Centenares de j¨®venes arrasan el centro de C¨¢ceres en protesta por el adelanto del cierre de los bares
Diez personas permanecen detenidas como consecuencias de los incidentes ocurridos en la madrugada de ayer en C¨¢ceres, cuando varios centenares de j¨®venes arrasaron el centro de la ciudad, quemando inclulo un edificio p¨²blico, en se?al de protesta por el horario de cierre de los bares, fijado por orden gubernativa para las 3.30. Dos empresarios de la localidad han sido identificados como instigadores de los sucesos. "Si no est¨¢s dispuesto a irte a casa a las tres, defiende tu libertad", fue el lema de los alborotadores. La ciudad extreme?a amaneci¨® con un paisaje urbano desolador.
Decenas de establecimientos aparecieron con los escaparates destrozados, farolas arrancadas, cabinas telef¨®nicas y quioscos por los suelos, contenedores de basura ardiendo. La situaci¨®n m¨¢s grave la ofrec¨ªa El M¨²ltiple, un edificio de nueve plantas que alberga todas las delegaciones ministeriales de la provincia. Su sal¨®n de actos hab¨ªa sido pasto de las llamas, con evidente peligro de fuego para todo el inmueble.Seg¨²n testigos presenciales, a las tres de la madrugada comenzaron a cerrar sus puertas los pubs de La Madrila, punto de encuentro de la movida cacere?a y donde hasta hace unos d¨ªas se pod¨ªa permanecer tomando copas hasta las cinco, las seis o las siete de la ma?ana. Ante la presi¨®n ciudadana y algunos incidentes, la gobernadora civil de C¨¢ceres, Alicia Izaguirre, hab¨ªa ordenado que el cierre fuese general a las 3.30.
Pasamonta?as y palos
Poco a poco, en la denominada plaza de Albatros fueron concentr¨¢ndose miles de j¨®venes. "Voces, protestas, c¨¢nticos, algunos insultos a la autoridad, pero sin pasar a mayores", relata Luis. "La gente comenz¨® a abandonar el lugar y parec¨ªa que nada iba a pasar. Transcurrida una hora se iniciaron los incidentes" a?ade. "Comenzaron quemando contenedores, algunos llevaban pasamonta?as y palos, y arrasaban con todo lo que se les pon¨ªa por delante", comenta Alicia, un ama de casa que desde su vivienda pudo presenciar parte de los hechos.
"Con piedras, barras y palos destrozaron las lunas del Banco Hipotecarlo, Caja de Extremadura e, incluso, del Banco de Espa?a, en cuyo interior hab¨ªa dos guardias civiles", relata Alicia. A su lado, muy nervioso, Jos¨¦, propietario de una tienda de ropa, recoge a¨²n cristales del suelo. "Se han llevado lo que han querido", se lamenta. "Que no nos pringuen a todo en esto", se justificaba un chaval autoproclamado heavy. "Se?ora, que yo, por la pinta, no soy un sinverg¨¹enza. Salgo, bebo, me gusta la m¨²sica y la noche y ya est¨¢". All¨ª mismo, otro vecino cuenta que escuch¨® golpear la puerta: "Baj¨¦ y vi que un grupo se lanzaba contra m¨ª. Sub¨ª aterrorizado y llam¨¦ a la polic¨ªa".
Todo el paisaje urbano aparec¨ªa distorsionado. A una enorme estatua del conquistador Hern¨¢n Cort¨¦s se le hab¨ªa colocado una gran farola a modo de espada. "Corr¨ªan de un lado para otro y llegaron hasta el Gobierno Civil, golpeando sus puertas", cuenta un testigo.
"Hab¨ªa como una histeria colectiva", dice un joven que admite que particip¨® en los primeros incidentes. "Ya sabes, tirar contenedores y eso, pero despu¨¦s me asust¨¦. '?A divertirse, a divertirse!', gritaban. Me dio miedo y me fui para casa". La intervenci¨®n del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa disolvi¨® a los manifestantes, contabiliz¨¢ndose algunos heridos leves entre los j¨®venes y los agentes.
