Nursult¨¢n Nazarb¨¤iev, un zar con mucha suerte
El presidente de Kazajst¨¢n aparece como el ¨²ltimo escudo frente a los conflictos ¨¦tnicos
Se llama Nursult¨¢n Nazarb¨¢iev. Tiene 51 a?os. Su padre era pastor. Sabe lo que es el duro trabajo en una fundici¨®n. Nur, en kazajo, significa afortunado. El sult¨¢n de Kazajst¨¢n tiene suerte. Pero tambi¨¦n posee intuici¨®n, reflejos y visi¨®n de futuro.
Puede tratar de t¨² a t¨² a Bor¨ªs Yeltsin y a Mija¨ªl Gorbachov. Es interlocutor privilegiado de George Bush, James Baker o John Major. Promueve la uni¨®n econ¨®mica de las rep¨²blicas de la antigua URSS, contribuye a pacificar el C¨¢ucaso, cierra un siniestro pol¨ªgono de pruebas nucleares y nada como pez en el agua por la compleja escena pol¨ªtica de su pa¨ªs. Demuestra que, con pragmatismo, la estabilidad y el cambio hacia la prosperidad son posibles en las brasas del agonizante imperio sovi¨¦tico.Alm¨¢ At¨¢, doce de la ma?ana del s¨¢bado 5 de octubre, Casa de los Cient¨ªficos. Un nuevo partido, el Congreso Popular de Kazajst¨¢n, celebra su asamblea constitutiva. Nursult¨¢n Nazarb¨¢iev se dirige a los congregados. "Todav¨ªa es posible en nuestra rep¨²blica un golpe como el que fracas¨® en agosto", asegura. "Aunque ya no existe el aparato del antiguo partido comunista [rebautizado como socialista], hay muchos hombres situados en posiciones claves que quieren tomarse la revancha".
El zar de Kazajst¨¢n defiende la necesidad de que exista en su territorio una regi¨®n militar subordinada tanto a Mosc¨² como a Alm¨¢ At¨¢, se muestra partidario de elecciones directas para conseguir "un poder ejecutivo fuerte", y recuerda que soberan¨ªa no es lo mismo que aislamiento y que la primera no es nada sin desarrollo econ¨®mico. Proclama la necesidad de librar una gran batalla para fabricar productos' manufacturados de alta calidad, llama la atenci¨®n sobre el riesgo de una nueva Yugoslavia en las cenizas de la URSS, encomia las leyes del mercado y afirma que habr¨ªa que prohibir a los grupos que, como Alash, "llaman al odio ¨¦tnico e incitan a peligrosos nacionalismos".
De entre el coro de aplausos entusiastas surgen voces infiltradas. La disputa verbal casi degenera en una pelea callejera. "Nos est¨¢ -calumniando. Nos llama fascistas. Si violamos la ley, que lo demuestre y nos meta en la c¨¢rcel, a ver si se atreve". Bolatbek Ahmed Al¨ª, de 39 a?os, es vicepresidente del partido radical isl¨¢mico Alash, que propugna la implantaci¨®n de una rep¨²blica isl¨¢mica, sin otra ley que la sharia, los preceptos del Cor¨¢n, no s¨®lo en Kazajst¨¢n, sino tambi¨¦n en todo el territorio de Asia central de la antigua URSS, en el Turquest¨¢n oriental chino y en Turqu¨ªa.
Es la voz discordante en un coro de opiniones favorables a Nazarb¨¢lev: "No tenemos pres¨ªdente. No lo eligi¨® el pueblo. Es un pelele de Gorbachov y se limi.ta a cumplir sus ¨®rdenes. Pero ya ?e llegar¨¢ su hora".
Alash es un extremo del espectro pol¨ªtico de Kazajst¨¢n. En el otro est¨¢ un fantasma, cada vez con menos base popular pero a¨²n con los enormes medios de un poder que hasta hace apenas nada era monopol¨ªstico: el part¨ªdo comunista. Tras la revolucion de agosto, Nazarb¨¢iev se apresur¨® a dimitir como secretario general del PC y a situarse por encima de los partidos.
Quiso as¨ª erigirse en presidente de todos los habitantes de una rep¨²blica m¨¢s extensa que toda la Comunidad Europea y con 16 millones de habitantes, en la que hay un 40% de kazajos, los mismos que rusos; cerca de un mill¨®n de alemanes; tal vez otros tantos ucranios; unos centenares de miles de coreanos y t¨¢rtaros, y cifras menos significativas de uzbekos, ulgures, chichenos: hasta 130 etnias diferentes. Excepto Rusia, tal vez no haya otro mosaico humano tan abigarrado en toda la antigua URSS.
