El Bar?a golea al Hansa jugando a medio gas
El Barcelona super¨® con un notable alto la primera evaluaci¨®n de esa asignatura que tiene pendiente llamada Copa de Europa. Gole¨® al Hansa de Rostock jugando a medio gas y puso en evidencia al t¨¦cnico del conjunto alem¨¢n Uwe Reinders, quien asegur¨® que su equipo ganar¨ªa por 2-0. Y es que en esta vida no hay nada m¨¢s atrevido que la ignorancia.El Bar?a de Johan Cruyff tendr¨¢ muchos defectos, pero no es ignorante en la materia futbol¨ªstica. Ha iniciado el curso de forma vacilante, pero una vez desperezado comienza a dar muestras de su potencial. Tambi¨¦n el socio cul¨¦ dio muestras de su madurez y de haber superado el s¨ªndrome de aquella final de Sevilla y por eso casi llen¨® el Camp Nou, atendiendo al llamamiento del club.
El conjunto azulgrana afront¨® el encuentro sin tres piezas vitales de su armaz¨®n, Bakero, Nando y Amor. Esta circunstancia no complic¨® la vida a Cruyff, que dispone de un banquillo de lujo. El t¨¦cnico holand¨¦s s¨®lo se permiti¨® una frivolidad, alinear a Guardiola.
El Hansa de Rostock tambi¨¦n aline¨® a sus mejores hombres. El equipo alem¨¢n tambi¨¦n tiene a sus extranjeros, pero adquiridos en el mercado de rebajas.
La diferencia entre un conjunto y otro se puso de manifiesto a los dos minutos justos de juego, cuando Nadal cabece¨® fuera un bal¨®n que le envi¨® Stoichkov. El Bar?a estaba bien armado atr¨¢s, con Koeman y sus dos escuderos, Ferrer y Juan Carlos; pertrechado en el centro del campo y aguerrido delante con el b¨²lgaro Stoichkov de estilete. El Hansa, por el contrario, utilizaba un sistema arcaico, un 4-4-2, desarrollado por hombres de escasa calidad y pocos recursos.
A pesar de su superioridad, al Bar?a le cost¨® encontrar el camino. El conjunto azulgrana se inclin¨® por la izquierda, precisamente ahora que est¨¢ ideolog¨ªa est¨¢ de capa caida. Todo su juego se fue hacia la zona de Witschge que comenz¨® vacilante y dando muestras de fragilidad, pero que en cuesti¨®n de segundos justific¨® las razones por las que Cruyff se enamor¨® de su f¨²tbol.
Cuando N¨²?ez vi¨® lo que hizo este holand¨¦s de aspecto ani?ado entendi¨® la tozudez de Cruyff en contratarle. "Tiene guantes, tiene guantes en los pies", gritaron desde la tribuna. Y la verdad es que era para pesnarlo. La forma en que elabor¨® el primer gol fue majestuosa. El Camp Nou respir¨®. Y el fantasma de Sevilla despareci¨®.
El Bar?a estaba en el buen camino, pero necesitaba m¨¢s y por eso Cruyff removi¨® el banquillo tras el descanso. En un intento de dar m¨¢s fluidez a la banda derecha, en la que durante toda la primera mitad estuvieron inoperantes Eusebio y Goikoetxea, sent¨® al primero para dar entrada a Begir¨ªstain, en labores de 6 y correr a Nadal hacia la derecha. Casualidad o no, lo cierto es que Goiko despert¨® de su letargo y nada m¨¢s iniciarse el segundo periodo facilit¨® el segundo tanto a Laudrup. Todo estaba visto para sentencia. El Hansa apenas reaccion¨® y acab¨® como un pato mareado, con sus jugadores perdidos en la inmensidad del Camp Nou.
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