El verde caim¨¢n que resucita
Cuba recoge casi en solitario el testigo de la bandera comunista
FERNANDO ORGAMBIDES, ENVIADO ESPECIAL. Los tel¨¦fonos comenzaron a sonar desde primera hora de la ma?ana, las canciller¨ªas extranjeras se apresuraron a enviar sus primeros telegramas cifrados. Comunistas y no comunistas se tiraron a la calle en busca del diario Granma. Los ejemplares pasaban de mano en mano. Y la radio primero y la televisi¨®n despu¨¦s empezaron a bombardear a la poblaci¨®n con el manifiesto. Cuba, el verde caim¨¢n, acababa de pronunciarse, mediante un extenso editorial en el diario oficial del partido ¨²nico, sobre el cambio radical en la URSS: "Nuestro deber es salvar la patria, la revoluci¨®n y el socialismo".
El r¨¦gimen de Castro hab¨ªa esperado hasta el jueves ¨²ltimo para hacer una valoraci¨®n general sobre los sucesos de la URSS despu¨¦s de que la televisi¨®n, sin llegar a la censura pero con im¨¢genes limitadas, hubiera llevado a todos los hogares de la isla secuencias de las estatuas de Lenin por los suelos y de la vuelta de la bandera zarista a los m¨¢stiles de Rusia.La poblaci¨®n cubana hab¨ªa seguido at¨®nita estos acontecimientos. No llegaba a cre¨¦rselo, le resultaba imposible que esos s¨ªmbolos sagrados del comunismo sovi¨¦tico, tan exaltados aqu¨ª y tan familiares en las f¨¢bricas, las escuelas o las dependencias administrativas, cayeran tal velozmente de sus pedestales. Algo estaba ocurriendo en un mundo tenido hasta ahora como propio, como de casa, y La Habana no hab¨ªa reaccionado todav¨ªa. ?Qu¨¦ est¨¢ pasando?, se preguntaban todos, desde los m¨¢s veteranos combatientes revolucionarios que secundaron a Fidel Castro en Sierra Maestra hasta esas generaciones de j¨®venes que no han conocido otro mundo interior que el del propio sistema comunista que se les ha impuesto, ni otras loas tan encendidas como las que en los ¨²ltimos 30 a?os Cuba ha hecho del viejo modelo sovi¨¦tico.
El qu¨¦ est¨¢ pasando se convirti¨® r¨¢pidamente, tras una lectura detallada del Granma, en un qu¨¦ pasar¨¢. El r¨¦gimen cubano dejaba escapar la ocasi¨®n y cerraba nuevamente los ojos ante los cambios del mundo, hablaba de dolor y consternaci¨®n por la profanaci¨®n de lo que consideraba s¨ªmbolos sagrados del comunismo, archivaba "la democracia burguesa importada de Estados Unidos y la econom¨ªa de mercado" en un pasado "al que jam¨¢s volveremos", centraba su ira en "una Europea pre?ada de controversias" y proclamaba "las verdades universales descubiertas por Marx y Engels", al tiempo que, en un intento desesperado de salvar lo que a miles de kil¨®metros se destru¨ªa, llamaba a Lenin "el gran gestor de la gloriosa Revoluci¨®n de Octubre".
"Hay que resistir"
"Yo prefiero que me coman los tiburones", dec¨ªa una esbelta mulata deseosa de encontrar una plataforma que la lleve por mar a Miami, porque por unas d¨¦cimas no ha conseguido ser admitida corro modelo. "Hay que resistir", argumentaba un camarero de un conocido cabar¨¦ capitalino para turistas. "Confiamos en Fidel", respond¨ªa el conductor de un destartalado veh¨ªculo h¨²ngaro que regaba La Rampa habanera de un humo negro y pestilente. "Me estoy gastando todos mis ahorros en la bolsa negra", aseveraba un arquitecto que lleva tres a?os sin construir. "Los pa¨ªses africanos est¨¢n con nosotros", dec¨ªa una ilusa joven que, cogida de la mano de su marido, et¨ªope, llevaba ya m¨¢s de una hora esperando que le expidieran una hamburguesa de carne de puerco en uno de los escasos establecimientos del ramo en la capital.
