Una regi¨®n-problema
El 60% de los parados asturianos no ha trabajado nunca
J. C. Las p¨¦rdidas estructurales y progresivas de Hunosa (60.000 millones de pesetas este a?o) y las coyunturales de la siderurgia integral espa?ola (unos 30.000 millones de d¨¦ficit s¨®lo Ensidesa en 1991) hacen inaplazable, a juicio del INI, una actuaci¨®n tendente a racionalizar tan desmesuradas p¨¦rdidas de explotaci¨®n, de modo que se garantice en el caso de Hunosa una reducci¨®n ordenada de su actividad hasta su extinci¨®n en una fecha que nadie se compromete a determinar, y, en lo que a Ensidesa respecta, su competitividad internacional que garantice su supervivencia.
Los excedentes que se generen en ¨¦stas y otras empresas p¨²blicas (caso de las dos f¨¢bricas de armas de la Empresa Nacional Santa B¨¢rbara en Asturias) ser¨¢n amortizados por v¨ªas no traum¨¢ticas, que en el caso de los mineros, con jubilaciones anticipadas y garant¨ªa de percepci¨®n del sueldo ¨ªntegro, supone un premio al esfuerzo y peligrosidad de un trabajo en el que han perdido la vida por accidente laboral, en el conjunto de la miner¨ªa asturiana, 215 trabajadores en los ¨²ltimos diez a?os.El problema, afirman los sindicatos, no son los mineros y los sider¨²rgicos que se jubilen, sino los parados y los j¨®venes asturianos que se incorporan de nuevo al dif¨ªcil mercado laboral.
Asturias, una regi¨®n que ha sido tradicionalmente exportadora de mano de obra, con intensas corrientes migratorias desde al menos el siglo XVII, se encuentra ahora no s¨®lo con una tasa de paro ligeramente superior a la media espa?ola (el 16% frente al 15%) sino, lo que s¨ª es m¨¢s significativo, con una tasa de demandantes de primer empleo del 35,5% sobre el conjunto de los parados, 13,1 puntos por encima de la media espa?ola, y que en algunas zonas, como las cuencas mineras, aun no habiendo afrontado todav¨ªa la reconversi¨®n de Hunosa (salvo la reducci¨®n vegetativa de su plantilla desde 26.000 a 18.000 mineros en los 25 a?os de existencia de la compa?¨ªa) presenta actualmente un panorama preocupante: el 60% de los parados busca su primer empleo.
Y esto, en una zona que, como toda cuenca minera, se ha caracterizado por un elevado poder adquisitivo, lo que define una situaci¨®n social que, de no corregirse, pudiera derivar hacia actividades poco provechosas. La gran esperanza, cifrada en una inversi¨®n intensiva en mano de obra, ha quedado en suspenso a ra¨ªz de la recesi¨®n sufrida en los dos ¨²ltimos a?os por un sector ' como el de la industria automovil¨ªstica, tan apropiada para lo que en esta situaci¨®n hist¨®rica Asturias demanda.
Caso at¨ªpico
La situaci¨®n de Asturias queda definida, por tanto, por una singular concentraci¨®n de factores adversos que la convierten en prototipo de una regi¨®n-problema. As¨ª, el sector p¨²blico, que est¨¢ precisamente ahora reconsiderando su tradicional criterio de actuaci¨®n social y territorial para asumir una posici¨®n netamente empresarial, representaba ya en los a?os setenta el 45% de la poblaci¨®n activa industrial del Principado.
Las empresas estatales dan ocupaci¨®n en Asturias al 44% del empleo industrial regional, al 15% del empleo no agrario y al 12% del empleo total regional. En el Principado se concentra el 20% del empleo generado por las empresas del INI en Espa?a. Hay actividades, caso de la siderurgia, en la que la presencia del Estado en Asturias representa hasta el 90% de la actividad total en dicho sector.
Las empresas p¨²blicas radicadas en esta comunidad aut¨®noma representan el 46,7% del Valor A?adido Bruto (VAB) de su sector industrial y el 19,8% del VAB regional total. Contando los efectos inducidos, el INI aporta el 26% del empleo total de la regi¨®n y el 40% de su Valor A?adido Bruto. Por todo ello, el Parlamento regional sentenciaba hace dos a?os que "Asturias constituye un caso absolutamente singular de dependencia respecto del sector p¨²blico del Estado, sin paralelo, ni semejanza siquiera, con cualquier otra regi¨®n espa?ola y, probablemente, europea occidental".
A estas razones de debilidad estructural se suma una acusada dependencia regional de muy pocos sectores y de muy pocas empresas, al extremo que las 15 mayores de la regi¨®n representan el 77,8% de la poblaci¨®n ocupada en la industria. S¨®lo Hunosa y Ensidesa, las dos mayores empresas del Principado, representan el 57,30% del VAB y el 15,52% de su renta per c¨¢pita.
El comportamiento de la econom¨ªa regional en la ¨²ltima d¨¦cada ha sido de una regresi¨®n permanente. Entre 1980 y 1990 la p¨¦rdida del empleo en Asturias ha sido, seg¨²n fuentes sindicales, de un 20,5% (22.130 empleos). El sector p¨²blico lo redujo en un 30% (16.498 puestos de trabajo directos) y en un 10,8% (5.812 puestos de trabajo), el sector privado. Frente a un crecimiento de la poblaci¨®n ocupada espa?ola de casi el 9% en la ¨²ltima d¨¦cada, en Asturias ¨¦sta ha descendido un 8,5%, seg¨²n las mismas fuentes.
Efecto locomotora
Por todo ello, y a¨²n sin haber afrontado todav¨ªa el verdadero ajuste de su sistema productivo, la econom¨ªa asturiana mantuvo crecimientos negativos de su PIB hasta 1986 inclusive, y por debajo de la media nacional hasta 1988. S¨®lo a partir de 1989 ha compaginado su tasa de variaci¨®n anual del Producto Interior Bruto al comp¨¢s de lo que lo hac¨ªa la media del pa¨ªs. Sin embargo, son muchas las opiniones autorizadas, como la del profesor Fuentes Quintana, que coinciden en se?alar que todo ello no es tanto el s¨ªntoma de la recuperaci¨®n, y a¨²n menos de la regeneraci¨®n por un dinamismo end¨®geno, sino el efecto inducido del gran crecimiento espa?ol a partir de 1985, con tasas superiores a la media comunitaria.
Ese efecto de locomotora que el conjunto de la econom¨ªa nacional ha ejercido sobre Asturias podr¨ªa atenuarse si se acrecienta la pol¨ªtica de enfriamiento de la econom¨ªa espa?ola para disciplinar nuestras magnitudes macroecon¨®micas a la disciplina del sistema monetario europeo.
Ello incidir¨¢ negativamente en una regi¨®n carente de potencialidades propias suficientes para afrontar por s¨ª misma el revulsivo que su econom¨ªa precisa, con el agravante de que, merced al comportamiento estad¨ªstico favorable de su PIB desde 1986, por encima tambi¨¦n de la media europea, podr¨ªa verse privada en el futuro de la catalogaci¨®n por la CE como zona industrial en declive y zona de promoci¨®n.
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