Cruzar¨¦ los dedos

Es curioso comprobar c¨®mo ahora, ante las consecuencias del nuevo orden internacional, de esa pax augusta a la medida del imperio de las transnacionales, los observadores que todav¨ªa conservan algo del originario esp¨ªritu de honestidad de la profesi¨®n se rasgan las vestiduras. Efectivamente, se?or Bastenier, el "comunismo sovi¨¦tico ha contribuido a darnos 50 a?os de paz mundial". Pero no nos vengan ustedes ahora haci¨¦ndose de nuevas, que ese marxismo-leninismo que tanto denostan y que "ten¨ªa tan poco que ofrecer" lleva definiendo ese sistema de "paz mundial" 70 a?os, y de una manera especialmente insistente desde 1956. Lo bautizaron con el nombre de "coexistencia pac¨ªfica entre sistemas sociales diferentes", y su fin, por cierto, no era la destrucci¨®n del otro sistema, sino la creaci¨®n de un marco de convivencia pac¨ªfica, que ya de principio cost¨® caro al propio movimiento marxista-leninista con la ruptura del mao¨ªsmo.El movimiento comunista ya ha pagado un precio muy alto por este tipo de errores (me refiero, naturalmente, a ese modelo de paz mundial basado en la "coexistencia pac¨ªfica", entre otros) que regent¨® a solas, sin que ning¨²n otro comprometiese nada de su responsabilidad hist¨®rica en los tiempos de su aplicaci¨®n. Ahora el modelo lo han impuesto otros, y su din¨¢mica huele al mismo tufillo que desped¨ªan las m¨¢quinas de la historia en 1914 y en 1939. Si de algo sirve el marxismo-leninismo y el materialismo hist¨®rico es para prever estas cosas. Pero, como ya lo han enterrado, cuando nos estemos aniquilando en otra guerra interimperialista, al menos nadie podr¨¢ culpar al comunismo de ello... Cruzar¨¦ los dedos, sin embargo.-