Mercenarios de la m¨²sica
Una boda, una grabaci¨®n o un concierto son, indistintamente, el medio de vida de muchos profesionales
Se dejan la piel en el escenario. Su vida es la m¨²sica. Tocan por dinero y en cualquier grupo, hoy con unos ma?ana con otros. Lo mismo amenizan una boda que dan un concierto en la madrile?a plaza de toros de Las Ventas con lleno hasta la bandera. Todos han pasado los treinta, y muchos ya tienen descendencia. En casi todos los grupos que han triunfado han aportado su oficio alguna vez. Son los mercenarios de la m¨²sica.
?ete ensay¨® sus primeros compases con un tambor que le trajeron los Reyes Magos. A los 14 ya tocaba con Karina. De El ba¨²l de los recuerdos pas¨® a La chica de qyer, canci¨®n m¨ªtica del ya desaparecido grupo madrile?o, Nacha Pop. Con Antonio Vega, cantante del grupo, y el resto de la banda pas¨® ocho a?os.De ese tiempo ?ete recuerda sobre todo el p¨²blico incondicional. Luego vinieron Sabina, Mercedes Ferrer, Los Romeos, La Mode, Toreros Muertos, Derribos Arias y Los Secretos. Ahora toca la bater¨ªa con La Frontera. "Donde trabajo me pringo y me lo tomo como si fuera mi propia historia", dice ?ete. "Estoy bien en todos los sitios. Un grupo hay que curr¨¢rselo, cada uno aporta sus propias vivencias", dice.
Pijos y escupitajos
?ete ha cumplido 38 a?os, est¨¢ casado y tiene un hijo de ocho a?os. Por su aspecto parece un eterno adolescente, recoge su pelo en una coleta y calza botas Looky Look. De los grupos con los que ha tocado recuerda las ni?as pijas que segu¨ªan a Los Secretos y a los inefables hermanos Urquijo, los escupitajos de los punkis que aplaud¨ªan a Derribos Arias y el monumental concierto con Sabina en la plaza de todos de Las Ventas.Intercala sus actuaciones con producciones de discos, grabaciones como m¨²sico de estudio y organizador de fiestas, como las de la Villa de Madrid o Las de Diario Pop. Este bater¨ªa cree que los mercenarios son buenos paca la m¨²sica porque "cuanto m¨¢s experiencia se tiene mejores condiciones tienes para trabajar y aportas mas madurez".
De la misma opini¨®n es Vicente Ferrer, bajo del grupo Xana y m¨²sico ocasional de jazz. "La experiencia es un grado", asegura tajante. Tiene 38 a?os, y su curr¨ªculo incluye actuaciones en bodas y bautizos, bailes de sal¨®n y fiestas populares.
"No soy elitista, no soy de esos que dicen yo s¨®lo hago jazz". Para mantener a su hijo de 11 a?os y pagar la pensi¨®n de su ex mujer se encarga del mantenimiento de los equipos de sonidos de dos salas madrile?as especializadas en la programaci¨®n de jazz. "Con esto me saco un fijo. Con Xana, el grupo en el que toco el bajo, la historia es m¨¢s experimental. Trabajo por dinero, pero no me vendo a cualquiera. No me meter¨ªa a trabajar en un comercio ocho horas".
Empez¨® a los 17, y por propia experiencia sabe que el p¨²blico de bailes de sal¨®n "pasa de la ejecuci¨®n de los m¨²sicos. Lo ¨²nico que quieren es danzar en- las pistas". El p¨²blico de jazz va a los conciertos a escuchar, "aunque", dice, "de los 214 que asisten, escuchar, escuchan siete".
Otro mercenario, Maki Fern¨¢ndez Arnaiz, natural de Baracaldo, empez¨® en 1978 con Glutamato Ye-y¨¦, grupo en el que cantaba un himno al Alt¨¦tico de Madrid titulado Mucho m¨¢s que once. Ahora aquello est¨¢ olvidado y presenta un programa de m¨²sica en Telemadrid, Pop 7. Canta en Los Pecadores -"aqu¨ª demuestro mi experiencia profesional como m¨²sico y compongo mis propios temas"- y dedica sus mejores ratos a Buenas Vibraciones, grupo que hace psicodelia psicotr¨®pica.
Ni ruidos ni emociones
I?aki encuentra mucha diferencia entre el p¨²blico de principios de los ochenta, denominado nueva olero, con el de los noventa, del que dice: "No quieren ni complicaciones, ni ruidos, ni emociones fuertes". Considera su actuaci¨®n estelar un concierto en la plaza de toros de Las Ventas con un grupo mezcla, Glutamato Ye-y¨¦ y Derribos Arias, en el que 30.000 personas en pie y con pa?uelos blancos les llamaban cabrones a ¨¦l y a Poch, cantante de Derribos Arias. Y espera "acabar como Joselito cuando deje de ser mercenario dentro de unos a?os".Jos¨¦ Antonio Romero, de 33 a?os, casado y con una ni?a, se confiesa mercenario de esta profesi¨®n: "Me gusta tocar en diferentes grupos, porque se abarca m¨¢s aspectos de la m¨²sica". Toca la guitarra como m¨²sico de estudio de grabaci¨®n. Ha trabajado en los programas de Miguel R¨ªos Qu¨¦ noche la de aquel a?o y es guitarrista en un grupo llamado Vitaminas con el Gran Wyoming, donde no gana mucho dinero pero se divierte.
Tambi¨¦n forma parte de un grupo de jazz, Luz Big Bang, donde toca temas propios. Ha grabado con Antonio Flores, Manolo Tena, Mecano, Joaqu¨ªn Sabina, Miguel Bos¨¦, Paco Ortega e Isabel Montero, Patricia Kr¨¢us y discut¨® mucho tocando con Ana Bel¨¦n en el teatro Espa?ol.
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