?Quiere puros, cambio, una chica ...?", adelantaba un joven despistado de los alrededores del Malec¨®n antes de conocer la intenci¨®n del periodista.
Ell r¨¦gimen de La Habana se ha propuesto resistir numantinamerte frente a los cambios del mundo y ha tomado en un intento suicida a ra¨ªz del editorial de Granma -que es como si se tratara de un discurso de los que suele pronunciar Fidel Castro el relevo casi en solitario de la bandera comunista.
Cuba confirm¨® la celebraci¨®n puntual para el pr¨®ximo octubre del IV Congreso del Partido Comunista Cubano (PCC), en una fecha tan significativa en la que se conmemorar¨¢ el 123? aniversario de la rep¨²blica en armas, "como un congreso en armas si las circunstancias lo exigen", y ha iniciado una campa?a de movilizaciones en apoyo al editorial de Granma, reflejadas a partir del viernes en todos los medios de difusi¨®n, mediante la que brigadistas, trabajadores de vanguardia, pioneros, comit¨¦s de base, asambleas de militantes y colectivos varios han creado una trinchera com¨²n para impedir la destrucci¨®n del sistema ante "la m¨ªnima vacilaci¨®n" de fuera de las fronteras o ante "la lacra interior que conforman corruptos, par¨¢sitos, violentos, indolentes, negligentes, ego¨ªstas y pusil¨¢nimes".
El mensaje lo expresaban de una forma m¨¢s pr¨¢ctica el viernes los integrantes del contingente de voluntarios Julito D¨ªaz, que trabajan en la ampliaci¨®n del hospital del mismo nombre que existe en La Habana, y que representan el prototipo cl¨¢sico de una brigada de defensa del sistema. Para ellos, "Cuba, nuestro verde caim¨¢n, no se plegar¨¢ jam¨¢s. Defenderemos revoluci¨®n y socialismo al precio que sea necesario, con sangre de ca?¨®n y victoria de lucha. Nada ni nadie nos har¨¢ retroceder".
Espa?a 'orienta' a la oposici¨®n, seg¨²n Cuba
F. O. El Ministerio del Interior cubano denunci¨® el viernes en un encuentro con la prensa extranjera acreditada en La Habana "un intento apoyado por Estados Unidos para organizar una plataforma democr¨¢tica de oposici¨®n en el interior de Cuba" que estar¨ªa integrada por "partidos artificiales encabezados por disidentes orientados desde Espa?a y Venezuela", con referencia directa al l¨ªder de la protesta cubana en Europa, Carlos Alberto Montaner, asilado en Madrid.
El representante del Ministerio del Interior que se reuni¨® con los corresponsales extranjeros es el coronel Eduardo Delgado, adscrito a la inteligencia cubana. Seg¨²n ¨¦ste, un periodista espa?ol que visit¨® recientemente Cuba con motivo de los Juegos Panamericanos fue el encargado de hacer llegar a los opositores cartas con pautas de actuaci¨®n en las que, siempre seg¨²n el citado jefe militar, se pretend¨ªa la creaci¨®n de corrientes pol¨ªticas ajustadas al liberalismo, la socialdemocracia y la democracia cristiana.
Los supuestos destinatarios de esas misivas ser¨ªan Gustavo Arcos, Mar¨ªa Elena Cruz Varela, Elisardo S¨¢nchez Santa Cruz, Roberto Luque Escribano y Oswaldo Vallas Pardi?as, que integran un prestigioso grupo de intelectuales opositores cubanos que han preferido permanecer en la isla y no trasladarse a Miami o a Madrid para hacer directamente oposici¨®n en el interior. Muchos de estos disidentes son personas habitualmente conocidas por periodistas y diplom¨¢ticos extranjeros, como es el caso de Gustavo Arcos, presidente del comit¨¦ cubano en el interior pro derechos humanos, hasta el punto de que algunas canciller¨ªas les tienen ya registrados como invitados habituales a sus recepciones oficiales en representaci¨®n de una oposici¨®n que, aunque no organizada, s¨ª existe a nivel de dirigentes en la isla.
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