''Se me ha pasado por la cabeza dejarlo todo"
Luis abandon¨® la concentraci¨®n del equipo el 30 de julio, porque comenz¨® a sentirse mal. Desde entonces hasta el pasado martes, el t¨¦cnico estuvo encerrado en su casa sometido a tratamiento m¨¦dico.Pregunta. ?C¨®mo se encuentra despu¨¦s de estos d¨ªas?
Respuesta. Bien, aunque con la l¨®gica flojera de la persona que pasa cuatro o cinco d¨ªas en la cama. Pero me encuentro con la energ¨ªa necesaria para poder trabajar ya.
P. Junto a la enfermedad en s¨ª, ?lo que peor se lleva son los comentarios que la rodean?
R. S¨ª. Son cuestiones que aunque no duelen, molestan. Se forman revuelos porque en Espa?a estas enfermedades se asimilan con depresiones o con cosas peores. La realidad es que el 10% de la poblaci¨®n mundial tiene fobias de todo tipo. Conozco a gente que padece depresiones y que no se curan en la vida. Lo m¨ªo no es nada importante, es un mal que se cura en cinco o seis d¨ªas.
P. ?Y en qu¨¦ consiste exactamente su fobia?
R. Yo intuyo lo que me pasa, pero es muy dificil de explicar. Es parecida a las dem¨¢s. Consiste en tener temor a ciertas cosas. Te aparece sin ton ni son, en funci¨®n del momento en el que te encuentres. Explicarlo es complicado hasta para el propio enfermo que las sufre,
P. En esos momentos, ?pens¨® en la retirada?
R. Se me ha pasado por la cabeza dejarlo todo. Cuando uno est¨¢ mal, piensa en abandonar. De hecho, hace tres a?os y medio, cuando reca¨ª por ¨²ltima vez, estuve dos a?os sin entrenar. Di largas para curame mejor, por si la fobia apare c¨ªa con m¨¢s frecuencia. Ahon pienso que no tiene por qu¨¦ ocurrirme m¨¢s.
P. Pero cuando una persona sufre cuatro veces la misma en fermedad, ?no tiene la sensa ci¨®n de estar mal curado?
R. La primera vez que me ocurri¨® s¨ª ten¨ªa mis dudas. Pensaba que pod¨ªa ser algo m¨¢s grave. Pero ahora ya no. La experiencia es un grado y cuando sabes lo que te puede pasar, haces lo posible por evitarlo y no piensas en una nueva reca¨ªda.
P. Entonces, ?no se puede temer una nueva fobia?
R. Un hombre cuando est¨¢ malo medita, pero cuando ya se va encontrando bien se olvida de las medicinas. Esto es lo que yo hice, pero no lo repetir¨¦. Lo que pasa es que me puede caer una teja encima y matarme. As¨ª es la vida, pero no creo que rne vuelva a ocurrir. Si me ocurrie se tardar¨ªa un d¨ªa o dos en recu perarme, los mismos que nece sita cualquier trabajador para curarse una gripe.
P. Si relacionamos su fob¨ªa con el infarto sufrido por Cruyff hace unos meses, ?se puede deducir que el puesto de entrenador es peligroso?
R. La verdad es que la presi¨®n que sufren los entrenadores nos lleva a un estado emocional importante. A m¨ª, lo que rodea el f¨²tbol no me crea presi¨®n. Me la impongo yo mismo y eso puede ser m¨¢s grave. Cruyff tuvo problemas de coraz¨®n, otros de ¨²lcera y otros de fobias. No cabe duda que la profesi¨®n de entrenador, por la presi¨®n que se impone, es, cuando menos, sufrida.
P.?Tiene fijada la fecha de su retirada?
R. Pero no por la enfermedad. Un entrenador, salvo excepciones, debe dejarlo a los 58 o 59 a?os. Yo, que tengo 53, creo que me retirar¨¦ con 55 o 56. A esa edad ya no contactas con los chicos que tienes que mandar, porque las costumbres var¨ªan.
P. Cuando a un entrenador se le escapan dos trenes que tiene al alcance, como el Real Madrid o la selecci¨®n ?c¨®mo lo supera?
R. La vida es as¨ª. Se pierden unos trenes, pero otras veces te subes a otros importantes. Mi suerte, al ser muchos entrenadores y pocos equipos, es que tuve este a?o la posibilidad de ir al Madrid, a la selecci¨®n y que termin¨¦ en el Atl¨¦tico.
P. ?Tuvo la sensaci¨®n de que se jug¨® con su persona?
R. En el caso de la selecci¨®n espa?ola s¨ª, y no s¨®lo con mi persona, si no con m¨¢s gente. Pero en el caso del Real Madrid, no. Yo ten¨ªa contrato, no pudo ser y no pas¨® nada.
P. Lleg¨® al Atl¨¦tico y el recibimiento del p¨²blico no pudo ser mejor.
R. Despu¨¦s de casi cuatro a?os de ausencia cre¨ªa que la gente se hab¨ªa olvidado un poco de m¨ª, pero no fue as¨ª. La gente demostr¨® que Luis es un hombre querido. Pero no se qui¨¦n sentir¨¢ m¨¢s cari?o por el otro, si ellos o yo.
La fidelidad de Gil
J. M.Luis Aragon¨¦s tuvo que abandonar la entidad cuando Jes¨²s Gil lleg¨® a la presidencia del club en 1987, por una diferencia m¨²tua de cri¨ªerios que estuvo a punto de concluir en un combate de boxeo.
P. ?C¨®mo es que firmaron las paces?
R. A Gil le conozco desde hace mucho tiempo y en su d¨ªa nos tratamos cordialmente Cuando lleg¨® a la presidencia del club tuvimos diferencias que ya se han olvidado. De pronto se produjo su deseo de contar conmigo y el m¨ªo de entrenar al Atl¨¦tico. Entendimos que luchar¨ªamos codo con codo y voy a pelear porque Gil gane el mayor n¨²mero de t¨ªtulos posibles. Eso redundar¨¢ tambi¨¦n en mi beneficio. El di¨¢logo lo arregla todo. Lo curioso es que ha tenido que haber un problema para que Gil me demostrara su
fidelidad y yo soy un hombre muy agradecido.
P. ?Soportar¨¢ sus habituales intromisiones t¨¢cticas?
R. Me parece que estamos poniendo la venda antes que la herida. Esperemos que no llegue esa situaci¨®n y que Gil comprenda que llevo muchos a?os en esto y que debo saber algo m¨¢s que ¨¦l. En lo dem¨¢s ¨¦l sabe m¨¢s y no me meter¨¦ en nada.
P. Los entrenadores le duran poco
R. Pero no s¨®lo a Gil. Por desgracia, en el f¨²tbol espa?ol nuestra duraci¨®n es siempre ef¨ªmera. Si no ganas lo normal es que te echen. Se miran los resultados y no el trabajo.
P. ?Desde que es alcalde de Marbella, delega m¨¢s funciones?
R. Tiene un trabajo incre¨ªble. Pero a distancia sigue hablando con la gente y sigue al anto de lo que pasa.
P. ?Qu¨¦ le pareci¨® lo de !Corrupci¨®n no!?
R. No deja de ser un eslogan. No entro en las intenciones.
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