Finito levant¨® la tarde
Domecq / Manzanares, Litri, Finito Toros de Santiago Domecq, bien presentados, mansos pero manejables.
Jos¨¦ Mar¨ªa Manzanares: estocada y dos descabellos (pitos); pinchazo, media y dos descabellos (ovaci¨®n en los medios).
Litri: estocada ca¨ªda (divisi¨®n); media, metisaca, desprendida, cuatro pinchazos -aviso-, cinco descabellos (bronca).
Finito de C¨®rdoba: pinchazo hondo y estocada (ovaci¨®n); estoconazo (oreja y petici¨®n de la segunda). Plaza de La Malagueta, 14 de agosto. Quinta corrida de feria. M¨¢s de tres cuartos de plaza.
Cuando sali¨® el sexto, la tarde transcurr¨ªa cuesta abajo y en los dos primeros tercios no ten¨ªa trazas de enderezarse. Comenz¨® Finito su faena dobl¨¢ndose con mucha torer¨ªa y verdad. Ya en los medios, le adelant¨® la muleta, y el toro que se hab¨ªa venido arriba, acudi¨® con buen son. Finito acert¨® a torearlo en redondo cargando la suerte y con gran temple. Repiti¨® la serie, y remat¨® ambas con excelsos pases de pecho, a los que imprime una especial profundidad.
Los naturales adolecieron de menor limpieza en el remate. Termin¨® la faena con espl¨¦ndidos ayudados por alto y uno por bajo de cartel, tras lo cual logr¨® una magn¨ªfica estocada por ejecuci¨®n y colocaci¨®n. Fue una faena breve, como suelen ser las grandes faenas. El toro no hubiera aguantado muchos m¨¢s muletazos. Aunque el p¨²blico pidi¨® con fuerza la segunda oreja, estaba claro que el presidente no la iba a conceder, pues tras neg¨¢rsela a Pepe Luis Mart¨ªn el domingo el segundo trofeo lo puso a un precio astron¨®mico.
Finito tore¨® a la ver¨®nica a su primero con estupenda cadencia. En este toro, que ten¨ªa poca fuerza, pudo estar mejor. Lo tore¨® decorosamente con la mano derecha, pero no se centr¨® los naturales, que siempre intentaba con el arco del viol¨ªn.
La otra cara de la moneda, la cara triste, la protagoniz¨® Litri en el quinto toro. Era un toro manso pero no ilidiable. Vamos, que estaba muy lejos de ser un barrab¨¢s. Litri anduvo como si tal fuera. Se descompuso ya antes de entrar a matar, sin saber qu¨¦ hacer con su enemigo. Pero el calvario empez¨® con la espada. Con enorme desconfianza entr¨® a matar reiteradas veces, y varias de ellas perdi¨® la muleta y sali¨® corriendo. Un matador de toros que aspira a ser figura no puede dar un m¨ªtin de esa naturaleza. A su primero, lo tore¨® muy acelerado, y al final opt¨® por la v¨ªa del tremendismo embarullado.
Manzanares prob¨® con gran desconfianza a su primero, un manso manejable, con el que no consigui¨® centrarse en el toreo al natural. El cuarto era un manso, al que consigui¨® mejorar en la muleta. Hubo algunos muletazos aislados de calidad, aunque a la faena le falt¨® hilv¨¢n. Estuvo por encima del toro.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.