Virtuoso comienzo

Vladimir Spivakov y sus Virtuosos de Mosc¨², que residen actualmente en el Principado de Asturias, inauguraron la temporada musical con un concierto patrocinado por el Banco NatWest con motivo de la inauguraci¨®n de su nueva sede social.Un programa breve, que permiti¨® a los m¨²sicos moscovitas ofrecer numerosos bises, inclu¨ªa el Concierto groso n¨²mero 2 de la obra 3, de Haendel, y la Sinfon¨ªa n¨²mero 29 en la mayor, de Mozart, separadas por la Oraci¨®n del torero, de Joaqu¨ªn Turina. Fue en esta p¨¢gina donde los Virtuosos, que merecen tal adjetivaci¨®n uno a uno y como colectivo, lograron la m¨¢s alta calidad de la tarde. La p¨¢gina de Turina son¨® con gracia y poes¨ªa netamente espa?olas y sin rozar, ni por un momento, m¨¢s pintoresquismo que el tan dosificado y de buena ley que el autor puso en su aire de pasodoble contrastante con el tema l¨ªrico y meditativo.

Bien construida y fraseada, quiz¨¢ sobr¨® potencia en la sinfon¨ªa mozartiana, una de esas invenciones en las que el salzburgu¨¦s derroch¨® imaginaci¨®n para, como dec¨ªa Pedrel de Alb¨¦niz, "tirar la m¨²sica por la ventana".

El orden barroco, lleno de luces de Italia, campea en los conciertos de la opus 3 de Haendel, ejemplo de una dial¨¦ctica instrumental, te?ida por una expresi¨®n melanc¨®lica o animada por la caracter¨ªstica y vital continuidad de lo barroco -el movimiento hecho m¨²sica- que los solistas de Mosc¨² tocan con perfecci¨®n y esplendor, con lo que la reacci¨®n entusiasta del p¨²blico fue tan un¨¢nime como c¨¢lida.