Kerenski y Gorbachov
En EE UU comparan a Gorbachov con Mois¨¦s, diciendo que no llegar¨¢ como l¨ªder del pueblo a la tierra prometida. Parece muy acertada esa opini¨®n: el presidente de la -a¨²n- URSS aparece como el aut¨¦ntico perdedor del intento del golpe de Estado, tanto dentro como fuera de su pa¨ªs. A fin de cuentas, los cabecillas del golpe no gozaban de un prestigio que pudiesen perder ahora. Pero es curioso y triste observar c¨®mo al principio los opositores al golpe, encabezados por Yeltsin, temen por su vida y piden su vuelta al poder. Vuelve Gorbachov y ahora le desprecian. Se arroja sobre ¨¦l la sombra de una duda: el que pudiera estar implicado en el golpe. Pero, adem¨¢s que los indicios est¨¢n yendo en sentido negativo, Gorbachov, desde que est¨¢ en el poder, se ha mojado tanto a escala internacional que una acci¨®n radicalmente distinta s¨®lo podr¨ªa descalificarlo y destrozar la consideraci¨®n que la URSS tiene.Y en el concierto internacional parece que r¨¢pidamente se ha olvidado el papel jugado por el personaje m¨¢s destacado de los ¨²ltimos a?os. El caso m¨¢s descollante es el de los dirigentes alemanes, que hasta ahor¨¢ recalcaban su agradecimiento a Gorbachov por haber facilitado la reunificaci¨®n. Hasta los medios de comunicaci¨®n parec¨ªan regocijarse subrayando la humillaci¨®n sufrida por el presidente sovi¨¦tlco en el Parlamento ruso. Ahora se idolatra a Yeltsin, del que, sin negar su valent¨ªa y su trayectoria, hay que convenir que su reiterada intransigencia y arrogancia supon¨ªa una buena raz¨®n, entre otras, para propiciar la reacci¨®n de los conservadores. Y lo que no resulta muy ¨¦tico es abogar por transiciones lentas y moderadas en pa¨ªses occidentales y de relativa o muy poca importancia, y, en cambio, pedir que en una superpotencia, con todo el peso y la complejidad de las diversas estructuras del r¨¦gimen, se produzca una conversi¨®n de la noche a la ma?ana. A buen seguro que el propio Gorbachov sabe que su protagonismo en la escena pol¨ªtica va a extinguirse en poco tiempo, y creo que es precisamente ahora cuando hay que hacerle justicia, y no esperar a que con el paso de los a?os lo haga la historia.- .
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