El tigre herido comunista
Los comunistas, ahora socialistas, representan la pol¨ªtica de rusificaci¨®n forzosa, primero de los zares y luego de los bolcheviques. Su futuro parece precario. Pero es un tigre herido que a¨²n puede hacer mucho da?o con sus melladas garras.
Por los amplios territorios del centro pol¨ªtico, hay una serie de formaciones que sostienen que la coexistencia entre kazajos y rusohablantes es posible. Es el caso de Unidad, que, aunque se pro clama inter¨¦tnica, representa en la pr¨¢ctica los intereses de los europeos. "Defendemos la idea de la construcci¨®n de un Estado civil y democr¨¢tico en Kazajst¨¢n en el que no exista supremac¨ªa de ninguna nacionalidad, sino del individuo", afirma Yuri Start sev, de 56 a?os, copresidente del movimiento. El contrapeso de Unidad es el movimiento civil Azat. Como sef¨ªala su copresidente Mija¨ªl Isinaliev, de 63 a?os, ex ministro de Asuntos Exteriores, su objetivo es "agrupar a las fuerzas nacionales y patri¨®ticas para crear una sociedad democr¨¢tica y un Estado independiente que haga renacer a la naci¨®n kazaja y desarrollar los diferentes grupos ¨¦tnicos nacionales que existen en esta tierra".
Azat, a?ade Isinaliev, exige que se mantenga la integridad territorial de Kazajst¨¢n, sin que se cree ninguna regi¨®n aut¨®noma, y que lo kazajo se convierta en la se?a de identidad de la rep¨²blica. "Hay que recuperar nuestra cultura y nuestra lengua. ?Sabe usted que el 40% de los j¨®venes kazajos ni siquiera hablan el idioma de su pueblo? Que rusos y miembros de otras nacionalidades sigan viviendo aqu¨ª, pero que no olviden a qui¨¦n pertenece Kazajst¨¢n".
Es un modelo que no coincide con el de Nazarb¨¢iev, contrario a la supremac¨ªa de cualquier etnia. Pese a ello, Isinaliev, y previsiblemente gran parte de los simpatizantes de Azat, le votar¨¢n sin dudarlo. "Es un pol¨ªtico realistay sabe aprender de sus errores. As¨ª lo demostr¨® despu¨¦s del golpe. Tiene iniciativa, una fuerte voluntad y domina las cuestiones econ¨®micas" *
Salvo Alash y los comunistas, todo el mundo parece confiar en Nazarb¨¢iev. ?ste es el caso del .Congreso Democr¨¢tico Popular (CDP), que aspira a llegar al poder antes de un a?o, pero que, al menos de momento, se muestra tambi¨¦n dispuesto a respaldar al actual presidente en unas elecciones para las que a¨²n no hay fecha, pero que probablemente se celebrar¨¢n dentro de unos meses.
En pleno proceso constituyente del partido, su principal impulsor, Olzhas Suleimenov, de 55 a?os, diputado de la URSS, prestigioso poeta kazajo en lengua rusa, justifica su entrada de lleno en la pol¨ªtica por el riesgo de vuelta al pasado y la aparici¨®n de "peligrosos grupos nacionalistas y separatistas". El CDP, cuyo compromiso m¨¢s firme es con la democracia y con el "reconocimiento del hombre como valor social m¨¢ximo", se muestra partidario de la proclamaci¨®n de independencia por el Parlamento (dominado a¨²n por los comunistas), y del "renacimiento de la naci¨®n kazaja" dentro de la%gualdad y desarrollo libre de todas las nacionalidades". Un lenguaje un tanto confuso (de hecho, Suleimen-ov es partidario del mantenimiento de lazos con la antigua Uni¨®n) que hace difilcil marcar las diferencias con Azat.El espectro ¨¦tnico
Aunque no siempre expresado con claridad por los dirigentes pol¨ªticos, un temor subyace en el ambiente: el estallido de la violencia ¨¦tnica, que podr¨ªa ocasionar un ba?o de sangre, habida cuenta de la composici¨®n ¨¦tnica de Kazajst¨¢n. Los kazajos reclaman lo que, dicen, les arrebat¨® el colonialismo ruso pero sigue siendo suyo: su riqueza y su identidad. Los rusos y algunas de las otras minor¨ªas, que proclaman con orgullo que contribuyeron al desarrollo de la rep¨²blica, temen sufrir los efectos de la revancha y evocan con inquietud los disturbios inter¨¦tnicos que tuvieron lugar en diciembre de 1986.
Nazarb¨¢iev, capaz de compatibilizar la independencia econ¨®mica con el mantenimiento de una uni¨®n renovada, es para ellos una garant¨ªa delestabilidad,
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