Sergu¨¦i no quiere servir a la URSS
Cientos de j¨®venes sovi¨¦ticos han desertado del Ej¨¦rcito Rojo durante los ¨²ltimos d¨ªas
Sergu¨¦i tiene 18 a?os, mide m¨¢s de 1,90 y asegura que no se siente con fuerzas para servir en el Ej¨¦rcito sovi¨¦tico. Hace ahora dos semanas, d¨ªas antes del golpe de Estado frustrado, Sergu¨¦i decidi¨® desertar de su batall¨®n, en las tropas antia¨¦reas del Ej¨¦rcito Rojo, y volver a su casa en las afueras de Mosc¨². Llevaba dos meses de servicio militar y no pod¨ªa aguantar la vida en el cuartel ni las continuas novatadas a que eran sometidos ¨¦l y sus compa?eros de cuartel."La vida en el Ej¨¦rcito es insoportable", dice. "El servicio militar en la URSS es de dos a?os, y cuando llegan los novatos, los soldados que llevan ya muchos meses en el cuartel se ensa?an con ellos. No se puede aguantar. Eso fue lo que me ayud¨® a tomar una decisi¨®n que me puede costar ocho a?os de c¨¢rcel. Adem¨¢s, estaba enfermo y nadie me hac¨ªa caso. ¨²ltimamente alistan en el Ej¨¦rcito a personas incapacitadas, porque necesitan gente".
No quiere explicar qu¨¦ enfermedad ten¨ªa, y parece que se le revuelven las tripas cuando va a contar algunas de las novatadas que sufri¨®. "Prefiero no recordarlas", dice con cara de circunstancias.
Sergu¨¦i consigui¨® ropas de civil y un autom¨®vil que le facilitaron unos amigos y abandon¨® su cuartel en Pichora, a unos 2.000 kil¨®metros al norte de Mosc¨². Regres¨® a casa de sus padres, en un pueblo cercano a la capital sovi¨¦tica, y all¨ª permaneci¨® escondido sin saber qu¨¦ hacer ni a qui¨¦n acudir. "Yo no me imaginaba que habr¨ªa un golpe militar", a?ade. "Sencillamente, me fui porque no pod¨ªa m¨¢s. Ahora me alegro de que hayan fracasado en el intento, y conf¨ªo en que la nueva situaci¨®n me evite ir a la c¨¢rcel".
Por lo pronto, el joven ruso abandon¨® su escondite el pasado mi¨¦rcoles y se present¨® en la oficina de reclutamiento de la Guardia Nacional rusa como voluntario. All¨ª fue bien acogido por los responsables del proyecto.
Como Sergu¨¦i, hay cientos de j¨®venes sovi¨¦ticos que han desertado recientemente del Ej¨¦rcito Rojo. Unos por cuesti¨®n pol¨ªtica, otros por problemas f¨ªsicos o mentales, o simplemente porque no pueden aguantar la vida militar.
Adem¨¢s, ha trascendido que en los ¨²ltimos tres a?os murieron m¨¢s de 15.000 soldados mientras cumpl¨ªan su servicio militar en la Uni¨®n Sovi¨¦tica, m¨¢s de los que murieron en los ocho a?os de guerra en Afganist¨¢n. La situaci¨®n es tan grave que existe un comit¨¦ de madres de soldados que lleva meses pidiendo al Parlamento sovi¨¦tico una investigaci¨®n sobre la situaci¨®n de los j¨®venes que cumplen el servicio militar.
Las muertes de los soldados siguen todav¨ªa sin investigarse. El movimiento de rechazo al servicio militar parece que va tomando cuerpo en el pa¨ªs cada vez con m¨¢s contundencia. Sobre todo, despu¨¦s; del golpe de Estado frustrado.
Aunque no hay datos oficiales, el n¨²mero de deserciones desde el pasado d¨ªa 19 de agosto a aumentado de forma significativa.
Muchos j¨®venes de la URSS han pensado que la nueva situaci¨®n ser¨¢ m¨¢s favorable para los que decidan abandonar un ej¨¦rcito tremendamente impopular y vuelvan a sus casas para ofrecerse como voluntarios en las futuras guardias militares que creen los Estados que se independicen.
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