Los ciudadanos se denuncian unos a otros como golpistas
Un robusto guardia vigila los documentos s¨®lo para el caso de que un oficial con mucho que perder recurra a la violencia para conseguirlos. Cerca de all¨ª, los tel¨¦fonos suenan sin parar con miles de llamadas: vecinos denunciando a vecinos, trabajadores denunciando a sus jefes y compa?eros. La acusaci¨®n: haber mostrado demasiado entusiasmo durante el intento de golpe de la semana pasada."Ellos nos ense?aron durante mucho tiempo c¨®mo delatarnos los unos a los otros", dec¨ªa el mi¨¦rcoles Yuri Jramov, un concejal del Ayuntamiento de Mosc¨². "Ahora. hemos conseguido un nuevo engendro: las denuncias democr¨¢ticas".
Jramov es miembro de la comisi¨®n creada en Mosc¨² para investigar el golpe. La comisi¨®n moscovita es una m¨¢s de una plaga de de ellas que han proliferado por todo el pa¨ªs para pillar a los miles y miles de conservadores que apoyaron el golpe. Miembros de estos equipos de investigaci¨®n afirman que saben bien que tienen que caminar con cuidado sobre la l¨ªnea que separa la justicia de la venganza.
"Esto no es una caza de brujas. No quisi¨¦ramos parecer sangrientos comisarios", asegur¨® el concejal moscovita ?gor Belkiaiev. "S¨®lo aceptamos informaci¨®n que no sea an¨®nima. Hay demasiados informadores que tienen objetivos personales".
Muchas de las llamadas que se reciben en dos espaciosas salas del Ayuntamiento de Mosc¨² se refieren a criminales importantes, como el oficial de polic¨ªa que impuso el toque de queda o el editor del Partido Comunista que imprim¨ªa afanosamente cuanto ped¨ªan los conjurados.
Contra el vecino
Hay tambi¨¦n llamadas de informadores que adquirieron, en tiempos del estalinismo, el h¨¢bito de denunciar a cualquiera del que quisieran desembarazarse, desde un vecino al que envidia hasta un competidor en el trabajo, afirm¨® un miembro del comit¨¦.
"Tambi¨¦n recibimos llamadas", explic¨® Jramov, "que dicen: "que jefe apoy¨® el golpe y public¨® los decretos'. Luego, intentas comprobar las cosas y descubres que el jefe despidi¨® a esa persona hace un mes".
Para evitar que las investigaciones puedan derivar hacia una serie de represalias, como en las sangrientas purgas iniciadas por Stalin en los a?os treinta, los miembros de la comisi¨®n de Mosc¨² se toman su trabajo con una calma y precauci¨®n deliberadas. "Cada denuncia debe ser minuciosamente examinada", afirm¨® V¨ªctor Bulg¨¢kov, uno de sus portavoces. "Nuestro objetivo es ofrecer a todos un retrato objetivo de las violaciones de la Constituci¨®n que los oficiales cometieron durante el periodo del golpe".
Durante los cuatro d¨ªas de trabajo, la comisi¨®n ha considerado dignos de un an¨¢lisis posterior unos cien casos. Bulg¨¢kov cree que dos o tres llegar¨¢n a los tribunales.
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