Glaciar
A¨²n vive mucha gente dentro de los glaciares. Ahora acaba de aparecer el cad¨¢ver de un hombre antiguo que ha permanecido congelado 4.000 a?os bajo las nieves del Tirol, pero es probable que el fr¨ªo haya dejado intacta e hibernada una civilizaci¨®n en las entra?as del casquete polar, la cual s¨®lo est¨¢ esperando un deshielo cient¨ªfico para comenzar a moverse de nuevo. Los glaciares se desplazan, se van fundiendo lentamente a medida que alcanzan espacios m¨¢s solares, de modo que esa civilizaci¨®n viene hacia el sur por el interior de los valles petrificados, y el pulso de sus habitantes se pondr¨¢ a latir otra vez cuando consigan el grado de calor preciso. No es dificil imaginar en la profundidad del hielo a una multitud congelada en un instante cualquiera de su vida mientras cada uno ejecutaba una acci¨®n anodina. Entre helechos de piedra hay gente matando todav¨ªa a un reno o mujeres que est¨¢n peinando a sus hijas en la puerta de casa, hechiceros preparando los imanes para la magia, jueces primitivos con el brazo levantado impartiendo justicia, unos curtiendo el cuero, otras cosiendo con fibras de ¨¢lamo o pariendo en compa?¨ªa de los venados. Un d¨ªa esa sociedad purificada por varios milenlos de fr¨ªo saldr¨¢ a la superficie para continuar la acci¨®n en el punto donde la hab¨ªan dejado al sobrevenir el sucesivo y gigantesco alud. Esa gente seguir¨¢ actuando sin saber que entre dos latidos de su coraz¨®n han pasado miles de a?os, y cuando eso suceda nosotros estaremos sepultados bajo .p¨¦treas capas de basura industrial y en su momento estos hombres del hielo tambi¨¦n tendr¨¢n arque¨®logos. Despu¨¦s de abrir profundos pozos en la zona templada, alg¨²n sabio que hoy es todav¨ªa un salvaje hibernado descubrir¨¢ estratos de calaveras humanas amasadas con restos de ordenadores y pistolas. Nosotros no tendremos tanta suerte como ellos, ya que esta miseria no alcanzar¨¢ nunca la resurrecci¨®n. Se habr¨¢ podrido muy bien no s¨®lo debido al calor, sino al absurdo que arduamente hab¨ªa conquistado.
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