Berlusconi, el nuevo entrenador

Silvio Berlusconi tambi¨¦n ha cedido a la tentaci¨®n. El magnate de la televisi¨®n no se conforma ahora con ser el presidente del Milan, sino que quiere controlar los aspectos t¨¦cnicos de su equipo. En Italia se habla ya del Berlusconi entrenador. ?l, mientras, no oculta su nuevo papel en el calcio, y en las conferencias de prensa no se limita a hablar como antes del Milan empresa, sino de la. t¨¢ctica que emprender¨¢ su equipo.

Berlusconi est¨¢ obsesionado con dos temas: la ruptura sistem¨¢tica del mito creado en torno a Arrigo Sacchi, y con ello, la convicci¨®n de que el espect¨¢culo en el f¨²tbol pasa por tener dos puntas fijos y en que ¨¦l est¨¢ capacitado para ejercer como t¨¦cnico. Quiz¨¢ por esto ¨²ltimo el presidente del Milan recuerda siempre que ¨¦l ha sido entrenador. "Pero no de un equipo de pueblo, sino de un equipo regular que participaba en campeonatos de alevines y juniors de la federaci¨®n de f¨²tbol, y ganando siempre los campeonatos. Pues bien, entonces siempre hac¨ªa entrar a un jugador de refresco en la media para aumentar su capacidad ofensiva", argumenta.Esta nueva actitud de Berlusconi pone de manifiesto que est¨¢n ya muy lejos aquellos tiempos en que ¨¦l se presentaba como "el primer hincha del Milan" y que una nueva etapa se ha abierto en el club milan¨¦s. Este nuevo papel del presidente metido a t¨¦cnico ha puesto en un dif¨ªcil lugar al entrenador Fabio Capelo, que ve c¨®mo el primero tiene derecho a hacer sugerencias, mientras ¨¦l se siente legitimado en su condici¨®n de ex jugador y t¨¦cnico para actuar como mejor le parezca.

Capelo es un hombre que habla sin despegar mucho los labios y que da siempre la sensaci¨®n de caminar de puntillas y que adem¨¢s sabe que este a?o, entre otras cosas, debe sacrificar a uno de los grandes jugadores del equipo. Gullit parece ser el elegido. El holand¨¦s se ha quedado relegado a un segundo t¨¦rmino en el equipo, ya no es la pieza indispensable de antes. Gullit lo sabe y, por si no se hubiera dado cuenta, Capelo, en varios entrenamientos, le ha sacado del primer equipo en beneficio de Boban, su sustituto. Mientras, oficialmente el Milan intenta acallar los rumores, y para ello esta misma semana hizo p¨²blico un comunicado en el que aseguraba que el club busca un punta y no un centrocampista.

La sombra de Boban

Pero la sombra de Boban se cierne sobre el holand¨¦s, aunque Berlusconi tambi¨¦n lo desmienta: "Hemos tranquilizado a Gullit, pero ha habido interferencias de algunos medios de comunicaci¨®n que se han aprovechado de frases poco claras para sacar falsas conclusiones. Todos recordamos la imagen de Gullit en su primer a?o en el equipo. Despu¨¦s de la lesi¨®n que sufri¨® ha tenido que recuperarse y a veces, de hecho, parece el de antes. Es un jugador de primera l¨ªnea, y si fuera italiano todos los equipos lo querr¨ªan. Cuando se habla de jugadores extranjeros para un equipo que quiere estar en la ¨¦lite se piensa en lo m¨¢ximo".

Donadoni, otro supertitular del Milan, es tambi¨¦n cuestionado por Capelo, pero no por Berlusconi. "No est¨¢ descontado que se quede fuera. ?l nos permite pasar de un 4-4-2 a un 4-3-3, con una media m¨¢s fuerte", ha dicho el presidente. Capelo, haciendo caso omiso de estas indicaciones, lo sustituy¨® poco despu¨¦s en una alineaci¨®n por Cornacchini, dejando a un lado tambi¨¦n el sistema que le gusta al presidente.

El jugador ha respondido de forma contundente: "Tengo que saber si la sociedad todav¨ªa me necesita y de qu¨¦ modo pretende utilizarme. Creo que en estos a?os siempre se me ha considerado un elemento flexible capaz de adaptarse a las exigencias deol equipo. No creo que haya un compl¨® contra m¨ª, pero es mejor definir mi situaci¨®n".

Donadoni y Gullit no son los dos ¨²nicos problemas en el Milan de Berlusconi. Al equipo le siguen faltando sus dos mejores cualidades: el juego por las bandas y su f¨¦rrea defensa. Por si esto fuera poco, las relaciones del vestuario se han deteriorado. Hace unos d¨ªas, unas de las piezas claves del organigrama del Milan, Guido Susini, present¨® su carta de dimisi¨®n. El 1 de octubre Susini estar¨¢ en el equipo rival, el Inter.