Bush pide a Israel que devuelva tierra a cambio de seguridad

Paz por territorios. Seguridad para Israel a cambio de una soluci¨®n justa del problema palestino. Esta es la f¨®rmula, aunque la expresara indirectamente, propuesta por el presidente norteamericano, George Bush, para encontrar una soluci¨®n al conflicto de Oriente Pr¨®ximo en el marco hist¨®rico de la Conferencia de Paz inaugurada ayer en Madrid. Los representantes ¨¢rabes e israel¨ªes, sentados desde ayer en la misma mesa del Sal¨®n de Columnas del Palacio Real, hablan lenguajes distintos, son sordos a las reclamaciones del rival y est¨¢n separados por una historia de rencor que los ha empujado a la guerra en numerosas ocasiones; pero Felipe Gonz¨¢lez, George Bush y Mija¨ªl Gorbachov -y el mundo a trav¨¦s de ellos- dieron la se?al para que el di¨¢logo, por fin, comience.

Lo que se empez¨® a debatir es un arreglo del conflicto m¨¢s largo del siglo, y el principal convocante de este di¨¢logo, Bush, impuso las reglas del juego antes de regresar a Washington y dejar a los negociadores solos frente a su destino.Alentado por el enorme ¨¦xito alcanzado hasta el momento, Bush -que se hab¨ªa reunido previamente con todas las delegaciones, incluida la palestina- trat¨® de adaptarse a su papel de patrocinador neutral. Demostr¨® comprensi¨®n para las exigencias de todas las partes, pero dej¨® claro que israel¨ªes y ¨¢rabes tendr¨¢n que hacer grandes concesiones para llegar "no a un estado de no beligerancia, sino a una paz real". Bush dijo a los ¨¢rabes que "la verdadera y definitiva paz tiene que basarse en la seguridad de todos los Estados y pueblos, incluido Israel, que durante muchos a?os ha vivido bajo el temor, rodeado por vecinos ¨¢rabes que no lo aceptaban". Y dijo a los israel¨ªes que "un compromiso territorial es esencial para la paz" y que "la paz debe basarse en la justicia, aplicada fundamentalmente al pueblo palestino".

Foco desestabilizador

Nadie debe pensar, explic¨® Bush, que un acuerdo de estas caracter¨ªsticas "pueda conseguirse en un d¨ªa, en una semana, en un mes, ni siquiera en un a?o", pero, si objetivos m¨¢s impensables han sido alcanzados en los a?os recientes, tambi¨¦n pueden esperarse resultados positivos en la ¨²nica regi¨®n que sigue siendo foco de desestabilizaci¨®n mundial. De hecho, su secretario de Estado, James Baker, asegur¨® posteriormente que est¨¢ convencido de que las conversaciones bilaterales se iniciar¨¢n en el plazo de cuatro d¨ªas -a partir del domingo o el lunes- aunque precis¨® que a¨²n no hay acuerdo sobre el d¨®nde y el cu¨¢ndo.

En el primer discurso de la sesi¨®n inaugural, el presidente del Gobierno espa?ol, Felipe Gonz¨¢lez, puso como ejemplo a seguir el esfuerzo de entendimiento de los dos hombres que presid¨ªan la reuni¨®n de ayer, George Bush y Mija¨ªl Gorbachov, antes representantes de dos poderes enfrentados y hoy colaboradores por la paz internacional.

Mija¨ªl Gorbachov, que intervino en ¨²ltimo lugar y concentr¨® su discurso en la situaci¨®n interna de la URSS, advirti¨® que "una paz duradera" tiene que tomar en cuenta "Ios derechos del pueblo palestino", y exhort¨® a los participantes a que nadie trate de obtener un triunfo sobre los dem¨¢s, "sino una victoria sobre un cruel pasado".

Bush, que fue el ¨²nico que profundiz¨® en los aspectos m¨¢s pol¨¦micos de la reuni¨®n, se?al¨® que todas las bellas palabras de paz no servir¨¢n de nada si no se busca "un mecanismo pr¨¢ctico para ir hacia adelante".

Sugiri¨® que israel¨ªes y palestinos negocien primero para la consecuci¨®n de un autogobierno del pueblo palestino que podr¨ªa permanecer en vigor cinco a?os. En el tercer a?o de ese autogobierno, las dos partes deber¨ªan de buscar "un estatuto permanente" que fuese satisfactorio para todas las partes. Bush dej¨® claro a los palestinos que una soluci¨®n de autogobierno hoy no les impedir¨ªa disponer de su propio territorio ma?ana.

Seg¨²n la f¨®rmula de Bush, las fronteras futuras deben reflejar las necesidades pol¨ªticas de la regi¨®n, lo que supone dejar la puerta abierta a una entidad palestina. El presidente garantiz¨® que cualquier soluci¨®n a la que lleguen las partes ser¨¢ aceptable para EE UU, que se ha comprometido a contribuir econ¨®micamente a consolidar la paz que pueda surgir de la conferencia. EE UU, seg¨²n Bush, no tratar¨¢ de imponer un acuerdo a su antojo, sino que aportar¨¢ sus recursos y actuar¨¢ como catalizador.

El triunfo de haber convocado esta reuni¨®n no es suficiente para Bush, que ayer parec¨ªa acariciar la posibilidad de un ¨¦xito mayor. "La paz no es un sue?o", dijo, sino algo tan sencillo como que "Ias personas normales lleven vidas normales". Cuando termin¨®, todos aplaudieron sin intercambiarse una sola mirada.