Hassan II libera a Serfaty y le expulsa a Par¨ªs
Abraham Serfaty, el preso pol¨ªtico m¨¢s antiguo de Marruecos, fue liberado ayer, tras 17 a?os en prisi¨®n, y expulsado a Francia. Serfaty, de 65 a?os, se encontraba encarcelado en el centro de Kenitra, a unos 50 kil¨®metros de Rabat, cumpliendo cadena perpetua. Serfaty fue conducido al aeropuerto de Casablanca entre grandes medidas de seguridad y embarcado en un avi¨®n con destino a Par¨ªs, adonde lleg¨® por la tarde. Para justificar su liberaci¨®n y su env¨ªo a Francia, las autoridades marroqu¨ªes, a trav¨¦s del ministro del Interior, Driss Basri, se?alaron que Serfaty no es ciudadano marroqu¨ª, sino brasile?o.
Caminando con la ayuda de una muleta, embutida su corpulencia en unos pantalones vaqueros y una camisa celeste, con el pelo y el mostacho de color gris, Serfaty agradeci¨® a su llegada al aeropuerto parisiense de Orly "la ayuda del pueblo franc¨¦s, y en especial del partido comunista y el ala izquierda del Partido Socialista". El opositor marroqu¨ª, que fue recibido por su esposa, Christine Daure-Jovine, y representantes del Ministerio franc¨¦s de Asuntos Exteriores, reiter¨® sus convicciones marxistas-leninistas y afirm¨® que su excarcelaci¨®n prueba que el r¨¦gimen marroqu¨ª "ha entrado en su fase final". Seg¨²n Serfaty, su puesta en libertad ha sido "incondicional" ."Esta misma ma?ana [por ayer]", cont¨®, "mis abogados vinieron a la prisi¨®n de Kenitra y me dijeron que era un hombre libre por completo". Sus cuatro primeros a?os de c¨¢rcel, relat¨®, fueron "duros", pero luego las condiciones de detenci¨®n Se "suavizaron", para ser "aceptables" en los ¨²ltimos tiempos.
La expulsi¨®n de Serfaty se ha llevado a cabo en virtud de una singular orden firmada por el ministro del Interior e Informaci¨®n, Driss Basri, en la que se asegura que el recluso es de nacionalidad brasile?a, que nunca ha pose¨ªdo la nacionalidad marroqu¨ª y que debido a esta situaci¨®n jur¨ªdica es procedente la expulsi¨®n del extranjero del territorio nacional. La afirmaci¨®n del ministro del Interior marroqu¨ª ha sorprendido en medios pol¨ªticos y jur¨ªdicos, por cuanto nadie ha puesto nunca en duda la marroquinidad de Abraham Serfaty, nacido en Casablanca hace 65 a?os y residente en esta ciudad hasta 1974, fecha de su detenci¨®n.
Una componenda jur¨ªdica
Con esta componenda administrativa y jur¨ªdica el ministro del Interior marroqu¨ª consigue deshacerse de un problema y liberar a Serfaty sin contradecir al rey Hassan II, que reiteradamente ha venido afirmando que no conceder¨¢ la gracia real al detenido mientras ¨¦ste no reconozca la marroquinidad del S¨¢hara. El pasado julio, en una entrevista concedida a la cadena de televisi¨®n francesa TF-1, Hassan II se opuso una vez m¨¢s a liberar a Serfaty, con el argumento de que este opositor marxista-leninista de origen jud¨ªo rechazaba la "marroquinidad" del S¨¢hara occidental. En esa misma entrevista, el monarca jerifiano anunci¨® que la esposa de Serfaty, ChristiIne Daure-Jovine, una ciudadana francesa, no podr¨ªa volver a poner los pies en Marruecos.
La liberaci¨®n de Serfaty llega en un momento delicado para el Gobierno de Marruecos, que intenta concentrar todos sus esfuerzos en el refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n del S¨¢hara occidental, edificando para ello un frente interior con todos los partidos de la oposici¨®n, que reh¨²yen el intento y reclaman la democratizaci¨®n del pa¨ªs, la modificaci¨®n de la Constituci¨®n y la liberaci¨®n de los presos pol¨ªticos.
Fruto de este forcejeo fue la liberaci¨®n, el pasado mes de agosto, de un grupo de 40 detenidos pol¨ªticos, entre los que se encontraban cinco seguidores del grupo de Abraham Serfaty, configurado en prIncipio por 139 miembros. Casi todos ellos han sido liberados ya en los ¨²ltimos a?os, y s¨®lo quedan en prisi¨®n tres detenidos. Hace seis meses, la familia de Mohamed Ufkir, el general que se suicid¨® en circunstancias poco claras tras un intento fallido de regicidio en 1972, se benefici¨® de una medida de gracia similar.
La liberaci¨®n de Serfaty llen¨® de gozo a la oposici¨®n marroqu¨ª en Francia. Abelmumen Diuri, el m¨¢s c¨¦lebre opositor marroqu¨ª en el exilio, exclam¨®: "Estoy loco de alegr¨ªa. Durante mucho, mucho tiempo Serfaty ha simbolizado la libertad en Marruecos". Diuri, el escritor y hombre de negocios expulsado en junio por el Gobierno franc¨¦s a Gab¨®n y autorizado poco despu¨¦s por la justicia gala a volver a Par¨ªs, record¨® que todav¨ªa existen en el reino jerifiano cerca de 800 presos pol¨ªticos contabilizados por las Organizaciones humanitarias, entre ellos los oficiales del Ej¨¦rcito detenidos en Tazmamart y numerosos islamistas condenados a muerte.
Diuri afirm¨® en Par¨ªs que segu¨ªa manteniendo su oferta de renunciar a la publicaci¨®n de su libro A qui¨¦n pertenece Marruecos a cambio de la liberaci¨®n de todos los presos pol¨ªticos del reino jerifiano.
Por su parte, el escritor franc¨¦s Gilles Perrault, autor de Nuestro amigo el rey, expres¨® tambi¨¦n su alegr¨ªa personal por la liberaci¨®n de Serfaty, que calific¨® de una "gigantesca victoria de los defensores de los derechos humanos en todo el mundo".
Perrault ironiz¨® sobre la supuesta nacionalidad brasile?a de Serfaty, y record¨® que pertenece a una vieja familia jud¨ªa marroqu¨ª y que fue condenado en 1977 como "s¨²bdito marroqu¨ª".
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