La ONCE autoriza a Duran para invertir "en cualquier sector de la econonom¨ªa"
La Organizaci¨®n Nacional de Ciegos Espa?oles (ONCE) prev¨¦ terminar el ejercicio con una cifra de ventas "muy pr¨®xima" a los 300.000 millones de pesetas, seg¨²n su director general, Miguel Dur¨¢n. Esos ingresos representan el techo de recaudaci¨®n pactado con el Gobierno para 1991, lo cual indica que ha influido poco la prohibici¨®n del abono-cup¨®n. Para el quinquenio 1991-1995, los l¨ªmites de ingresos por juego suponen 1,7 billones. Con esta base, el Consejo General de la ONCE ha aprobado unos nuevos estatutos que facultan a su direcci¨®n general para "acordar inversiones en cualquier sector de la econom¨ªa".
De este modo se refuerza el grado de seguridad Jur¨ªdica de la ONCE en el manejo de empresas, valores y posibilidades de pedir dinero prestado. El acuerdo fue adoptado por el consejo general de la entidad, presidido por Jos¨¦ Mar¨ªa Arroyo, en su sesi¨®n del 3 de septiembre pasado. Est¨¢ pendiente de ratificaci¨®n por el consejo del protectorado, en el que se encuentran representados los ministerios de Asuntos Sociales, Econom¨ªa, Trabajo e Interior.Un portavoz de la presidenta del protectorado, la ministra Matilde Fern¨¢ndez, indic¨® escuetamente a este peri¨®dico que los nuevos estatutos se encuentran "en estudio".Matilde Fern¨¢ndez ha justificado varias veces la pol¨ªtica inversora de la ONCE como una ,alternativa real" a los ingresos del cup¨®n. Los nuevos estatutos, sin embargo, no dan la impresi¨®n de estar hechos para dedicarse al riesgo inversor, en detrimento de los sorteos. M¨¢s bien se trata de consolidar, simult¨¢neamente, un monopolio de recaudaci¨®n y una libertad pr¨¢cticamente absoluta para mover empresas, aunque sometida al control posterior de una auditor¨ªa. El flujo econ¨®mico entre a ONCE y sus empresas no est¨¢ regulado en el marco jur¨ªdico mencionado.La corporaci¨®n de los invidentes, en particular, se atribuye plena capacidad para "la creaci¨®n de sociedades mercantiles o cualquier otro tipo de entidades, as¨ª como la toma de participaci¨®n en compa?¨ªas o establecimientos ya constituidos", seg¨²n reza el art¨ªculo 22 modificado. No se menciona l¨ªmite alguno -por ejemplo, respecto al porcentaje de acciones controladas por la corporaci¨®n- para tales participaciones.
Tambi¨¦n se ampl¨ªan las facultades de Dur¨¢n para la acci¨®n econ¨®mica. "La direcci¨®n general de la ONCE podr¨¢ acordar inversiones en cualquier sector de la econom¨ªa, ya sean de naturaleza mobilaria o inmobiliaria", afirma el art¨ªculo 58. En el marco normativo anterior, esa capacidad se centraba en las inversiones en valores p¨²blicos y en dep¨®sitos bancarios a corto plazo
.Monopolio para recaudar
El director general tendr¨¢ igualmente la capacidad de "formalizar las escrituras de constituci¨®n de asociaciones, sociedades mercantiles y entidades de cualquier tipo, as¨ª como cualesquiera otros actos y documentos en los que haya de intervenir directamente la ONCE como accionista, asociado, patrono o participante" (art¨ªculo 38).
En cuanto a decisiones de endeudamiento, queda eliminada la autorizaci¨®n previa del protectorado. Hasta ahora, la ONCE ten¨ªa libertad para endeudarse hasta 500 millones de pesetas por acto.
La legalizaci¨®n de la ONCE como un grupo empresarial moderno -sin limitaciones para ejercer los derechos normales de un propietario- no se acompa?a de matizaci¨®n alguna a su dominio sobre un juego de azar. "La ONCE explota en exclusiva la concesi¨®n estatal de la venta del cup¨®n pro ciegos", dice el art¨ªculo 51 de los estatutos, en l¨ªnea con el decreto gubernamental de 15 de marzo pasado que otorg¨® de nuevo la venta del cup¨®n a esta entidad.
