"La conferencia ser¨¢ una carrera de obst¨¢culos"

JAVIER VALENZUELA ENVIADO ESPECIALPregunta. ?Qu¨¦ espera la OLP de la Conferencia de Madrid?

Respuesta. Que sea la primera piedra en la construcci¨®n de la paz en Oriente Pr¨®ximo. Yo no soy un gran so?ador. S¨¦ que la conferencia ser¨¢ una carrera contra los obst¨¢culos que cada dos por tres levantar¨¢n los israel¨ªes. Estoy seguro de que tendremos que hacer frente a nuevas condiciones de Isaac Shamir, alias Se?or No, a nuevas implantaciones de colonias israel¨ªes en los territorios ocupados, a nuevos cr¨ªmenes contra nuestra gente, a nuevas violaciones de nuestros lugares de culto y santuarios. Pero seguiremos haciendo todo lo posible para obtener esa paz justa y global que reclamamos desde 1988.

El sentido de la historia

P. ?Piensa usted que esta vez va en serio? -

R. Sigo este proceso sin optimismo ni pesimismo. Yo s¨¦ que voy en el sentido de la historia y Shamir, no. En el nuevo orden mundial, la mentalidad que hace hablar a Shamir del Gran Israel no es aceptable. Ese nuevo orden que quiere establecer la estabilidad en Oriente Pr¨®ximo; sabe que ello es imposible si no se reconocen sus derechos a los palestinos. En Camp David, Carter, Sadat y Beguin prescindieron del pueblo palestino y anunciaron que no habr¨ªa m¨¢s guerras. ?Cu¨¢ntas ha habido desde entonces?

P. Le ruego que responda con la mayor claridad a esta pregunta: ?est¨¢ usted dispuesto a reconocer el derecho de Israel a existir dentro de fronteras seguras?

R. Ya he respondido claramente a esa pregunta. Yo aplico el programa pol¨ªtico de la OLP, y la OLP declar¨® en 1988 que la soluci¨®n al problema de Palestina es la existencia de dos Estados. La OLP expresa desde entonces su conformidad con la partici¨®n propuesta por la ONU en 1947.

P. Y, sin embargo, esta oficina de la OLP en T¨²nez est¨¢ llena de mapas en los que el antiguo mandato brit¨¢nico en Palestina forma un todo. No veo en esos mapas los dos Estados de los que acaba de hablar.

R. Mientras no haya un acuerdo con Israel, s¨®lo ver¨¢ ese mapa en los locales de la OLP y en nuestras insignias. Pero, si le preocupan los mapas, deber¨ªa estar alarmado por todos aquellos en los que se ve un Gran Israel que llega hasta el ?ufrates. El shekel israel¨ª incluye ese mapa debajo del candelabro. (Arafat saca de un bolsillo una moneda israel¨ª y la entrega al periodista). Mire bien esta moneda. Se ve toda Palestina, toda Jordania, todo L¨ªbano, la mitad de Siria, los dos tercios de Irak, un tercio de Arabia Saud¨ª y la mitad del Sina¨ª.

P. ?D¨®nde colocar¨ªa las fronteras de Israel? ?En la situaci¨®n anterior a la guerra de 1967?

R. Esa cuesti¨®n queremos decidirla con los israel¨ªes en torno a una mesa de negociaciones. Queremos llegar a un acuerdo que defina fronteras precisas y estables entre los dos Estados de Palestina Queremos hacer lo mismo con las cuestiones de seguridad, de refugiados y con todas las dem¨¢s que tenemos pendientes. Tal como hicieron los israel¨ªes y los egipcios en Camp David.

P. La delegaci¨®n palestina en Madrid proclama su simpat¨ªa por la OLP. ?Confirma usted que la OLP ha decidido la composici¨®n de esa delegaci¨®n? ?Sus miembros tendr¨¢n que pedir permiso a la OLP antes de tomar cualquier decisi¨®n?

R. Todo palestino es la OLP La OLP no es una organizaci¨®n como cualquier otra: la OLP es la identidad palestina. Por eso todo palestino, viva en los territorios ocupados o en la di¨¢spora representa a la OLP. En este tema y en tantos otros, el Se?or No [Shamir] intenta ocultar el sol con el dedo de su mano. Es una l¨¢stima que Estados Unidos y Europa hayan mimado tanto a ese ni?o llamado Shamir. Es tambi¨¦n una pena que en Israel no exista un De Klerk, el interlocutor que Nelson Mandela ha tenido la suerte de encontrar en ?frica del Sur.

