"Sin los palestinos, Israel no tendr¨¢ la paz"
Esta vez Yasir Arafat no me sorprende tanto por su disponibilidad ni por su renacido vigor y optimismo, despu¨¦s de su evidente victoria en Argel, sino m¨¢s bien por un r¨¢pido. instante de vulnerabilidad humana, que no hab¨ªa percibido antes, tras su expresi¨®n a veces agresiva. Es decir, cuando, presionado por mi insistencia, admite haber amado una vez en su vida y que ese amor inolvidable fue aniquilado por sus enemigos, los mismos con los que ahora ¨¦l estar¨ªa dispuesto a hacer las paces. Porque aquel amor prohibido, quiz¨¢ la ¨²nica mujer verdaderamente . amada porel presidente del Estado que desde hace decenios s¨®lo existe en los sue?os de un pueblo, el palestino, fue asesinada. ?Pero por qui¨¦n?, insisto con impertinencia, insensible a su visible emoci¨®n, que trata de disimular bajando la cabeza. Con un hilo de voz, extra?o en ¨¦l, me contesta: "Por el MosadPregunta. En Argel, el Consejo Nacional Palestino (CNP) ha dicho sustancialmente s¨ª a la conferencia de paz. Se?or presidente, ?nos quiere poner al d¨ªa con m¨¢s detalle sobre los resultados?
Respuesta. Esperamos que muy pronto Estados Unidos y la Uni¨®n Sovi¨¦tica inviten a las partes interesadas en esta conferencia. Incluidas la CE, la ONU y la OLP.
P. Despu¨¦s de esta victoria en Arg¨¦l, usted est¨¢ considerado una especie de L¨¢zaro del mundo ¨¢rabe. Muchas veces le han dado por terminado, pero usted ha vuelto a resurgir siempre. ?Cu¨¢l es el secreto de la inmortalidad pol¨ªtica de Yasir Arafat?
R. No es un secreto de Arafat, es el secreto de mi pueblo, que tiene confianza en m¨ª. Fe en nuestra causa, la sagrada causa de esta ciudad nuestra que es Jerusal¨¦n. No olvide que Palestina es como el ave F¨¦nix.
P. Baker est¨¢ contento de los resultados obtenidos en Argel. Tambi¨¦n lo est¨¢n -Roland Dumas -y por tanto Francia-, Inglaterra y, por primera vez, Arabia Saud¨ª. Israel no ha reaccionado negativamente. ?La conferencia es remota o cercana ahora?
R. Incluso China y Jap¨®n. Muchos pa¨ªses, Asia, Europa, est¨¢n contentos de estos resultados. Parece que estamos muy cerca. Quiz¨¢ a finales de este mes o a principios del pr¨®ximo.
P. Usted ha acogido con satisfacci¨®n lo que Bush proclam¨® el 6 de marzo: territorios a cambio de paz,-respeto de las resoluciones 242 y 338. ?Ser¨¢ suficiente para poner fin a la'ocupaci¨®n israel¨ª, obtener la autodeterminaci¨®n y tener un Estado propio?
R. El presidente Bush ha mencionado tambi¨¦n los leg¨ªtimos derechos de los palestinos, y en su ¨²ltima declaraci¨®n, coincidiendo con nuestro Consejo Nacional, ha mencionado, no ya a los palestinos, sino al pueblo palestino. Despu¨¦s de todo, no estamos pidiendo la luna, sino que se apliquen las resoluciones de la ONU. Y esto es lo- que ha dicho el presidente Bush por su propia iniciativa, el pasado 6 de marzo.
La delegaci¨®n palestina
P. Muchos diplom¨¢tic os implicados en la cuesti¨®n sostienen que el problerim de la delegaci¨®n palestina a¨²n no est¨¢ resuelto. Quieren su participaci¨®n.
R. ?Con qui¨¦n quiere hacer la paz Israel? ?Con unos fantasmas o con los palestinos? Con los palestinos. Sin los palestinos, sin su l¨ªder, no podr¨¢n alcanzar la paz. Debemos recordar lo que sucedi¨® con los acuerdos de Camp David, cuando los presidentes Sadat y Carter lanzarbn el eslogan ?No m¨¢s guerras despu¨¦s de Camp David!, ?pero cu¨¢ntas guerras ha habido despu¨¦s de Camp David? ?Y por qu¨¦? Por olvidar la cuesti¨®n palestina.
