El voto de la minoria negra, clave para la confirmaci¨®n de Clarence Thomas
Cuando el juez Clarence Thomas, despu¨¦s de un duro calvario, tome posesi¨®n, el pr¨®ximo lunes, como nuevo miembro del Tribunal Supremo de Estados Unidos, el conservadurismo contar¨¢ con una pieza fundamental para reformar algunas de las viejas conquistas liberales en el terreno del aborto y de los derechos civiles. Como novedad extraordinaria en la sociedad norteamericana, esto puede ocurrir ahora con la ayuda de la minor¨ªa negra, cuyo voto fue clave para que el Senado confirmase a Thomas por 52 votos contra 48, a pesar de las acusaciones de acoso sexual vertidas contra ¨¦l por la profesora Anita Hill.
Fueron los votos favorables de los seis senadores dem¨®cratas de los Estados del sur del pa¨ªs, donde la poblaci¨®n negra es mayoritaria, los que decidieron el futuro de Thomas, que venci¨® por la votaci¨®n m¨¢s estrecha que jam¨¢s haya obtenido un aspirante al Tribunal Supremo. Los senadores de los Estados sure?os fueron m¨¢s receptivos a la opini¨®n de sus votantes negros -partidarios de Thomas, seg¨²n las encuestas- que a las quejas de una profesora que parece representar a un amplio sector de mujeres de este pa¨ªs. La mayor¨ªa de los comentaristas de la prensa norteamericana coincide en que Thomas dio el gran paso hacia su confirmaci¨®n cuando, durante las audiencias de la pasada semana, se present¨® como un negro de procedencia humilde v¨ªctima de una confabulaci¨®n de los liberales blancos.
El juez declar¨® ante el comit¨¦ del Senado que las denuncias de Anita Hill eran "un intento de linchamiento" contra un negro que estaba a punto de alcanzar un cargo de la m¨¢xima relevancia.
Clarence Thomas es el segundo negro que llega al Tribunal Supremo en toda la historia de esta instituci¨®n. El anterior, Thurgout Marshall, dej¨® el pasado mes de junio el puesto que ahora ocupar¨¢ Thomas. Pero muchas cosas distinguen a los dos personajes.
Auge conservador
Marshall era un liberal y fue elegido por el presidente Lyndon Johnson en 1967, en pleno auge del movimiento de los derechos civiles y la lucha contra la discriminaci¨®n racial. La confirmaci¨®n de Thomas, sin embargo, confirma tambi¨¦n el actual predominio conservador y el giro en esa direcci¨®n experimentado entre la propia minor¨ªa negra. Hace tan s¨®lo cuatro a?os, cuando el presidente Ronald Reagan trat¨® de colocar en el Tribunal Supremo al conservador de raza blanca Robert Bork, el grupo negro se uni¨® a los liberales dem¨®cratas para derrotar al juez nominado por 58 votos contra 42. La influencia del voto negro de los Estados del sur actu¨® entonces en contra de un hombre cuyo programa inclu¨ªa dar marcha atr¨¢s en los avances conseguidos en los derechos civiles a lo largo de d¨¦cadas.
El programa de Thomas no es muy diferente al de Bork; la diferencia es que Thomas ha conseguido arrastrar tras de s¨ª una opini¨®n negra que parece haber superado ya a la generaci¨®n de Martin Luther King y busca hoy su integraci¨®n m¨¢s por la v¨ªa republicana que por la v¨ªa dem¨®crata.
Derrota de las mujeres
Clarence Thomas puede representar un nuevo estilo de liderazgo entre la comunidad negra: hijo de padres analfabetos y pobres, consigui¨® el triunfo sin luchar contra la segregaci¨®n a la manera tradicional, sino confundi¨¦ndose con el punto de vista de los blancos. Aunque en Estados Unidos siempre se ha identificado el voto negro con las corrientes m¨¢s liberales del Partido Dem¨®crata, tal vez a partir de Thomas se pueda empezar a hablar de un conservadurismo negro pujante que podr¨ªa influir dr¨¢sticamente en el mapa electoral del pa¨ªs.
Si ese conservadurismo ha sido el gran vencedor de esta larga pol¨¦mica -y, con ¨¦l, el presidente George Bush-, el derrota do ha sido un sector de mujeres que hab¨ªan convertido a Anita Hill en bandera de sus reivindicaciones feministas.
"Se ha enviado un mensaje escalofriante a todas las mujeres: si sufren hostigamientos sexuales ser¨¢n doblemente v¨ªctimas", dijo en el debate del pasado mi¨¦rcoles el jefe de la mayor¨ªa dem¨®crata en el Senado, George Mitchell.
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