Gorbachov: "A nosotros nos duele todo"
Di¨¢logo con los 'capitalistas' sovi¨¦ticos
Las vanguardias del capitalismo entraron en el Kremlin la ma?ana del jueves 26 de septiembre. Ese d¨ªa, Mija¨ªl Gorbachov recibi¨® a un grupo de dirigentes de empresas privadas y directores de banco, a quienes ha nombrado posteriormente miembros de un Consejo de Empresarios, nuevo organismo de consulta del presidente.
Durante tres horas, Gorbachov y sus hu¨¦spedes discutieron sobre el golpe, el nacimiento de nuevas clases sociales, y sobre los derechos y los deberes del buen capitalista. Hablaron libremente de todo, incluso del espesor de las jeringuillas occidentales en comparaci¨®n con las rusas.?stas son las partes esenciales de un di¨¢logo sobre el capitalismo naciente, obtenido en exclusiva de uno de los participantes.
Mija¨ªl Gorbachov. Me parece bien la idea de ponernos a hablar. Pero veamos, ?de qu¨¦ se trata en realidad?
Arkadi Volski (consejero econ¨®mico del presidente). Todos los compa?eros aqu¨ª presentes tienen empresas y negocios. Y durante los d¨ªas negros para nuestro pa¨ªs, el 18, 19 y 20 de agosto, cada uno de ellos se puso en contra del golpe. Hoy todos est¨¢n de acuerdo en que las cosas ir¨ªan mejor si el presidente diera su consentimiento para la creaci¨®n de un Consejo para la Promoci¨®n Empresarial. Un Consejo al que el presidente pueda consultar, y a trav¨¦s del cual pueda examinar las propuestas de desarrollo econ¨®mico para el paso a la econom¨ªa de mercado.
M. G. Quisiera saber qui¨¦n estar¨ªa representado en este Consejo. Los empresarios, ?y adem¨¢s?, ?el comercio, por ejemplo?
A. V. Incluso el sector del comercio estar¨¢ representado. El director de los consorcios de comercio, el actual director general del Gum [el Gran Almac¨¦n en la Plaza Roja], que se ha transformado en sociedad por acciones y ha sido privatizado, tambi¨¦n estar¨¢ presente en el Consejo.
Leg Vainberg (presidente de la Asociaci¨®n de Empresas Mixtas). Se?or presidente, nosotros pasamos mucho miedo el 19 de agosto [primer d¨ªa del golpe]. Y preferir¨ªamos no pasar tanto miedo nunca m¨¢s. Se necesita un sistema de prevenci¨®n, de tutela... Los empresarios tienen que dar de comer al pa¨ªs. ?sta es nuestra tarea, nuestra profesi¨®n. Ser¨ªa rid¨ªculo que si los empresarios no pudieran alimentar al pa¨ªs lo hicieran los f¨ªsicos o quienes se ocupan de teor¨ªa. Y mientras que hace tres o cuatro a?os se pod¨ªa todav¨ªa decir que en nuestro pa¨ªs no exist¨ªa la categor¨ªa profesional de empresarios, en estos ¨²ltimos a?os ha aparecido una clase social que existe en el mundo entero y est¨¢ definida como clase media. Esta clase tiene que crecer, y es combativa.
Viad¨ªmir Tijonov (presidente de la Uni¨®n de Cooperativas). Perd¨®neme, se?or presidente, pero quisiera recordarle un decreto presidencial que ha tenido el efecto de paralizar toda la actividad empresarial.
M. G. De acuerdo, ¨¢nimo, ?de qu¨¦ decreto se trata?
V. T. Es el que permite a los ¨®rganos del KGB, en cualquier momento, de d¨ªa o de noche, entrar en un banco, en una joint-venture, en una cooperativa, y cerrarlas, llevarse todos los documentos, todos los secretos comerciales, que se respetan en todo el mundo, menos aqu¨ª.
M. G. Ya, s¨®lo que no deber¨ªan olvidar en qu¨¦ sociedad estamos, junto a ustedes, haciendo las reformas.
Voz. Nos acordamos cada vez que salimos del Kremlin.
M. G. ?Saben que en todas partes se pide cerrar, limitar, prohibir, encarcelar? Lo han o¨ªdo tambi¨¦n ustedes. Todav¨ªa tenemos mucho que hacer para cambiar la atm¨®sfera general.
V. T. La opini¨®n p¨²blica todav¨ªa no est¨¢ preparada.
M. G. Pero el proceso ha comenzado. Adem¨¢s, es lo que ustedes me han dicho, que hay ya 15 millones [que act¨²an en la esfera de los empresarios privados]. Yo multiplico esta cifra por tres [la media de los miembros de una familia en la URSS], y entonces resulta que hay 50 millones de personas en este sector.
P¨¢vel Bunich (presidente de la Uni¨®n de Peque?as Empresas). Necesitamos una ley suya, se?or presidente, sobre la libertad de empresa. La ausencia de esta ley nos asfixia. Y cuanto m¨¢s se sienta asfixiada la gente, menos trabaja. En Occidente... he visto a personas pobres convertirse en millonarias. En Occidente se estimula la iniciativa, se inventan cosas incre¨ªbles. Una jeringuilla para inyectar insulina es cien veces mejor que las nuestras. Ni siquiera te duele.
M. G. ?Te ponen una inyecci¨®n y no te duele?
P. B. No, no te duele nada.
M. G. A nosotros, sin embargo, nos duele todo.
Las limosnas del Estado
Una voz. Entre nosotros, millones de personas est¨¢n acostumbradas a nutrirse gracias a las limosnas del Estado, son econ¨®micamente pasivas. Pero pueden ser muy activas pol¨ªticamente. El Comit¨¦ golpista ten¨ªa una precisa referencia social: la parte parasitaria de la poblaci¨®n.M. G. El 40% apoyaba las posiciones del Comit¨¦ golpista.
Una voz. Quiz¨¢ en un mes o dos el Comit¨¦ habr¨ªa recibido un apoyo masivo, el apoyo de millones de personas.
M. G. ?Entienden en qu¨¦ estado est¨¢ nuestra sociedad? Precisamente ayer vi en el Vajtangov [un teatro de Mosc¨²] la obra Los ¨²ltimos d¨ªas de la vida de C¨¦sar, en la que se asesina... al mismo que... y despu¨¦s, los participantes en el asesinato se ven implicados en una guerra civil, y mueren todos. Para m¨ª, hay una gran semejanza. Por lo menos mientras tengamos una sociedad como la actual. De acuerdo, el presidente ha sido detenido, no es una tragedia. Tendremos una verdadera sociedad s¨®lo cuando la gente interprete las acciones arbitrarias como si estuvieran dirigidas contra ellos, como si fueran ellos a los que pegaran o persiguieran.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.