El certamen coreografico reparti¨® casi tres millones
La angloespa?ola Deborah Greenfield recibi¨® el pasado viernes el primer premio del V Certamen Coreogr¨¢fico de Madrid, celebrado en la sala Olimpia. Su coreograf¨ªa Fuego quieto fue un interesante ensayo de abstracci¨®n sobre la automotivaci¨®n y los impulsos que operan en el flamenco, con una hechura muy original, casi reducida al movimiento de manos y pies. El segundo premio fue para el malague?o Tom¨¦ Arauzo, por Al sur... ?oz¨²!, una fren¨¦tica pieza de acci¨®n f¨ªsica y poco desarrollo. El tercero recay¨® en la barcelonesa Mar G¨®mez, que realiz¨® un personal¨ªsimo ejercicio de t¨¦cnica e interpretaci¨®n. G¨®mez confeccion¨® una desternillante borrachuza que se mec¨ªa en el euf¨®rico brindis de La Traviata con un movimiento pegado a las notas del vals que demostraba c¨®mo el c¨®digo del lenguaje contempor¨¢neo puede traspasar la falta de sentido si se tiene claro para qu¨¦ y c¨®mo utilizarlo.El certamen, que se desarroll¨® durante cuatro d¨ªas en condiciones perfectas -el equipo t¨¦cnico del teatro se llev¨® el aplauso m¨¢s largo y merecido- y con gran afluencia de p¨²blico (todos de la profesi¨®n), ha tenido este a?o una subida de nivel con ideas m¨¢s variadas, aunque siguen sin apreciarse signos de madurez creativa. La mayor¨ªa de las piezas se sujetan en ejercicios de academia que mueren en s¨ª mismos. -
El riesgo que corren estos j¨®venes bailautores al tener que enfrentarse a un trabajo largo se hizo patente en la pieza Vicbina Vitomartis, que se estren¨® el s¨¢bado despu¨¦s de la actuaci¨®n de los premiados. La pieza estaba firmada por los valencianos Catalina Vilana y Antonio Aparisi, ganadores de la anterior edici¨®n del certamen, no alcanz¨® la m¨¢s m¨ªnima consistencia esc¨¦nica y los cuatro int¨¦rpretes, quiz¨¢ abrumados por la responsabilidad, tampoco dieron lo mejor de s¨ª mimos, colaborando a la muerte lenta del inter¨¦s.
El jurado del certamen, presidido por la brit¨¢nica Lea Anderson, concedi¨® a Juan Gragera y Olga Calleja las becas norteam¨¦ricanas de estudio, dotadas con una bolsa de 500.000 pesetas cada una.
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