Vivir en la Gran V¨ªa

Consideren ustedes esta carta como un recurso al pataleo. Les explicar¨¦ el motivo:Vivo en el distrito Centro de Madrid, en una de las calles adyacentes a la Gran V¨ªa y en estos ¨²ltimos 10 a?os hemos asistido a un deterioro progresivo del barrio, que en la actualidad ha llegado a cotas realmente insoportables.

Este era un barrio agradable, en el que se viv¨ªa tranquilamente, donde se pod¨ªa salir y entrar de casa sin sufrir atentados contra la sensibilidad. El paseo por la Gran V¨ªa pod¨ªa resultar placentero, a pesar de los coches y la contaminaci¨®n.

Pues bien, se?ores, todo esto se termin¨®. El barrio ha sido tomado por una legi¨®n de prostitutas que ejercen su profesi¨®n en las calles anta?o tranquilas, chulos, mirones, camellos, yonquis y delincuentes de poca o mucha monta; y todo ello ante la impasibilidad de las autoridades. Los vecinos hacemos lo que podemos, pero se ve que no podemos nada.

Todos sabemos los hostales y pensiones que acogen el negocio de la prostituci¨®n, los sitios donde venden droga, todo esto lo sabemos vecinos y autoridades, pero como si nada.

Ultimamente, parece que la prensa est¨¢ sensibilizada con la degradaci¨®n, sobre todo de la Gran V¨ªa, pero no he le¨ªdo nada sobre lo que los vecinos del barrio, con 30 o 40 a?os de anclaje en ¨¦l, tenemos que soportar.

Yo les dir¨ªa tambi¨¦n a los seis concejales socialistas que se pasearon por la Gran V¨ªa (EL PA?S, 13 de agosto) y que estaban muy ufanos por haber salido indemnes de la aventura, que les felicito por su osad¨ªa, pero que si realmente no les ha molestado el espect¨¢culo descrito anteriormente, al que hay que a?adir la suciedad que impera por doquier, que si no les molesta y les parece incluso agradable, pues que lo trasladen a sus respectivos barrios. Nosotros estamos ya bastante hartos.-