Un alto emisario de Mosc¨² llega a La Habana para tratar de la retirada de tropas
ENVIADO ESPECIALEl viceministro de Asuntos Exteriores sovi¨¦tico, Valeri Nikolaenko, lleg¨® ayer a La Habana en visita oficial de tres d¨ªas, la primera que un alto responsable de la URSS realiza a la isla caribe?a tras el reciente anuncio hecho en Mosc¨² por Mija¨ªl Gorbachov de retirar todos sus efectivos militares de Cuba.
Nikolaenko tratar¨¢ de concertar con el r¨¦gimen de Fidel Castro un posterior viaje del ministro de Exteriores, Bor¨ªs Pankin, a la isla, en el curso del cual se supone que se Fijen las condiciones de evacuaci¨®n del contingente militar sovi¨¦tico todav¨ªa destacado en Cuba. [El presidente de EE UU, George Bush, afirm¨® ayer en Chicago que el poder de Castro se desmoronaba en Cuba, y vaticin¨® que el ¨²ltimo basti¨®n comunista en occidente pronto ser¨ªa una democracia].
Esta visita se produce en un momento en que las relaciones entre Mosc¨² y La Habana atraviesan la mayor crisis de los ¨²ltimos 30 a?os, y obedece a un intento de las autoridades sovi¨¦ticas de calmar el enojo de los cubanos, que llegaron a calificar de "inapropiada" la decisi¨®n de Gorbachov de repatriar a lo que ¨¦l evalu¨® como 11.000 soldados destacados en la isla.
Pese a esta evaluaci¨®n del proprio Gorbachov, lo cierto es que se piensa que la cifra real es menor, ya que se considera como estrictamente militares s¨®lo a 7.800 hombres, seg¨²n estad¨ªsticas militares internacionales.
Nikolaenko, anterior responsable de la diplomacia sovi¨¦tica para Am¨¦rica Latina y ex embajador de la URSS en Nicaragua, es un viejo conocido en La Habana, que ha visitado en varias ocasiones y en la que goza de buenas amistades, especialmente dentro de la nomenklatura.
La visita del emisario ha sido acogida con extrema frialdad. Los cubanos recibieron como un mazazo la decisi¨®n de Gorbachov. que fue tomada en presencia del secretarlo de Estado norteamericano, James Baker, y lleg¨® a la canciller¨ªa de la isla a trav¨¦s de los informativos de la cadena de televisi¨®n CNN y de los despachos de las agencias de noticias extranjeras.
El enojo de La Habana hacia Gorbachov se hizo patente en las siguientes lloras y con una velocidad inhabitual a trav¨¦s de un comunicado del Gobierno, y fue explicado ampliamente d¨ªas despu¨¦s por el diario Gramma.
El ¨®rgano oficial del partido ¨²nico dijo que Cuba estaba dispuesta a aceptar la decisi¨®n siempre que Estados Unidos desalojara la base militar de Guant¨¢namo, situada en el extremo oriental de la isla y que Washington controla desde 1903.
Desconcierto diplom¨¢tico
Nikolaenko llega a La Habana mientras sigue vacante el puesto de embajador de su pa¨ªs. Para mayor sorpresa del r¨¦gimen castrista, el anterior embajador de la URSS en Cuba, Yuri Petrov, despu¨¦s de ser despedido con todo el boato que el sistema ha vertido brindando hasta ahora a los pol¨ªticos sovi¨¦ticos de ese rango, es en estos momentos uno de los principales colaboradores del presidente ruso, Bor¨ªs Yeltsin, considerado en La Habana como el mayor enemigo que tiene Cuba dentro de la Uni¨®n Sovi¨¦tica.
Petrov fue uno de los pol¨ªticos que secundaron a Yeltsin, el archienemigo de Cuba, en la arenga constitucionalista que dirigi¨® al pueblo ruso en pleno golpe de Estado, desde un carro de combate apostado junto al Parlamento moscovita.
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