Vocaci¨®n pol¨ªtica

Tal vez dirigirme a usted no sea sino un eufemismo, pues vaya a saber qui¨¦n lee estas cartas y pondera su conveniencia para su publicaci¨®n. Son varias, con ¨¦sta, las que escribo, sin lograr que aparezcan en su peri¨®dico.Estas reflexiones tienen relaci¨®n con el art¨ªculo del se?or Joaqu¨ªn Leguina aparecido el 3 de septiembre y titulado Insectos y popes.

Hay que tener bolas, ri?ones, tripas o como quiera llamarse para escribir una par¨¢bola sobre la defunci¨®n definitiva del capitalismo sin al mismo tiempo llamarse a silencio para siempre, luego de renunciar, como es l¨®gico, a todo cargo p¨²blico y a todas las prebendas que provienen de pertenecer a la nomenklatura espa?ola. En este caso, Jorge Luis Borges hubiera reconocido y recomendado, lisa y llanamente, el suicidio. Pero Leguina sigue y seguir¨¢ lustrando curules, con sus fondillos. Tiene lo que se dice vocaci¨®n pol¨ªtica, y los tiempos todav¨ªa corren a su favor. Con leer unos cuantos art¨ªculos y alg¨²n librito de divulgaci¨®n al uso (tiempo libre u ocio no habr¨¢ de faltarle) puede articular una columnita un tanto jocosa sobre dinosaurios y hormigas, que har¨¢ decir a sus correligionarios: "Joder, Leguina tambi¨¦n piensa".Pues resulta que a Leguina se le ocurren tres preguntitas a las que naturalmente no da respuesta porque, como consumado y consumido pol¨ªtico que es, el instinto de mando le obliga a ser ponderado. Que se equivoque Lenin, Marx, Fidel Castro, el Che, hasta el propio Hegel. Leguina es m¨¢s inteligente y democr¨¢tico que cualquiera de ellos. Se?ala el problema, porque hay que presentar la imagen de preocupado y estudioso, pero para la respuesta ya habr¨¢ tiempo.

Pero lo que le pone la tapa al pomo es que, despu¨¦s de descalificar al capitalismo y descalificarse ¨¦l mismo, este presidente de la Comunidad de Madrid recomienda la exportaci¨®n de las bondades capitalistas europeas a todo el orbe. En realidad no sabe exactamente para qu¨¦, pero intuye, inteligentemente, que esa nueva colonizaci¨®n servir¨ªa de entretenimiento a los europeos, un tanto amodorrados en esta racha de bienestar que les toca vivir, no se sabe por qu¨¦ capricho irracional de la historia. Yo creo que el momento no puede ser m¨¢s oportuno: el a?o que viene conmemoran los godos los 500 a?os de la ocupaci¨®n colonial de Am¨¦rica. La colonizaci¨®n que recomienda Leguina dejar¨ªa las cosas como estaban.-