Gil y Gil provoca una batalla campal en Marbella
Jes¨²s Gil lleg¨® a las 3.40 de la madrugada de ayer, fuertemente escoltado por miembros uniformados de su seguridad privada, al puerto deportivo de Marbella donde llam¨® "drogadictos y ladrones" a los miles de j¨®venes que all¨ª se encontraban. Veinte minutos m¨¢s tarde sali¨® huyendo tras iniciarse una batalla campal que terminar¨ªa dos horas despu¨¦s con una treintena de heridos, uno de ellos con traumatismo crancoencef¨¢lico, e importantes da?os.
Jes¨²s Gil apura su copa a las tres de la madrugada en el hotel Don Carlos, donde preside una fiesta de la Cruz Roja y adonde hab¨ªa llegado a los sones de la marcha militar Audacia, interpretada por j¨®venes m¨²sicos de la Banda Municipal. Gil, interrogado por las razones de un anterior enfrentamiento con j¨®venes, a los que el viernes pasado insult¨® a gritos en el transcurso de una manifestaci¨®n, amenaza a varios periodistas locales: "Os voy a echar de Marbella. Sois tan delincuentes como los drogadictos que ampar¨¢is, y cuento con 400 polic¨ªas para mandaros muy lejos. Adem¨¢s, voy a terminar con la droga del puerto deportivoDicho, y hecho. A las 3.30, y siempre fuertemente escoltado, Jes¨²s Gil abandona la fiesta y sube a su veh¨ªculo Mercedes, pintado con las rayas rojas del Atl¨¦tico de Madrid. Se dirige a gran velocidad por la nacional 340 a la zona portuaria, donde le esperan varios veh¨ªculos de la empresa de seguridad Franjus y algunos de los patrulleros reci¨¦n adquiridos para la Polic¨ªa Local.
A las 3.40, coincidiendo con la hora de m¨¢xima animaci¨®n de la zona, Jes¨²s Gil inicia su paseo entre los j¨®venes que abarrotan los bares, y a los que va diciendo, a gritos, sin abandonar una sonrisa ir¨®nica: "?Qu¨¦ cara de borracho tienes, chaval! ?Cu¨¢nto dinero te has gastado hoy en droga? Sois la escoria y voy a terminar con vosotros. Borrachos babosos". El ambiente se tensa cada vez m¨¢s. "Sois una mierda", contin¨²a Gil junto a las mesas. Lo que al principio son unos t¨ªmidos abucheos a la presencia de Gil se convierte en un rechazo colectivo. Los j¨®venes gritan: "?Fascista!, ?fascista!, ?fascista ... !".
Gil se para y, plantado entre sus guardaespaIdas, mira con desprecio a los j¨®venes que le increpan. Les ense?a su dedo coraz¨®n. El gesto despectivo es contestado por una lluvia de salivazos, whiskys y refrescos que alcanzan al alcalde por todo el cuerpo. Los polic¨ªas locales y numerosos guardas jurados que acompa?an a Gil Porra en mano cargan por primera, vez. S¨ªllas por el suelo. Un fot¨®grafo agredido. Una c¨¢mara de televisi¨®n vuela por los aires tras el manotazo del ch¨®fer del alcalde.
Las cargas se repiten. Despu¨¦s de 20 minutos de paseo, Jes¨²s Gil, que en ning¨²n momento dej¨® de llamar "drogadictos y ladrones" a los j¨®venes, huye de la zona protegido por la Polic¨ªa Local de los vasos y las sillas que vuelan. Los guardasjurados en su af¨¢n protector olvidan uno de sus veh¨ªculos. Un grupo de chicos y chicas, muy alterados, la emprenden a patadas con el veh¨ªculo y le prenden fuego.
'Incitaci¨®n a la violencia'
Los guardas de seguridad, vestidos con camisa azul y gorra de plato, vuelven a la zona ayudados por algunos compa?eros de paisano que tambi¨¦n exhiben porras, y cargan de nuevo. As¨ª, con la tensi¨®n y el miedo siempre en aumento, los polic¨ªas intervienen durante dos largas horas, hasta que la Polic¨ªa Nacional controla la situaci¨®n. Fuentes de la polic¨ªa se?alaron ayer a este peri¨®dico que la actuaci¨®n de Gil constituye, una grave irresponsabilidad y una incitaci¨®n a la violencia".
El primer teniente de alcalde, Pedro Rom¨¢n, tambi¨¦n tuvo que acudir a un centro sanitarlo donde le curaron una herida en la frente que precis¨® varios puntos de sutura.
Cinco personas continuaban detenidas en la tarde de ayer, Cuatro de ellas son extranjeras y una es vecina de Marbella. Un portavoz del Ayuntamiento disculp¨® ayer la actuaci¨®n de Jes¨²s Gil por la "certeza de que entre los bares del puerto deportivo existen numerosos puntos de venta de droga". Gil pretende, adem¨¢s, que el ambiente nocturno de Marbella se traslade ahora a una zona denominada Banana Beach, donde fuentes de la oposici¨®n aseguran que posee intereses econ¨®micos y de ah¨ª su af¨¢n por cerrar la zona del puerto.
Antes de subir al veh¨ªculo que le alejar¨ªa de la zona de los incidentes, Jes¨²s Gil grit¨®: "Ya tengo lo que quer¨ªa. Ya he demostrado que todos ¨¦stos son unos delincuentes".
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