?Qui¨¦n da la vez para los huesos?
Cientos de mujeres han sido reconocidas en la primera campa?a contra la osteoporosis
Con la compra en una mano y un n¨²mero en la otra, 600 mujeres y alg¨²n hombre hicieron cola el primer d¨ªa para explorar el estado de sus huesos en la carpa instalada esta semana en Madrid por la Asociaci¨®n Hispana de Osteoporosis y Enfermedades Metab¨®licas Oseas (AHOEMO). "El estado es malo, de la media hacia abajo", fue el veredicto de los m¨¦dicos. El objetivo es informar y educar para la prevenci¨®n de la osteoporosis, una p¨¦rdida de masa ¨®sea que cada a?o causa 33.000 fracturas de cadera y cuesta 100.000 millones de pesetas al a?o.
Mar¨ªa Luisa Jim¨¦nez, de 70 a?os, y Carmen V¨¢zquez, de 73, pidieron su vez y alrededor de las once de la ma?ana ya estaban dentro. En la puerta de la carpa, dos guardias de seguridad terciaban entre el griter¨ªo: "?Esa que se cuela!". El frente de la cola femenina cerr¨® filas defendiendo el turno. "He venido porque soy consciente de que hay que cuidarse y sobre todo a mi edad. Los huesos, como dice el v¨ªdeo que he visto se van desmineralizando y, por lo menos, si no prevenir -que ya no es hora-, hay que intentar que no avance m¨¢s", se justificaba Mar¨ªa Luisa. "A m¨ª es que me duelen mucho los hombros y la espalda. Adem¨¢s tengo artritis y el m¨¦dico nunca me hizo este tipo de reconocimiento", explic¨® Carmen.Primero rellenaron un cuestionario sobre factores de riesgo. "?Es usted mayor de 50 a?os? ?Consume m¨¢s de 15 cigarrillos al d¨ªa? ?Realiza ejercicio f¨ªsico? ?Cu¨¢ntas veces consume al d¨ªa productos l¨¢cteos?". En funci¨®n de la puntuaci¨®n obtenida, un equipo de m¨¦dicos y enfermeras decide si el solicitante es o no un paciente de riesgo, y en caso afirmativo se le practicar¨¢ una medici¨®n de masa ¨®sea (densimetr¨ªa).
Grado de porosidad
Mientras en una peque?a sala varias personas asist¨ªan a la proyecci¨®n de un v¨ªdeo explicativo sobre la enfermedad -su origen, riesgos y prevencion-, Milagros Mart¨ªn, de 55 a?os, se somet¨ªa a pocos metros a una densimetr¨ªa dirigida por la doctora Isabel Bayona. Con el brazo derecho introducido en un emisor de rayos cat¨®dicos, el ordenador recog¨ªa el grado de porosidad del hueso. Apenas tard¨® siete minutos en confirmar que necesitaba proseguir el tratamiento ya prescrito en su hospital por padecer poliomielitis. "Me enter¨¦ de esta posibilidad por la radio y, aunque en el hospital me hicieron radiograf¨ªas, ten¨ªa miedo de seguir el tratamiento sin controlar el calcio"."Donde mejor se controla la osteoporosis es en las v¨¦rtebras lumbares y en la cabeza del f¨¦mur", explicaba V¨ªctor Portilla, el t¨¦cnico encargado del aparato de rayos X, que exploraba el estado de la columna. Las estad¨ªsticas de esta patolog¨ªa estaban al alcance de todos en los 800.000 folletos explicativos que la AHEMO reparti¨® esta semana en 40 ciudades espa?olas: casi tres millones de espa?oles padecen osteoporosis, especialmente las mujeres a partir de la menopausia.
Esta enfermedad es la causa de 33.300 fracturas anuales de cadera y de una ocupaci¨®n hospitalaria que oscila entre un 8% y un 13%. Sumando los tratamientos de otro tipo de fracturas tambi¨¦n ligadas a la p¨¦rdida de masa ¨®sea, el coste sanitario anual de la osteoporosis en Espa?a asciende a 100.000 millones de pesetas, seg¨²n un estudio epidemiol¨®gico realizado en Barcelona.
Prevenir
La osteoporosis se puede prevenir, afirmaban los m¨¦dicos. "La diferencia entre las ancianas francesas y las espa?olas es que, aunque est¨¦n igual de arrugadas, las primeras van tiesas y las segundas encorvadas y con bast¨®n", bromeaba la doctora Bayona. "Pero es que all¨ª se preocupan de prevenir la osteoporosis y se someten a tratamientos que pueden retrasar los efectos de la menopausia hasta 15 a?os".Aunque m¨¢s frecuente en las mujeres que en los hombres, por el brusco descenso hormonal que sufren las primeras en el climaterio, los varones no quedan excluidos del riesgo a partir de los 60 a?os. "Vienen pocos. Casi empujados por sus esposas, que siempre les acompa?an, y mil veces m¨¢s hipocondriacos que ellas", revelaba esta doctora.
Luis hab¨ªa venido solo y esperaba su turno, rodeado de mujeres. ?Hay que dar tambi¨¦n el apellido?, pregunt¨® al serle solicitada su opini¨®n sobre la iniciativa. Era de los pocos varones que se decidieron a acudir. "A estas edades [dijo tener 56] hay cierta inquietud sobre estos problemas". Le preocupaba, en general, la calidad de vida, "lo que pasa es que no colaboro", brome¨® admitiendo que fumaba. "Pero en la calidad de vida no influye s¨®lo el tabaco y el alcohol. Hay tambi¨¦n problemas de contaminaci¨®n ambiental, estr¨¦s; en fin, hay que ser sensible a todo lo que le rodea a uno".
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