Dos alemanes obtienen el Nobel de Medicina por su trabajo sobre. la comunicaci¨®n de las c¨¦lulas
Dos cient¨ªficos alemanes, Erwin Neber y Bert Sakinann, de 47 y 49 a?os, respectivamente, son los galardonados este a?o con el Premio Nobel de Medicina por su trabajo sobre la comunicaci¨®n de las c¨¦lulas con el exterior a trav¨¦s de canales i¨®nicos. La investigaci¨®n ha dado lugar a una verdadera revoluci¨®n en la biolog¨ªa celular y permitido la comprensi¨®n de diversas enfermedades, como la diabetes y la fibrosis, qu¨ªstica, y el desarrollo de nuevos medicamentos. Los dos investigadores son los primeros alemanes que obtienen este premio desde la II Guerra Mundial.
Seg¨²n se explica en los fundamentos de la adjudicaci¨®n del premio, anunciado ayer, cada c¨¦lula viva est¨¢ rodeada de una membrana extraordinariamente delgada que la separa del medio ?en que vive. En dicha membrana ,existen canales que sirven de v¨ªas de comunicaci¨®n con el exterior. Cada uno de ellos est¨¢ constituido por una mol¨¦cula simple o compleja que tiene la propiedad -de dejar pasar ¨¢tomos de diferente carga el¨¦ctrica, denominados iones. Estos canales regulan las condiciones de vida y las funciones de las c¨¦lulas tanto en circunstancias normales como en caso de alteraci¨®n por enfermedad.Los fisi¨®logos Neher y Sakmann desarrollaron conjuntamente una t¨¦cnica que permite registrar la corriente, extremadamente peque?a (del orden de milbillon¨¦simas de amperio), que ,atraviesa un canal i¨®nico. La singularidad de esta t¨¦cnica consiste en que permite escuchar c¨®mo una mol¨¦cula individual del canal modifica su forma y dirige el flujo de la corriente en el espacio de algunas millon¨¦simas de segundo. Estas investigaciones probaron definitivamente la existencia y el funcionamiento de los canales i¨®nicos.
Los cient¨ªficos premiados determinaron con precisi¨®n qu¨¦ es lo que ocurre cuando un canal i¨®nico del tama?o equivalente a un ion de sodio o de cloro se abre y se cierra. Estos conocimientos y esta nueva herramienta de an¨¢lisis revolucionaron la moderna biolog¨ªa en los ¨²ltimos 10 a?os, .desarrollaron la investigaci¨®n y -contribuyeron a clarificar el mecanismo celular de numerosas enfermedades.
Las c¨¦lulas nerviosas, as¨ª como las c¨¦lulas productoras de .hormonas y las aplicadas a la defensa del organismo, tienen la propiedad de liberar sustancias almacenadas en el seno de la c¨¦lula en gr¨¢nulos revestidos de una membrana. Cuando se estimula esta c¨¦lula se produce un desplazamiento de los gr¨¢nulos hacia la superficie de ella. Con el equipo electr¨®nico construido por ambos cient¨ªficos, la calidad de la resoluci¨®n es tal que permite registrar el momento en que cada peque?o gr¨¢nulo de almacenamiento se combina con la membrana celular.
Renacimiento en Europa
La elecci¨®n de Sakmanny Neher-bi¨®logo el primero y m¨¦dico el segundo- para compartir este Premio Nobel es un claro reconocimiento de algo que se aprecia desde -hace ya alg¨²n tiempo entre la comunidad cient¨ªfica internacional, el gran renacimiento de la investigaci¨®n en la vieja Europa. Neher y Sakmann son los primeros alemanes que obtienen el Nobel de Medicina desde .el final de la II Guerra Mundial, en un campo que ha estado abrumadoramente dominado por Estados Unidos. "La alegr¨ªa me ha dejado sin habla", dijo Neher, que dirige en la actualidad el Instituto Max Planck de Qu¨ªmica Biofisica, en la ciudad universitaria de Gottingen, en Baja Sajonia, donde, junto con Sakmann, realiz¨® durante 13 a?os las investigaciones sobre los canales i¨®nicos que sirven de comunicaci¨®n entre las c¨¦lulas del cuerpo humano. Sakrnar¨ªn se traslad¨® en 1989 al Instituto de Investigaci¨®n M¨¦dica de la Max Planck en Heidelberg.
El curr¨ªculo de ambos cient¨ªficos evidencia, asimismo, c¨®mo se produce en la ¨²ltima d¨¦cada este reflujo hacia Europa. Neher, casado y padre de cinco hijos, naci¨® en la peque?a localidad b¨¢vara de Landsberg en 1944, estudi¨® F¨ªsica en la Universidad T¨¦cnica de M¨²nich y posteriormente se traslad¨® a Estados Unidos. A finales de la d¨¦cada de los setenta volvi¨® a Alemania para integrarse ya en el Instituto Max Planck, una instituci¨®n p¨²blica en la que trabajan cerca de 5.000 investigadores. Sakinann afirm¨® que se enter¨® de que hab¨ªa ganado el Premio Nobel en su laboratorio cuando estaba preparando un experimento y que no tiene palabras para expresar su alegr¨ªa, aunque dedic¨® el premio a su viejo maestro Bernhard Katz.
Casado con una oftalm¨®logay padre de tres hijos, Sakinann admiti¨® ayer que la investigaci¨®n no fue su primera vocaci¨®n, ya que trabaj¨® como m¨¦dico de medicina general durante m¨¢s de dos a?os antes de cambiar de idea. "Todav¨ªa soy capaz de diagnosticar y tratar una-gripe", a?adi¨®. El premio, dijo, no va a cambiar la vida de su familia, pero con parte del dinero que re ciba se va a comprar un autom¨®vil el¨¦ctrico no contaminante y una bicicleta.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.