Arafat y Shamir guardan sus cartas sobre la paz
JUAN CARLOS GUMUCIOEl secretario de Estado norteamericano, James Baker, lleg¨® ayer a Amm¨¢n, donde evadi¨® dar definiciones a la prensa; mientras, en el p¨®quer diplom¨¢tico organizado por EE UU en Oriente Pr¨®ximo, Yasir Arafat e Isaac Shamir jugaban con las cartas pegadas al pecho. Ir¨¢n sugiri¨® la liberaci¨®n de un reh¨¦n norteamericano secuestrado en L¨ªbano, cuya reaparici¨®n tras a?os de cautiverio a?adir¨ªa un toque inesperado en el gran juego regional.
James Baker, el secretario de Estado norteamericano, lleg¨® a Amm¨¢n en la segunda y m¨¢s f¨¢cil etapa de una crucial gira por Oriente Pr¨®ximo sin la menor duda de que la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina y el gobierno israel¨ª tienen la ¨²ltima palabra sobre el m¨¢s ambicioso proyecto diplom¨¢tico del ,Inuevo orden mundial" de George Bush. En una rueda de prensa a la que asisti¨® su anfitri¨®n, un inc¨®modo rey Hussein, Baker dio la palabra s¨®lo a los periodistas que viajan en su s¨¦quito, aunque hizo alguna concesi¨®n a la prensa jordana. La rueda de prensa se caracteriz¨® por respuestas f¨¢ciles a preguntas anodinas.Baker eligi¨® el punto mas c¨®modo para empezar su octava gira por Oriente Pr¨®ximo. Tras su llegada a Egipto, se encerr¨® durante m¨¢s de tres horas con el presidente Hosni Mubarak, quien a pesar de su vigoroso apoyo al plan de paz no hizo m¨¢s que recordar al jefe de la diplomacia norteamericana que la soluci¨®n para la zona debe partir necesariamente del principio de "paz a cambio de territorios" y la urgencia de suspender la expansi¨®n de los asentamientos jud¨ªos en tierras ¨¢rabes.
Baker, fiel al ejercicio de ambig¨¹edad norteamericana se limit¨® a expresar en una conferencia de prensa poco antes de emprender vuelo a Amin¨¢n que el origen de las diferencias no ha sido totalmente resuelto. Consciente de que faltan trece d¨ªas de plazo para convocar la conferencia de paz este mes, Baker trat¨® de minimizar el drama impuesto por el calendario.
Diferencias pendientes
"Existen algunas diferencias que tendremos que resolver en el momento apropiado", dijo Baker en la apresurada conferencia de prensa en El Cairo. Mientras el avi¨®n que lo trajo a Amm¨¢n ayer por la tarde calentaba motores, uno de sus asistentes resumi¨® la atm¨®sfera reinante en el campo norteamericano: "Necesitamos un verdadero milagro para sacar esto adelante".
Entre los detalles que hac¨ªan sospechar una demora en el plan original de convocar la conferencia para finales de este mes figuraba de forma destacada el aspecto protocolario. Seg¨²n una fuente muy pr¨®xima a Baker, todo el futuro de la misi¨®n de paz estaba en manos de un comit¨¦ encargado de redactar las invitaciones que Washington y Mosc¨² quisieran entregar en una semana. El mayor inconveniente era c¨®mo dirigirse a los palestinos. Si se invita formalmente a la OLP, el veto israel¨ª est¨¢ garantizado.
Eran detalles de ese tipo los que manten¨ªan anoche la misi¨®n de Baker en un limbo que Alfred Hitchcock habr¨ªa aprovechado para una obra de suspense pol¨ªtico. El cl¨ªmax, sin embargo, vendr¨¢ ma?ana, cuando el Consejo Central de la OLP se re¨²na en T¨²nez para aceptar o rechazar la propuesta conjunta sovi¨¦ticonorteamericana para acudir a una conferencia de paz que en teor¨ªa deber¨ªa ser inaugurada dentro de 16 d¨ªas.
En el centro del dilema de Baker, que est¨¢ empe?ado en demostrar que EE UU va a exigir el cumplimiento de resoluciones de la ONU sobre el tema palestino con el mismo tes¨®n con el que organiz¨® la guerra contra Irak, permanecen invariables las demandas palestinas: el estatuto de Jerusal¨¦n, los jud¨ªos en territorios ¨¢rabes usurpados por la fuerza y el respeto al derecho de los palestinos a elegir a sus propios representantes.
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