P. Unidad para la paz es el eslogan del reciente CNP. ?En d¨®nde se colocan entonces las fracciones terroristas que act¨²an al margen de la OLP?
R. No se trata exactamente de terroristas, sino de oposici¨®n. Y nosotros respetamos a nuestros opositores y las opiniones de las minor¨ªas, como las minorias tienen que respetar y seguir las opiniones de la mayor¨ªa.
P. Es dif¨ªcil entender qu¨¦ razones se van a encontrar para permitir a Israel sentarse a la misma mesa que la representac¨ª¨®n exterior de la OLP: los delegados de los territorios ocupados y los de Jerusal¨¦n. ?C¨®mo se va a resolver este arduo problema?
R. Si hay voluntad, se encontrar¨¢ la f¨®rmula. Pero encu¨¦ntreme un solo ejemplo en la historia que se adapte a nuestro caso. Que no podamos decidir y tengan que ser ellos los que decidan sobre nuestra delegaci¨®n. No ha pasado nunca en la historia.
P. Usted menciona frecuentemente lo que le ha dicho el Papa a prop¨®sito de Jerusal¨¦n y declara que la ciudad santa, anexionada por Israel en 1967, es su capital. ?Qu¨¦ soluci¨®n ve para Jerusal¨¦n?
R. Es clara y obvia, como han declarado James Baker y recientemente Scorkroft. Seg¨²n las resoluciones de la ONU, se trata de un territorio ocupado, como Cisjordania y Gaza. Se tienen que retirar de all¨ª. Si no, ?qu¨¦ sentido tienen las resoluciones 242 y 338? La liberaci¨®n de todos los territorios ocupados en 1967, incluido Jerusal¨¦n. Muchas resoluciones concernientes a Jerusal¨¦n han sido aceptadas y aprobadas por la Administraci¨®n norteamericana. Ni los palestinos, ni los ¨¢rabes, ni los cristianos pueden aceptar la judeizaci¨®n de esta sagrada ciudad musulmana y cristiana.
P. Durante 2.000 a?os, los hebreos han esperado poder regresar a la ciudad santa, ?cu¨¢nto piensa que tiene que esperar Yasir Arafat?
R. Volveremos, antes o despu¨¦s. Pero ya que ha hecho una referencia hist¨®rica, ?considera que nosotros, ¨¢rabes, tenemos derecho a volver a Espa?a? No podemos invocar la historia. Los cananeos viv¨ªan all¨ª antes que los hebreos, y deben volver. Nosotros somos sus descendientes.
P. Los pa¨ªses de la Comunidad Europea estar¨¢n presentes en este proceso de paz y en esta conferencia. ?Quisiera que tuvieran un papel comprometido?
R. Es claro que me gustar¨ªa que Europa fuera m¨¢s activa en este proceso y en esta conferencia. No olvidemos que todos nosotros vivimos alrededor del mismo mar Mediterr¨¢neo; lo que pase all¨ª nos afectar¨¢ a nosotros, y lo que pase aqu¨ª tendr¨¢ repercusiones sobre ellos. Esta realidad condiciona su pol¨ªtica.
Negociar con Sharnir
P. Desde hace a?os, entre usted y Shamir existe un odio y un desprecio rec¨ªprocos. ?C¨®mo se puede llegar a la paz, a estrechar la mano, con semejante relaci¨®n?
R. ?Con qui¨¦n tenemos que hacer las paces? Con nuestros enemigos. Los compromisos se hacen con los amigos. ?l es mi enemigo, pero si quiero alcanzar la paz con ¨¦l, es con ¨¦l con el que tengo que tratar. Y es ¨¦l el que tiene que hacer las paces con nosotros. Estamos buscando otro De Gaulle y no lo hemos encontrado entre ellos. Esperamos encontrar, al menos, a un De Klerk.
