''No estar¨¢n desnudas"
Pol¨¦mica en Nueva York por el estreno de las animadoras en el Madison
El Madison Square Garden, el templo del baloncesto estadounidense, se ha renovado. El pabell¨®n, la casa de los Knicks y de innumerables glorias universitarias, inaugura una nueva temporada con palcos de lujo, servicio de camareras, cantinas con men¨²s lo suficientemente variados para complacer a la ONU y un rito nuevo y espectacular que muchos consideran una herej¨ªa: las animadoras. Este detalle, m¨¢s que cualquier otro, ha originado una gran pol¨¦mica. Para diferenciarlas de las los Lakers, las pioneras, y de todas sus imitadoras en la NBA, los Knicks aseguran que tendr¨¢n un elenco de profesionales. "No estar¨¢n desnudas", insiste su directiva Pam Harr¨ªs.
"No ser¨¢n animadoras", declara rotundamente Dave Checketts, el presidente del club. "Las Lakers Girls utilizan bailes aer¨®bicos y representan la imagen t¨ªpica de California. Nosotros somos seguidores de la l¨ªnea de Broadway. Seremos muy profesionales".Los abonados, algunos de los cuales han visto c¨®mo sus asientos sub¨ªan de 45 a 65 d¨®lares por partido, o sea una inversi¨®n anual de unos 2.800, no est¨¢n muy convencidos. Estos sentimientos est¨¢n claramente expuestos por Michelle Musler, una empresaria de 55 a?os cuya carta a Checketts fue publicada en The New York Times: "Cuando llegue al final de ¨¦sta carta, ver¨¢ la firma de una mujer. No crea por un momento que esto tiene que ver con el feminismo o con la ropa o no de las chicas. Tiene que ver con el baloncesto. Vivimos en Nueva York. Conocemos este deporte. Lo adoramos. Vamos al Garden tan s¨®lo para verlo. ?Animadoras? D¨ªgame que no es cierto. No aqu¨ª, de ninguna manera, a ninguna hora, nunca, nunca y nunca. P¨®ngalas en el Paramount con Barry Manilow, al que pertenecen".
Poco sueldo, mucha fama
Los Knicks piensan presentar un elenco de 15 animadoras. Ser¨¢n vistas por primera vez el 6 de noviembre en el partido inaugural. Hasta entonces se mantiene en secreto el nombre del grupo y su imagen. Harris promete que vestir¨¢n ropa contempor¨¢nea, que para los neoyorquinos abarca todo: desde cazadoras de motorista a pantalones de ciclista. Cada una cobrar¨¢ 85 d¨®lares por partido, 20 por ensayo y 100 por hora en cada acto publicitario. Para Nueva York, sueldos de miseria. The New York Times inform¨® que varias candidatas abandonaron en la primera eliminatoria sin tan siquiera efectuar los ejercicios de calentamiento al saber que el sueldo estaba por debajo del m¨ªnimo de lo que se consigue en el mismo Broadway.No hubo falta de candidatas porque todas buscan la fama en la cancha sagrada del baloncesto. Bailar¨¢n en una pista rodeada por 19.081 asientos en colores pastel y 88 palcos de lujo colgados del techo, cada uno con 12 butacas, una barra de bar, 30 televisores, ba?o, camareros y servicio de cocina. Hubo cientos de aficionados que se quejaron, tambi¨¦n por carta, de la subida de los precios de los asientos de la primera fila de 45 a 65 d¨®lares. Pero, obviamente, no sab¨ªan el coste de los palcos, que se alquilaron por tres a?os entre 140.000 y 190.000 d¨®lares anuales.
Con todo, el cambio fundamental es el de las animadoras. Hasta que hagan su deb¨² quedar¨¢n las dudas sobre su valor y contribuci¨®n al ambiente baloncest¨ªstico. A pesar de su carta a Checketts, Musler acab¨® renovando su bono y lo ampli¨®, con un asiento m¨¢s, a cuatro. Pero sus ¨²ltimas palabras resumieron el tema: "En nuestras peores pesadillas nunca vemos bailarinas".
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