Lanzarote). EI pr¨ªncipe Felipe y las infantas Elena y Cristina se incorporar¨¢n al veraneo en los pr¨®ximos d¨ªas.El paisaje de agosto de 1991 contendr¨¢ las mismas figuras que los anteriores. Lady Di y el pr¨ªncipe Carlos de Inglaterra ser¨¢n de nuevo, probablemente, hu¨¦spedes en palacio junto a los habituales Constantino y Ana Mar¨ªa de Grecia. El Rey participar¨¢ en las regatas de vela. Navegar¨¢ en el mismo yate Fortuna, mientras Mario Conde se pasea en su nuevo gran velero. El presidente de Banesto, que abri¨® el verano con su fiesta social reservada a la ¨¦lite, ya se ha dejado ver en el escaparate rutilante del puerto de Portals.

Los veranos de Mallorca fueron an¨®nimos y tranquilos hasta la invasi¨®n de la isla a cargo de famosos notables. Entonces, algunos convirtieron Mallorca en una pasarela. De cualquier forma, este a?o no podr¨¢n retratarse las apariciones de los barones Von Thyssen y de los Rossi. Ambos matrimonios han causado baja en la n¨®mina reciente de veraneantes habituales. Quien no ha causado baja ha sido Simoneta G¨®mez-Acebo, sobrina de los Reyes, que se ha dejado ver, tambi¨¦n, fugazmente. Est¨¢ embarazada y se tapa la cara para evitar ser fotografiada. Ya est¨¢ formado el enjambre de periodistas gr¨¢ficos que revolotea de noche y de d¨ªa con sus grandes teleobjetivos.

Al Rey lo ha recibido el alcalde de Palma, Joan Fageda, con su primer bando p¨²blico. El edil habla del veraneo real y dice: "La discreci¨®n que siempre nos ha caracterizado ha de ser la primera norma en el tratamiento de la estancia de la familia real en Palma. El respeto y el afecto han de permitir que los Reyes puedan continuar considerando nuestra ciudad como su lugar preferido". Fageda intuye y requiere el cambio de h¨¢bitos.

La isla guarda rincones del para¨ªso, vientos de la naturaleza Virgen, tal y como eran antes de la invasi¨®n tur¨ªstica. El propio Rey ha dicho por escrito c¨®mo en Baleares, "en poco tiempo y escasas millas, puedes ir a sitios muy distintos". A¨²n es posible nadar en una cala rec¨®ndita y solitaria, a la que ¨²nicamente se accede por el mar o tras una caminata por las rocas.

Mario Vargas Llosa visit¨® recientemente aquella aldea de monta?a en la que Robert Graves vivi¨® 30 a?os y en la que cualquier noche Mike Olfield puede aparecer por sorpresa. Vargas Llosa busca una casa en la que residir; hace a?os escribi¨® La casa verde en este mirador frente al mar. Cort¨¢zar y Anais Nin tambi¨¦n mojaron su pluma en este mar. El mismo que usar¨¢, como cada a?o, el discreto vicepresidente Narc¨ªs Serra.