El Real Madrid ech¨® un borr¨®n a ¨²ltima hora
El Real Madrid super¨® la primera eliminatoria de la Copa de la UEFA pero ech¨® un borr¨®n. No pudo rubricar su pase a la siguiente ronda con una victoria en su campo frente a un conjunto como el Slovan de Bratislava, cuyo objetivo fue evitar salir goleado del Santiago Bernab¨¦u. El equipo madridista se tuvo que conformar con un pobre y raqu¨ªtico empate a uno, para mayor amargura conseguido por sus rivales en el ¨²ltimo minuto del encuentro, pero mereci¨® el triunfo por su mayor n¨²mero de oportunidades para marcar.El conjunto madridista nunca vio peligrar la eliminatoria, que ya encarril¨® con su victoria en el partido de ida en Bratislava. S¨®lo necesit¨® tiempo para abrir la poblada defensa del Slovan. Para ellos requiri¨® casi toda la primera parte, hasta que lleg¨® el tanto de Alfonso con el que firm¨® su deb¨² en una Copa europea y ello a pesar de la posici¨®n en que le coloc¨® su entrenador. Alfonso, un delantero nato y oportunista que sabe pisar el ¨¢rea, se vio obligado a desempe?ar funciones defensivas.
Con anterioridad al gol de Alfonso, el Madrid goz¨® de un par de claras ocasiones para abrir el marcador. En una de ellas, el rumano Hagi, uno de los hombres m¨¢s cuestionados de la plantilla madridista, lanz¨® al larguero una falta que sobre ¨¦l cometi¨® el l¨ªbero del conjunto checoslovaco, Gloneck, y que le cost¨® la ¨²nica tarjeta amarilla del encuentro. Hagi, picado por las cr¨ªticas que incluso presagian su marcha del Madrid, se convirti¨® en uno de los jugadores m¨¢s activos de su equipo. Por sus pies pasaron las mayores oportunidades de peligro. Los espectadores le despidieron con aplausos al ser sustituido.
El Slovan plant¨® una muralla de hombres en su ¨¢rea. La ausencia de su mejor jugador, el delantero internacional Pecko, sancionado con tres partidos por el tono con que se dirigi¨® al ¨¢rbitro tras finalizar el encuentro de ida, redujo su parcela ofensiva a un s¨®lo hombre, Timko. La estrategia del Slovan empobreci¨® el juego. El equipo madridista tampoco ex puso demasiados alicientes. El partido aburri¨® a los espectadores y los hinchas del grupo Ultra Sur gritaron en m¨¢s de una ocasi¨®n el nombre de Antic, como si de un jugador m¨¢s se tratara. El entrenador madridista tambi¨¦n jug¨® su particular partido, aunque no saltara al c¨¦sped. Su rival se llama Leo Beenhakker, el t¨¦cnico holand¨¦s que en las pr¨®ximas horas llegar¨¢ a Madrid con la amenaza del elevo del yugoslavo.
El Madrid pretendi¨® conseguir en el primer tiempo la ventaja suficiente en el marcador para dar por sentenciado el partido. Pese su mediocre juego, fiel reflejo del actual f¨²tbol espa?ol, como demostr¨® la selecci¨®n en Islandia, mereci¨® el solitario tanto de Alfonso. El Slovan s¨®lo busc¨® una derrota honrosa. Su primer disparo en todo el partido lleg¨® cuando se aproximaba la hora de juego.
El entrenador madridista sustituy¨® a sus dos hombres m¨¢s destacados de la noche: Hagi, uno de los pocos que trataron de paliar la escasa calidad que se vio en el partido, y Alfonso, por su oportunismo en el remate. Son las cosas de Antic. El Madrid intent¨® el segundo gol de la tranquilidad, pero no lleg¨®. Uno y otro equipo dieron por bueno el solitario gol de Alfonso, a la espera de retirarse a los vestuarios. Pero lleg¨® el borr¨®n del empate cuando nadie no esperaba, ni el propio equipo checoslovaco.
El Madrid pag¨® as¨ª el relajamiento con que afront¨® su partido ante un Slovan de Bratislava que dio por perdida la eliminatoria tras el partido de Ida. El conjunto checoslovaco result¨® un rival lento e inocente, facilidades que no supieron rentabilizar los madridistas y sobre todo su t¨¦cnico, influenciado por la sombra amenazante de Beenhakker, preparado para sustituirle en cualquier momento.
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