Tudjman amenaza con declarar la guerra a la rep¨²blica de Serbia

El presidente croata, Franjo Tudjman, amenaz¨® ayer con romper su relaci¨®n con la Federaci¨®n yugoslava y declarar la guerra a Serbia si el 31 de agosto la presidencia colegiada no consigue que los rebeldes serbios depongan las armas. Guerrillas de la minor¨ªa serbia en Croacia, apoyadas por la vecina rep¨²blica de Serbia y toleradas por el ej¨¦rcito federal, rodeaban ayer la ciudad croata de Osijek, a 150 kil¨®metros al este de Zagreb, y amenazaron con pasar el r¨ªo y tomarla.Por otra parte, la Fuerza A¨¦rea yugoslava bombarde¨® ayer con tres aviones la aldea croata de Sarvas, en Eslavonia, mientras en otro de los escenarios b¨¦licos en Croacia, en torno al Parque Nacional de Plitvice,"se estrellaba un MIG-21. El Mando A¨¦reo federal no inform¨® sobre las causas de la ca¨ªda del avi¨®n, en la que result¨® muerto su piloto.

Ayer continuaron los combates entre la guerrilla serbia y el ej¨¦rcito, por un lado, y la milicia y Guardia Nacional croatas, por otro. Zagreb asegur¨® que al menos 60 guerrilleros serbios han muerto en los tres d¨ªas de combates en la ciudad de Pakrac en Eslavonia occidental.

Los belgradenses aceptan con una asombrosa facilidad las noticias procedentes del frente en Eslavonia, como si los combates con morteros en las cercan¨ªas de Osijek y Pakrac, de puro rutinarios, ocurrieran a miles de kil¨®metros de distancia. Radio Belgrado acus¨® ayer a la polic¨ªa croata de asesinar a ocho serbios y herir a varias decenas en el pueblo de Kinjaca.

Zagreb est¨¢ alarmado. Los combates no cesan. El viceministro de Interior de Croacia, Milan Brezak, exigi¨® una mayor libertad para las acciones de la polic¨ªa advirtiendo un posible incremento de las v¨ªctimas civiles. El jefe de polic¨ªa de la autoproclamada regi¨®n independiente de Krajina, Milan Martic, declar¨® triunfalmente al diario capitalino Borba que sus fuerzas piensan conquistar el puerto adri¨¢tico croata de Zadar, y reconoci¨® por primera vez que el ej¨¦rcito colabora con sus fuerzas.

Los combates contin¨²an pese a la decisi¨®n un¨¢nime de la presidencia yugoslava de garantizar el funcionamiento m¨ªnimo del sistema pol¨ªtico y econ¨®mico, pr¨¢cticamente desintegrado.