La organizaci¨®n de los ciegos consolida as¨ª sus batallas del pasado en relaci¨®n con el juego. Gracias al apoyo del Gobierno, instrumentado por el ex subsecretario de Interior Jos¨¦ Luis Mart¨ªn Palac¨ªn, destruyeron a Prodiecu, que hab¨ªa llegado a recaudar miles de millones con sus propios sorteos. La imaginaci¨®n y el esp¨ªritu empresarial de Miguel Dur¨¢n y de su equipo hicieron el resto. En 1987 ingresaron 190.000 millones de pesetas, y en 1990 ya hab¨ªan subido a 260.000. En 1982 controlaban el 15% del mercado del juego en Espa?a, y en 1990 sobrepasaban el 29%. En 1995 alcanzar¨¢n el 33%, siempre que mantengan el inter¨¦s del p¨²blico por este tipo de sorteos.
La presidenta del Protectorado de la ONCE y ministra de Asuntos Sociales, Matilde Fern¨¢ndez, dio explicaciones al Parlamento sobre la capacidad recaudatoria del sistema pactado. Seg¨²n sus afirmaciones textuales, se dibuja un escenario que, "partiendo de un m¨¢ximo de 300.000 millones en 1991, pueda llegar a 390.645 millones de pesetas en l995".
En otras palabras: la presidenta del protectorado contemplar¨ªa posibilidaad de ingresar 1,7 billones de pesetas en un quinquenio, s¨®lo por el cup¨®n. Conserva ¨ªntegros los privilegios fiscales de que ya disfrutaba.
Ciertamente sus gastos son fuertes: la ONCE paga aproximadamente el 50% de lo ' que vende en premios, emplea el 8%-9% en servicios sociales y educativos, y abona las retribuciones de 22.000 vendedores y el funcionamiento de una maquinaria admin¨ªstrativa integrada por otras 5.000 personas. Aun teniendo en cuenta esos condicionamientos, no parece exagerado estimar excedentes de alguna importancia.Quejas
Lo cual no es ¨®bice para que el director general de la entidad, Miguel Dur¨¢n, contin¨²e quej¨¢ndose. "Somos la ¨²nica estructura empresarial de los pa¨ªses comunitarios que opera con un techo de ingresos", afirm¨® en fechas recientes durante un contacto con este peri¨®dico.
Es realmente mucho dinero el que obtiene la organizaci¨®n de los ciegos; pero en medios sindicales de los invidentes, muy sensibilizados por la posible disminuci¨®n del porcentaje que perciben los vendedores, persiste la inquietud. "SI quisiera aumentar sus premios para competir con otros juegos, la ONCE tendr¨ªa que tocar la estructura retributiva de los vendedores", afirma un sindicalista de la organizaci¨®n de ciegos.
El Poder de autodisolverse
. Adem¨¢s de la capacidad de manejar inversiones, la transformaci¨®n jur¨ªdica de la ONCE incluye una segunda novedad: el consejo general se atribuye a s¨ª mismo la facultad de disolverse antes de su mandato normal, que es de cuatro a?os, as¨ª como de convocar elecciones anticipadas.La ONCE es una organizaci¨®n de base democr¨¢tica, en la que los afiliados eligen el consejo general y ¨¦ste designa al director general. En el l¨ªmite, esos derechos son tan decisivos que un cambio de mayor¨ªa entre los afiliados-electores puede modificar el poder de un imperio econ¨®mico tan importante como el que se construye. Lo mismo que un presidente del Gobierno convoca elecciones en el momento m¨¢s favorable, o usa esta facultad para resolver una grave crisis, la c¨²pula de la ONCE ha previsto una posibilidad similar en su seno.Pero existe otra implicaci¨®n. Consiste en que la disoluci¨®n anticipada debe decidirla el consejo general -es decir, el Parlamento- y no el poder ejecutivo, que en este caso reside en el director general, de quien dependen tanto la estructura que opera en el mercado del juego como el grupo de empresas atado jur¨ªdicamente a la ONCE. La autodisoluci¨®n del consejo general arrastrar¨ªa el cese del director general, lo cual es un posible mecanismo compensatorio al gran poder depositado en manos del m¨¢ximo ejecutivo. El ingenioso mecanismo ha sido introducido en el art¨ªculo 23 de los estatutos de la ONCE.
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