El congreso del PC cubano otorga poderes especiales al nuevo comit¨¦ central
El presidente Fidel Castro clausur¨® anoche el IV Congreso del Partido Comunista de Cuba ante 250.000 personas en la plaza Maceo de Santiago de Cuba, afirmando que los comunistas cubanos "sabremos morir en combate por el socialismo". Poco antes, el congreso renov¨® m¨¢s de la mitad de su comit¨¦ central, del cual han salido muchos hist¨®ricos para dar paso a j¨®venes dirigentes. El c¨®nclave otorg¨® al nuevo comit¨¦ central "poderes especiales" para hacer frente a "los momentos m¨¢s dif¨ªciles en la historia" de la Cuba posrevolucionaria.
Fidel Castro y su hermano Ra¨²l fueron reelegidos como primer y segundo secretarios del partido en la clausura. El congreso efectu¨® un llamamiento a EE UU para que elimine el bloqueo econ¨®mico a que est¨¢ sometida desde hace 30 a?os la isla y retire las unidades acantonadas en la base de Guant¨¢namo, bajo control norteamericano desde 1903.El c¨®nclave, inaugurado el pasado jueves, se ratific¨® en la concepci¨®n marxista-leninista, descart¨® cualquier intento de abrir el r¨¦gimen hacia el pluripartidismo y abog¨® por estrechar relaciones con China, Vietnam y Corea del Norte. El congreso decidi¨® reactivar la econom¨ªa mixta, con especial inter¨¦s en la entrada de capital latinoamericano y facilitar el trabajo individual independiente -liberalizaci¨®n de los peque?os oficios-. Al defender esta posici¨®n en el congreso, Castro afirm¨® que el trabajo por cuenta propia II es imperativo" como alternativa para afrontar la crisis econ¨®mica durante el "periodo especial" que atraviesa el pa¨ªs, de aislamiento pol¨ªtico y econ¨®mico.
No al mercado libre campesino
El congreso, sin embargo, se opuso a restablecer la venta directa de productos agr¨ªcolas, llamado tambi¨¦n mercado libre campesino, medida que ha creado cierta frustraci¨®n entre la poblaci¨®n que ten¨ªa expectativas de encontrar en esta alternativa una fuente de acceso a productos agr¨ªcolas ahora escasos.El congreso mantuvo el monopolio exclusivo de la agricultura en manos de las empresas estatales y de las cooperativas agr¨ªcolas controladas por el r¨¦gimen. El mercado libre campesino no supon¨ªa sin embargo una novedad para la revoluci¨®n. El campesinado cubano que fue v¨ªctima de las expropiaciones decretadas por el sistema -estimado por el propio Fidel Castro recientemente en un 10% del total de los productores agr¨ªcolas tuvo oportunidad al comienzo de la d¨¦cada de los ochenta de empezar a comercializar por su cuenta los excedentes de la cuota de producci¨®n que le exig¨ªa el Estado.
Ello permiti¨® que se generara un comercio en libertad que provocaba sucesivas incursiones de las gentes de la ciudad en el campo en busca de verdura y hortalizas frescas. Permiti¨® tambi¨¦n una calidad en la oferta que el Estado comunista, a trav¨¦s de la libreta de racionamiento, no aseguraba a la poblaci¨®n.
Los campesinos crearon una nueva competencia y el Estado, esgrimiendo como argumento que esta actividad provocaba enriquecimientos personales, aprovech¨® la puesta en marcha del proceso de rectificaci¨®n de 1986 -la ant¨ªtesis de la perestroika sovi¨¦tica- para cortar en seco el desarrollo de esta primera fuerza natural que comenzaba a liberalizar peligrosamente la sociedad cubana.
Mucho se ha hablado en el periodo precongresual, esencialmente en las asambleas de los comit¨¦s de base, de la posibilidad de restablecer este mercado. Sin embargo, hace escasamente dos semanas, cuando el congreso estaba pr¨¢cticamente decidido, el propio Castro, en un encuentro con periodistas espa?oles, dio a valer su opini¨®n negativa, la cual, como era de prever, ha sido respaldada en el congreso de Santiago por los 1.800 delegados que asisten a la reuni¨®n.
Varios delegados al congreso, que se celebra a puertas cerradas y de cuyas sesiones la televisi¨®n cubana est¨¢ transmitiendo rese?as en diferido, recomendaron sin embargo una revisi¨®n de algunos de los precios que pagan las empresas estatales a los campesinos privados por sus cosechas.
Fidel Castro aprovech¨® por otra parte la discusi¨®n de la resoluci¨®n relativa al desarrollo econ¨®mico de la agricultura en la isla, conducida por Carlos Lage, responsable de la esfera econ¨®mica del partido, para explicar que el est¨ªmulo del minifundio no puede resolver los problemas de alimentaci¨®n que actualmente sufre la isla, y que la tendencia en el mundo actual va dirigida hacia la concentraci¨®n de tierras para poder aplicar en mayores ¨¢reas los avances de la ciencia y de la t¨¦cnica. El l¨ªder cubano aprovech¨® esta intervenci¨®n para elogiar "la alta productividad" de las grandes explotaciones del Estado en materia agr¨ªcola, cuyas cosechas calific¨® de "excelentes".
El congreso, que concluy¨® en la madrugada de hoy (hora espa?ola), elev¨® sus m¨¢s sonoros aplausos en dos ocasiones previas a la discusi¨®n sobre el modelo agr¨ªcola de la isla. Fue cuando Castro exalt¨® la labor de los contingentes revolucionarios, brigadas de voluntarios que trabajan hasta 14 horas diarias para poner en marcha proyectos en el sector de la construcci¨®n y en el campo que se consideran b¨¢sicos para el desarrollo del pa¨ªs. Seg¨²n asegur¨® el l¨ªder cubano, "estas fuerzas, -que re¨²nen a m¨¢s de 6.000 hombres y mujeres- han ense?ado un camino nuevo queya se aplica en diversos frentes de la econom¨ªa."
Ra¨²l Castro, con uniforme militar, inform¨® que la edad media de los nuevos dirigentes que integrar¨¢n el nuevo comit¨¦ central del partido ser¨¢ de 47 a?os en vez de los 52 actuales, y revel¨® que este ¨®rgano directivo ser¨ªa renovado en casi un 50%.
El hermano menor del l¨ªder revolucionario asegur¨® que el nuevo comit¨¦ central se ver¨ªa favorecido por un "incremento considerable" en la formaci¨®n acad¨¦mica de sus componentes, aunque dijo tambi¨¦n que en t¨¦rminos globales iba a disminuir la proporci¨®n de profesionales para dar paso a m¨¢s representantes de los sectores obreros y t¨¦cnicos vinculados a la producci¨®n del pa¨ªs en este periodo especial que atraviesa la isla.
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