La trastienda del 23-O

La huelga general convocada en Asturias para hoy por organizaciones sindicales, pol¨ªticas y sociales del Principado pretende ser la expresi¨®n de una honda y acusada preocupaci¨®n regional por el incierto futuro de esta comunidad aut¨®noma, fuertemente industrializada y cuya estructura econ¨®mica amenaza con sucumbir de modo s¨²bito a los nuevos vientos reconversores. Pero, adem¨¢s, el 23 de octubre asturiano pretende dilucidar otras cuestiones de no menor calado pol¨ªtico y sindical, y que trascienden con mucho a los constre?idos l¨ªmites de una peque?a regi¨®n uniprovincial.

La anunciada huelga general asturiana abre un espacio de discusi¨®n pol¨ªtico-sindical que coloca al Principado -una vez m¨¢s- en el ojo del hurac¨¢n y marca el escenario, quiz¨¢ el definitivo, de la pugna entre dos modelos de entender el socialismo en Espa?a, aquellos que encarnan Carlos Solchaga y Alfonso Guerra. El debate alcanza tambi¨¦n a las relaciones del Gobierno con su partido, y a si los compromisos electorales de ¨¦ste -en materia energ¨¦tica, carbonera, de empresa p¨²blica y de pol¨ªtica industrial- alcanzan a aqu¨¦l y hasta qu¨¦ grado comprometen su actuaci¨®n.El l¨ªder del SOMA-UGT y miembro de la ejecutiva federal del PSOE, Jos¨¦ Angel Fern¨¢ndez Villa, alineado con las posiciones del guerrismo, ha reiterado en los ¨²ltimos meses su voluntad de exigir al Gobierno el cumplimiento de las resoluciones congresuales del partido y sus compromisos electorales. El pulso partido-Gobierno reaparece con toda su crudeza a la sombra de los castilletes de Hunosa y de los hornos altos de Ensidesa.

La crisis asturiana replantea tambi¨¦n de nuevo el enfrentamiento entre la UGT y el PSOE, aquellas dos organizaciones hermanas que se distanciaron definitivamente un 14 de diciembre y que ahora, un 23 de octubre, vuelven de nuevo a encontrarse en posiciones antag¨®nicas. No es casual que la huelga general asturiana haya sido una iniciativa de UGT, y no de CC OO, y que el l¨ªder confederal ugetista, Nicol¨¢s Redondo -que estar¨¢ hoy en Asturias, junto con el dirigente de CC OO, Antonio Guti¨¦rrez, y el l¨ªder de Izquierda Unida, Julio Anguita- haya dicho, hace apenas unas horas, que la huelga de Asturias tiene a¨²n un mayor calado que aquella otra de ¨¢mbito estatal del ya hist¨®rico 14-D. El enfrentamiento abierto entre Nicol¨¢s Redondo y Felipe Gonz¨¢lez -el joven andaluz promocionado en Suresnes a la secretar¨ªa general del PSOE merced al apoyo precisamente de los socialistas hist¨®ricos vascos y asturianos- se replantea en el Principado.

Un pulso hist¨®rico

Pero aqu¨ª se dilucida tambi¨¦n una antigua y soterrada tensi¨®n entre la UGT de Asturias, fiel a los postulados de Nicol¨¢s Redondo, y postulante de un sindicalismo desprendido de fidelidades pol¨ªticas, y su sindicato minero (el influyente SOMA-UGT), cuyo l¨ªder, Jos¨¦ ?ngel Fern¨¢ndez Villa, es, al tiempo que el dirigente con m¨¢s peso en la Federaci¨®n Socialista Asturiana (FSA-PSOE), el ¨²nico sindicalista que sigue siendo miembro de la ejecutiva federal del partido y defensor de un modelo sindical que tenga expresi¨®n en un proyecto pol¨ªtico socialista.La huelga general de hoy, convocada por los sindicatos regionales de UGT y CC OO, trata de globalizar la problem¨¢tica industrial de Asturias, presentando no una regi¨®n sometida a una reconversi¨®n estrictamente minera, sino un espacio territorial todo ¨¦l afectado por el declive industrial. Lo que se discute ah¨ª no es s¨®lo el tratamiento a una crisis regional, sino tambi¨¦n qui¨¦n ha de ser el portavoz del clamor asturiano; en definitiva, si el interlocutor de Madrid es Jos¨¦ ?ngel Fern¨¢ndez Villa, que es al mismo tiempo sindicato y partido, o Eduardo Donaire, secretario general de la UGT y hombre de Nicol¨¢s Redondo. De ah¨ª que UGT y CC OO se hayan opuesto a la constituci¨®n de una comisi¨®n interministerial de ¨¢mbito minero para pactar actuaciones de regeneraci¨®n econ¨®mica en esas comarcas y exijan al Gobierno central un marco de negociaci¨®n del problema industrial de Asturias en su conjunto, y en el que s¨®lo est¨¦n representados el Gobierno del Principado, la patronal asturiana y los sindicatos regionales, y no los de ¨¢mbito sectorial.

