La maestr¨ªa de Berio
La presencia en Alicante del conjunto Antidogma M¨²sica que dirige Paolo Ferrara (Mil¨¢n, 1958) ha permitido ofrecer una resumida muestra de las corrientes musicales italianas representadas por un autor de la generaci¨®n de 1901, Giacinto Scelsi; dos de la de 1931, Enrico Correggia y Luciano Berio; otros de la de 1946, Federido Ermirio y Sandro Gorli, y dos de la de 1961, a los que han unido al espa?ol Enrique Mac¨ªas (Vigo), 1958).Desde que Italia, gracias a las creaciones y ense?anzas de maestros como Dallapiccola y Petrassi, se incorpor¨® a los nuevos movimientos musicales, un grupo muy amplio de compositores viene dando ininterrumpidamente la doble lecci¨®n de su originalidad y su bien hacer. Quiz¨¢s los italianos fueron los. primeros en demostrar con sus obras c¨®mo era falso el t¨®pico del esperantismo de las un d¨ªa denominadas tendencias vanguardistas. A trav¨¦s de diversas mudanzas y oleadas generacionales siguen dici¨¦ndonos c¨®mo existe un pensamiento sonoro, una est¨¦tica y unos lenguajes caracterizadamente italianos, lo que ha quedado de manifiesto ahora desde la espl¨¦ndida O. King de Berio hasta los Tropi de Catliglione, pasando por las obras de encargo del genov¨¦s Federico Ermirio (Alchar, un sogno) y del spezino Enrico Correggia (L'ultimo volo), de inspiraci¨®n po¨¦tica y motivaci¨®n en la que se a¨²nan el sentimiento ecol¨®gico y el del hombre en su soledad a partir de unos versos de Gianpiero Bona.
Antidogma M¨²sica
Obras de Ermirio, Adriano Guarnieri, Castagnol¨ª, Scelsi, Correggia, Gorli, Berio y Mac¨ªas. Auditorio de la Caja de Ahorros Provincial de Alicante. D¨ªas 26 y 27.
Admirable p¨¢gina
Berio, en su admirable. p¨¢gina sobre Lutero King, logra uno de sus tan bellos trabajos en los que la maestr¨ªa, la condici¨®n y la luminosidad instrumental, la que se incorporan los fonemas de la soprano, estilizan, investigan y sugieren.El historial de Enrique Mac¨ªas y su complejo autodidactismo es el de su inconformismo. Nobilissima visione / Postludio, estrenada ahora, nos invita a un viaje espacial y temporal por ¨¢mbitos ac¨²sticos que semejan algo previo a la organizaci¨®n de los sonidos cuando, en realidad, es ¨¦sta la que provoca esas sensaciones y situaciones de tiempo y lugar.
Los impulsos, las prolongaciones, los ecos, todo cuanto contribuye a la salvaci¨®n de las instant¨¢neidades parece formar cuerpos transparentes m¨®viles, a veces, y en ocasiones fugitivos, pero siempre multiformes y de rara fuerza atractiva. Si quien escucha lo hace activamente, con af¨¢n de vivir los mundos que se le proponen, se sorprende en el ejercicio de un casi ritual. Sin embargo, cuanto hace Mac¨ªas es sencillo en el fondo, algo as¨ª como una naturaleza imaginaria superpuesta a la real. Las versiones del grupo italiano, del pianista Roberto Bollea en una funci¨®n convergente y dimanante, as¨ª como la lucidez del director Ferrara, contribuyeron a la clara exposici¨®n de la obra.
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