Miedo a volar
Unos se inmovilizan, otros no paran de hablar y algunos se ponen agresivos. Es la forma de exteriorizar el miedo que muchos pasajeros de avi¨®n sienten a la hora de subir a bordo. Antes, volar era una aventura, pero ahora es una necesidad y muchas per sonas tienen que utilizar el avi¨®n. Lufthansa, l¨ªneas a¨¦reas alemanas, ha organizado unos cursos de dos d¨ªas para superar este miedo a volar.Estos cursos se vienen realizando hace 10 a?os en Alemania y ahora tambi¨¦n se hacen en Espa?a. "Aunque todos tienen el mismo miedo, los alemanes son m¨¢s reservados a la hora de contar sus miedos; los espa?oles no tienen ning¨²n problema para decir d¨®nde les duele y por qu¨¦ tienen miedo", asegura Ivo von Kursell, promotor de la idea de trasladar a Madrid los cursos. Seg¨²n estudios psicol¨®gicos, el miedo ataca de diferente forma a ambos sexos. A los varones les da m¨¢s cardiaco y a las hembras les afecta al est¨®mago.
Los cursillos se realizan un s¨¢bado y un domingo, en grupos de entre 8 y 15 personas. La primera clase la imparte una psic¨®loga. Los alumnos se sinceran con ella y le cuentan los motivos de su pavor. Un ejemplo puede ser el caso de un notario que se pon¨ªa muy nervioso cuando alg¨²n pasajero porque pensaba que se desequilibraba el avi¨®n. Otros sienten claustrofobia, v¨¦rtigo, inseguridad...
La psic¨®loga Verena Munz escucha y calma a los miedosos, ense?¨¢ndoles t¨¦cnicas de relajaci¨®n y respiraci¨®n. El piloto Christoph Seeburg lleva a cabo la segunda parte del programa.
Se encarga (le ense?arles el avi¨®n y explicarles el manejo de cada pieza. Esta operaci¨®n da mucha seguridad a los futuros pasajeros, sobre todo a los que sufren el s¨ªndrome del copiloto, que suelen ser gente muy autoritaria. Les relaja mucho ver la cabina y tocar sus mandos. El curso finaliza con un vuelo a Francfort, trayecto en el. que ponen en pr¨¢ctica la teor¨ªa aprendida durante los dos d¨ªas.
Los que superan este trance se sienten muy agradecidos y aliviados. M¨¢s del 80% de los asistentes logra vencer su miedo y el resto, al menos, puede aprovechar las t¨¦cnicas de relajaci¨®n para otras facetas de su vida.
Hasta. ahora las clases costaban 55.000 pesetaN, pero a partir de septiembre suben a 95.000.
Lufthansa, calle Cardenal Marcelo Espinola, 2. 383 17 64
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