Paz y territorios

P. ?Aceptar¨ªa en la actual etapa del proceso de paz una autonom¨ªa administrativa para Gaza y Cisjordania?

R. La conferencia de Madrid va a celebrarse en base a la iniciativa del presidente Bush. ?Qu¨¦ dice esa iniciativa? Paz a cambio de tierra, es decir, la aplicaci¨®n de las resoluciones 242 y 338 del Consejo de Seguridad, incluida la retirada de los territorios palestinos ocupados y la concesi¨®n de los derechos pol¨ªticos del pueblo palestino. Nosotros no pedimos la luna. Pedimos la aplicaci¨®n de la legislaci¨®n internacional. Pedimos al presidente Bush la puesta en pr¨¢ctica de su propia iniciativa.

P. Pero en Madrid va a haber discusiones, tira y afloja, regateos, concesiones... Todo el mundo va a tener que dar pruebas de buena voluntad. ?No est¨¢n dispuestos a facilitar las cosas a los norteamericanos conform¨¢ndose en un primer tiempo con una autonom¨ªa?

R. Los pa¨ªses europeos reconocieron a Israel en base a la resoluci¨®n 181 de la ONU, que habla de dos Estados, uno israel¨ª y otro palestino. Hoy, 44 a?os m¨¢s tarde, me pregunta si me conformo con la autonom¨ªa. ?Por qu¨¦ esta discriminaci¨®n? ?Es ¨¦sa la justicia del nuevo orden internacional? Lo que yo acepto son los auspicios de la ONU, como ocurri¨® en el caso de Namibia, un ejemplo que se puede sacar a colaci¨®n. Acepto que las Naciones Unidas se hagan cargo de nuestros territorios durante un periodo transitorio. Tambi¨¦n acepto la presencia de una fuerza multinacional.

P. Usted ha llegado a un acuerdo con el rey Hussein. ?Han sentado las bases de una confederaci¨®n jordano-palestina?

R. Desde 1983 hasta hoy, los palestinos no hemos parado de proclamar nuestra disposici¨®n a una confederaci¨®n jordano-palestina basada en una decisi¨®n libremente adoptada por los dos pueblos. ?se es nuestro programa, y yo lo ejecuto.

P. Israel no est¨¢ dispuesto a discutir ni un segundo sobre Jerusal¨¦n. ?Es ¨¦sa una cuesti¨®n esencial para la OLP? ?Est¨¢ usted dispuesto a encontrar una capital que no sea Jerusal¨¦n para una posible entidad palestina?

R. Jerusal¨¦n es tan importante para los palestinos, sean cristianos o musulmanes, como lo es para los jud¨ªos. No veo ninguna raz¨®n por la cual tengamos que renunciar a esa ciudad, m¨¢xime cuando la legalidad est¨¢ de nuestra parte. Desde Estados Unidos a Jap¨®n, pasando por Europa, la URSS y China, hay un consenso universal sobre el hecho de que Jerusal¨¦n forma parte de los territorios ocupados en 1967. Jerusal¨¦n es la ¨²nica capital posible del Estado de Palestina. Ahora bien, nosotros no queremos establecer en la ciudad algo que se parezca al muro de Berl¨ªn. Podemos concebir un conjunto de acuerdos y convenciones sobre la circulaci¨®n en el interior de Jerusal¨¦n, que ser¨ªa as¨ª en una ciudad abierta a todas las confesiones.

P. Imaginemos que los palestinos recuperan el control de los territorios ocupados. ?Expulsar¨ªan a los colonos jud¨ªos?

R. ?Est¨¢n esos colonos en su patria? El derecho internacional dice que las colonias son ilegales y que su implantaci¨®n es ilegal. ?Qu¨¦ ocurri¨® tras Camp David con las colonias israel¨ªes en el Sina¨ª? ?Permanecieron en pie o fueron eliminadas, destruidas?

P. Por parte palestina, como gesto de buena voluntad, ?habr¨¢ un cese de la Intifada durante la negociaci¨®n de Madrid?

R. La Intifada cesar¨¢ el d¨ªa que se trate de ayudar a la ONU a ocupar el lugar de los soldados israel¨ªes.

Causas de ruptura

P. ?Qu¨¦ justificar¨ªa a sus ojos una ruptura de las negociaciones que est¨¢n a punto de iniciarse en Madrid?

R. La construcci¨®n de nuevas colonias en los territorios ocupados; la negativa israel¨ª a reconocer la existencia de una tierra y un pueblo palestinos; la insistencia en el Gran Israel. Hace unos d¨ªas, Shamir dijo en Estrasburgo que nunca se retirar¨¢ de los territorios ocupados. ?Entonces, para qu¨¦ va a Madrid? ?Pretende acaso que los palestinos den legitimidad a la ocupaci¨®n?