Nuevo modelo sindical

Se est¨¢ planteando, por tanto, un nuevo modelo sindical, en el que las uniones territoriales (¨®rganos regionales) recaban para s¨ª la capacidad negociadora del proceso de reconversi¨®n a que se va a ver sometida Asturias, en detrimento de los sindicatos regionales de rama y de las federaciones sectoriales de ¨¢mbito estatal. No casualmente la huelga ha sido convocada "para forzar al di¨¢logo al Gobierno", en expresi¨®n de los l¨ªderes regionales de UGT y CC OO. Y de ah¨ª la gran signifiicaci¨®n que se le ha atribuido a la audiencia concedida a ambos en Oviedo el pasado viernes por el Pr¨ªncipe de Asturias, don Felipe de Borb¨®n.El tradicional antagonismo de la UGT asturiana y de su sindicato minero subyace impl¨ªcitamente tanto en la discusi¨®n sobre cu¨¢les han de ser los interlocutores regionales ante el Gobierno de la naci¨®n como el dilema conceptual entre quienes sostienen que Asturias afronta una estricta reconversi¨®n minera, sin perjuicio de los ajustes que haya que hacer en otras ¨¢reas -¨¦se es el criterio del Gobierno aut¨®nomo y del mismo SOMA- o quienes mantienen, por el contrario, caso de UGT y de CC OO, que esta regi¨®n se enfrenta a una verdadera crisis global de sus sectores productivos m¨¢s preponderantes y, por ende, de su modelo econ¨®mico en conjunto, por lo que es precisa una decidida actuaci¨®n estatal correctora sobre el conjunto del territorio y de su tejido econ¨®mico.

Al mismo tiempo y en tanto que supone un plante al Gobierno socialista de Felipe Gonz¨¢lez, pero tambi¨¦n al Ejecutivo socialista asturiano -contrario a esta inovilizaci¨®n- el paro de hoy amenaza con reavivar en el seno de las dos principales organizaciones pol¨ªticas de la izquierda asturiana (PSOE e Izquierda Unida) debates de orden interno sobre concepciones ideol¨®gicas y modelos de estrategia. En el caso de los socialistas, el dilema entre guerrismo y solchaguismo alcanza ya al presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez, que, de ¨¢rbitro ha pasado a decantarse por las posiciones de su ministro de Econom¨ªa frente a las tesis de Alfonso Guerra, hasta hace poco su m¨¢s estrecho colaborador.

Debate pol¨ªtico

En Asturias la situaci¨®n es distinta, porque aqu¨ª no cabe el debate entre solchaguismo y guerrismo, sino entre guerrismo y aquella otra facci¨®n del partido identificada con las posiciones del sindicato UGT. Sin embargo, se da la situaci¨®n parad¨®jica de que la Federaci¨®n Socialista Asturiana (FSA-PSOE), controlada mayoritariamente por el SOMA-UGT, y en definitiva por el guerrismo, cuenta al frente de su ejecutiva con un miembro del Gobierno central, Luis Mart¨ªnez Noval, que, en tanto que ministro de Trabajo, est¨¢ adscrito al ¨¢rea econ¨®mica del Ejecutivo, que controla Solchaga. El SOMA-UGT se enfrenta, en definitiva, tras el debilitamiento del guerrismo, a una reconversi¨®n minera largamente pretendida por los sucesivos ministros de Econom¨ªa de Gonz¨¢lez: Miguel Boyer, primero, y su sucesor, Carlos Solchaga, despu¨¦s. Y esto ocurre apenas dos a?os despu¨¦s de que el SOMA hubiera afrontado el indudable desgaste de haber apoyado en solitario la pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno.