La guerrilla y el Gobierno de El Salvador rubrican el final de 11 a?os de guerra

El secretario general de la ONU, Javier P¨¦rez de Cu¨¦llar, tuvo una intervenci¨®n de alta diplomacia para interrumpir el silencio con el que las dos partes presentes firmaban ayer el acuerdo hist¨®rico que marca el final de la guerra de El Salvador. "Se oyen las plumas solamente" -sonrisas de los firmantes-, "pero no se preocupen, eso es lo mejor que puede pasar. Al fin y al cabo las palabras se las lleva el viento, pero la tinta queda y se seca".
Con tinta borraron ayer el Gobierno y la guerrilla salvadore?os, en una sala de la planta 38 del edificio de las Naciones Unidas en Nueva York, toda la sangre derramada durante once a?os de una guerra cuyos horrores espantaron al mundo y desestabilizaron a Centroam¨¦rica entera. Con tinta El Salvador entr¨® ayer en el camino de su reconciliaci¨®n definitiva con la esperanza firme de que, ahora s¨ª, los dos bandos silencien las armas y trabajen por una paz estable y duradera.Cuando empezaron a circular las copias del acuerdo, el principal dirigente del Frente Farabundo Mart¨ª para la Liberaci¨®n Nacional (FMLN), Joaqu¨ªn Villalobos, estaba tan nervioso que no sab¨ªa ni donde: firmar. A su lado estamparon su r¨²brica los otros cuatro comandantes: Fern¨¢n Cienfuegos, Shafick Handal, Leonel Gonz¨¢lez y Roberto Roca.
El presidente salvadore?o, Alfredo Cristiani, prefiri¨® estar ausente. Tal vez fue demasiado para ¨¦l situarse a la misma categor¨ªa de los comandantes a los que hasta hace d¨ªas llamaba terroristas; o, tal vez, sab¨ªa las consecuencias que eso podr¨ªa tener entre la uItraderecha que lo llev¨® al poder. En su nombre firm¨® el ministro de la Presidencia, Oscar Santamar¨ªa. Y, por parte de Naciones Unidas, lo hizo Alvaro de Soto, el cerebro gris en cuyo haber hay que contar el mayor porcentaje de este ¨¦xito.
El contrato de su vida
"Toma, Shafick", le dice Villalobos a su viejo compa?ero de armas mientras le pasa una carpeta verde. "?Esto que es?", le pregunta. "Nuestra copia del acuerdo", le contesta con la ilusi¨®n de quien acaba de poner su nombre bajo el contrato m¨¢s importante de su vida.
Era muy pronto para pensar en lo que estos hombres vestidos de verde olivo toda su vida har¨¢n a partir de ahora. Todos saben que quedan en su pa¨ªs cuchillos afilados y ansiosos de acabar con sus vidas a la primera oportunidad, pero tambi¨¦n, saben que el retroceso de la violencia es imparable y que los siniestros escuadrones de la muerte tendr¨¢n que rendirse, finalmente, a la evidencia de lo que ayer ocurri¨® en Nueva York.
El acuerdo firmado ayer incluye la creaci¨®n de "una polic¨ªa nacional civil", la "depuraci¨®n de las fuerzas armadas y su subordinaci¨®n a las autoridades constitucionales y a los derechos humanos", la reforma del sistema de propiedad de la tierra y la creaci¨®n de una comisi¨®n nacional para la consolidaci¨®n de la paz integrada por "dos representantes del Gobierno, incluido un miembro de las fuerzas armadas, dos del FMLN y uno por cada uno de los partidos con representaci¨®n parlamentaria".
Pero habr¨¢ todav¨ªa que discutir como se cumple de una manera operativa con todos estos compromisos: c¨®mo se depura el Ej¨¦rcito, qui¨¦n integra la polic¨ªa, c¨®mo se reducen las fuerzas armadas.
El acuerdo de Naciones Unidas deja en manos de una, futura comisi¨®n ad hoc la responsabilidad de encontrar los mecanismos para la reforma de las fuerzas armadas, que quedan definidas en este pacto como "una instituci¨®n ajena a toda consideraci¨®n pol¨ªtica". La nueva polic¨ªa nacional se convertir¨¢, adem¨¢s, en el primer cuerpo armado que escape del control militar. La Comisi¨®n Nacional para la Consolidaci¨®n de la Paz supervisar¨¢, con el asesoramiento de la Iglesia cat¨®lica, la ejecuci¨®n de estos acuerdos y estar¨¢ facultada para preparar las reformas legales que son necesarias, para garantizar la paz con una democracia plena en El Salvador. Esta comisi¨®n entrar¨¢ en funcionamiento diecis¨¦is d¨ªas despu¨¦s de que entre en vigor el alto el fuego, cuya fecha no est¨¢ determinada todav¨ªa.
Las dos partes creen que todo esto costar¨¢ todav¨ªa alg¨²n tiempo, pero el camino hacia el objetivo final de la paz ha quedado limpio de los principales obst¨¢culos. P¨¦rez de Cu¨¦llar dijo que el nudo gordiano del conflicto salvadore?o "ha quedado desatado".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.