P. Considerando la situaci¨®n pol¨ªtica interna, ?cree que el Gobierno israel¨ª podr¨¢ aceptar una negociaci¨®n directa con ustedes? ?Piensa adem¨¢s qu¨¦ los laboristas de Peres podr¨¢n contribuir positivamente?
R. Si quieren la paz, tendr¨¢n que negociarla con los palestinos. No con los Estados del Golfo, no con Qatar o Bahrein. Tendr¨¢n que conseguir la paz con los palestinos. De otra forma no habr¨¢ paz. Los laboristas ya han dicho que s¨ª, y no s¨®lo ellos, sino
"Sin los palestinos, Israel no tendr¨¢ la paz"
tambi¨¦n Shlomo Lahat, alcalde de Tel Aviv, que hace dos d¨ªas ha declarado: "Si queremos la paz, tenemos que negociar con la OLP. ?sta es la realidad.P. ?Est¨¢n dispuestos a confiar a Jordania la funci¨®n de cobertura de su representaci¨®n?
R. Tenemos ¨®ptimas relaciones con Jordania y con el rey Hussein, pero no lo usaremos como c¨®bertura.
P. ?C¨®mo van las cosas hoy entre usted y el hermano-enemigo Hafez el Asad?
R. No es mi enemigo. Es un amigo con el que mantenemos buenas relaciones. Acu¨¦rdese que hemos mandado dos delegaciones palestinas a Damasco recientemente.
Los cr¨ªmenes kuwa?t¨ªes
P. En relaci¨®n con la guerra del Golfo: ?c¨®mo piensa reconciliarse con Kuwait y Arabia Saud¨ª, que no han renunciado a apoyar su causa?
R. Por lo que concierne a Arabia Saud¨ª, es verdad que contin¨²a ayud¨¢ndonos, de diferentes maneras. ?Pero los kuwait¨ªes, no! No podemos olvidar lo que han hecho contra nuestra gente. ?Sabe que nuestra comunidad era una de las m¨¢s ricas de Kuwait? La mayor¨ªa de sus integrantes han sido expulsados sin poder llevarse nada con ellos. Algunos han sido asesinados. M¨¢s de mil personas de nuestro pueblo han sido asesinadas. Un gran n¨²mero de nuestras mujeres han sido violadas. ?Lo cree? Y hoy es la comunidad m¨¢s pobre que vive en exilio. Muchos de ellos no tienen ad¨®nde ir, porque los israel¨ªes les prohiben volver a Gaza y Cisjordania. Tengo el derecho de hacer una pregunta a la comunidad internacional: ?es ¨¦ste el objetivo de la liberaci¨®n de Kuwait? Es una responsabilidad moral de europeos y estadounidenses. Es una responsabilidad pol¨ªtica.
P. Se dice que Al Sabah le salv¨® la vida en 1970. ?C¨®mo, y en que circunstancias, si es que es verdad?
R. No s¨®lo ¨¦l. Se trataba de una delegaci¨®n ¨¢rabe encabezada por el presidente Numeiri, por Rashat Faraon, por el egipcio Mohamed Sadik y tambi¨¦n por Abdul¨¢ al Sabaj, que no era todav¨ªa pr¨ªncipe heredero. Es verdad, me han ayudado a huir durante el asedio, d¨¢ndome su contrase?a y permiti¨¦ndome participar en la cumbre ¨¢rabe presidida por Nasser. Esto no lo olvido.
P. En un pasado lejano, al ingeniero Yasir Arafat le gustaban los autom¨®viles de lujo y la vida mundana. Pero ahora, desde hace muchos a?os, su ¨²nica y exclusiva pasi¨®n es Palestina. ?Le basta? Hablando desde el punto de vista humano, ?no se siente de vez en cuando un poco solo?
R. Corno ser humano, no basta. Pero por una causa tan sagrada vale la pena dar la propia vida. Para asegurar un futuro a nuestros ni?os, para que puedan vivir en libertad.
P. Y sin embargo, me han dicho que en su vida ha habido una mujer, un amor inolvidable. Pero este amor prohibido, la mujer de su vida, fue asesinada. ?Qui¨¦n la asesin¨®?
R. El Mosad.
Copyright Olga Bisera.
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