Triunfo femenino

La representante femenina de entre los tres m¨¢s aventajados alumnos de la escuela taurina de Madrid que se disputaban el triunfo final, Cristina S¨¢nchez, cuaj¨® una sensacional actuaci¨®n en el tercer novillo y super¨® a sus rivales masculinos. Con el m¨¦rito a?adido para ella y sus compa?eros de que se enfrentaron a unos galafates de novillos de bella l¨¢mina. Serios, badanudos y de astifinas e impresionantes arboladuras, eran m¨¢s propios de festejos con picadores.Cristina, que de salida cont¨® con el apoyo del mujer¨ªo, encendi¨® a todo el cotarro nada m¨¢s recibir con mandonas y art¨ªsticas ver¨®nicas de rizo a su primer enemigo. Someti¨® su vibrante embestida con las armas imprescindibles para vencer a la casta: distancia, pies clavados, cargaz¨®n de la suerte, mando en el muletazo y l¨ªmpido remate tras la cadera, que permite ligar el siguiente pase.

A la perfecta y exquisita ejecuci¨®n de redondos, naturales y pases de pecho, a?adi¨® improvisados adornos de su particular inspiraci¨®n y un desplante final con el abigarrado novillo sometido, antes del colof¨®n de un estoconazo hasta las cintas que sigui¨® a un pinchazo en hueso, pero en lo alto.

El sexto era de catadura m¨¢s sosia y se quedaba corto, por lo que: Cristina, que esta vez fall¨® a espadas, s¨®lo pudo mostrar pinturero garbo y torer¨ªa. Con ¨¦ste se luci¨® con los rehiletes su igualmente joven subalterno Vicente Yangue El Charro.

Tambi¨¦n los hombres sacaron buena nota en este examen de altas exigencias. Rafael Gonz¨¢lez, quien banderille¨® a sus dos morlacos con f¨¢cil oficio, alumbr¨® ortodoxia, temple y arrojo, lo que. le cost¨® una cayunca del cuarto cuando entr¨® a ley a despenarlo. Mario G¨®mez albore¨® p¨¢tina de lidiador y dibuj¨® suaves suertes de gran clase.