Seg¨²n fuentes oficiales, entre 400 y 1.000 j¨®venes participaron en los incidentes. "La diferencia entre el hombre y el mono est¨¢ en que el hombre es capaz de sentir verg¨¹enza por sus propios actos, y me queda la esperanza de que estos j¨®venes sean capaces de avergonzarse", manifest¨® la gobernadora civil de C¨¢ceres, Alicia Izaguirre, muy afectada.
"Intentaron arrasar C¨¢ceres y llevaban mucho alcohol dentro. La ley se va a cumplir y si no, sentir¨¢n, su peso", dijo tras advertir que se mantendr¨¢ el horario de cierre a las 3.30 de la madrugada. Alicia Izaguirre afirm¨® que testigos presenciales hab¨ªan identificado entre los alboratores a dos empresarios: "Pepe Ilizaur, propietario del pub Blues, y Pedro Prado, de Los Faunos, el primero, induciendo a quemar un quiosco, y el segundo, encabezando la algarab¨ªa".
El alcalde de C¨¢ceres, Carlos S¨¢nchez Polo, calific¨® el hecho de "irracional por parte de los j¨®venes, pero no as¨ª por sus instigadores, que lo ten¨ªan pensado", en alusi¨®n a unas octavillas que hab¨ªan sido repartidas durante la tarde anterior por muchos bares. "Si realmente est¨¢s dispuesto a que nadie te ponga un horario, ap¨®yanos, manifiesta tu indignaci¨®n y desacuerdo con la se?ora gobernadora", dec¨ªa el panfleto.
Patrimonio de la humanidad y 'movida' urbana
C¨¢ceres, patrimonio de la humanidad, presume de sus piedras y de su movida. Una ciudad peque?a, de apenas 80.000 habitantes, pero con una poblaci¨®n juvenil muy superior al censo oficial, producto de la universidad y de un Centro de Instrucci¨®n de Reclutas.La movida copa dos zonas de la localidad: la plaza Mayor, antesala de la ciudad medieval, y La Madrila, en la parte nueva. Y ambas zonas tienen dos horarios distintos: en la plaza, hasta las tres de la madrugada, y en La Madrila, a partir de ah¨ª y hasta las cinco, seis, siete o hasta que el cuerpo aguante.
1 El Ayuntamiento vela por las normas interiores de los establecimientos en materia de ruido y sanidad, y el horario de cierre lo autoriza el Gobierno Civil. "Se puede tener tolerancia con el cierre cuando el cierre se mueve dentro de un margen, y si no, hay que cortar", dijo el alcalde cacere?o. Y as¨ª ha sido. La tranquilidad de la movida se ha visto alterada en los ¨²ltimos meses por protestas ciudadanas e inc¨ªdentes que molestaban, sobre todo, al vecindario.
Cortar el abuso
El Gobierno Civil impuso entonces el cierre obligatorio a las 3.30 sin excepciones. "Ante una actitud de tolerancia por parte de la autoridad, se ha llegado a un punto de abuso, y hab¨ªa que cortar", a?ade el alcalde de C¨¢ceres. En ello coincide Antonio Fern¨¢ndez, secretario de las Juventudes Socialistas: "Hay que sanear la movida, y que sea seria, responsable y fresca".
La pol¨¦mica ciudadana est¨¢ abierta. "Por este incidente se puede maniatar un ambiente caliejero que daba a C¨¢ceres un paisaje urbano incre¨ªble", dice Arturo, un joven estudiante en la facultad de Derecho. Pero hay otras versiones: "Los a?os j¨®venes son maravillosos, pero cuando uno trabaja y se levanta a las siete, el ruido de la calle te sobra", se?alaba otro joven cacere?o.
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