La paz es cosa vuestra, dice Baker a israel¨ªes y ¨¢rabes

J. CARLOS GUMUCIO / FRANCESC RELEAEstados Unidos y la Uni¨®n Sovi¨¦tica pusieron ayer en marcha el proceso de paz en Oriente Pr¨®ximo, pero la ambiciosa empresa diplom¨¢tica para eliminar ¨¦l riesgo de una nueva guerra en la regi¨®n comenz¨® a tropezones y en un ambiente de abierta hostilidad. James Baker secretario de Estado norteamericano, y Bor¨ªs P¨¢nkin, ministro de Exterioret sovi¨¦tico, cerraron la primera fase del proyecto lanzado el martes con un claro mensaje para ¨¢rabes e israel¨ªes: la paz depende de sus l¨ªderes y no de los patrocinadores del hist¨®rico encuentro. El autob¨²s de la paz del presidente norteamericano, George Bush, avanzaba trabajosamente anoche por un camino cuesta arriba y plagado de socavones, en un viaje que se perfila largo. e incierto.

James Baker estaba evidentemente orgulloso de ver partir al autob¨²s de la paz y prometi¨® que en caso de contratiempos o aver¨ªas, EE UU acudir¨¢ r¨¢pidamente en su ayuda. Las posibilidades de que Washington tenga que intervenir mucho antes de lo previsto quedaron claramente ilustradas en la ceremonia final de la sesi¨®n plenaria. Insultos, acusaciones y confusi¨®n dieron al fla mante proceso de paz una pesada atm¨®sfera de reser vas.Baker se encarg¨® de recordar m¨¢s tarde, en una conferencia de prensa, que Washington no variar¨¢ en su interpretaci¨®n de la resoluciones 242 y 338 de la ONU, que entra?an el principio de "paz a cambio de territorios". Tambi¨¦n, insisti¨® en la necesidad de iniciar los contactos bilaterales "cuanto antes y en Madrid".

Los delegados ¨¢rabes intenta ron anoche sin ¨¦xito coordinar una estrategia com¨²n para cuando se vean por separado y a solas con los israel¨ªes el domingo.

Isaac Shamir, el primer ministro israel¨ª, inaugur¨® el duelo ver bal de la jornada con un vitri¨®li co ataque contra los sirios poco antes de emprender el retorno a Tel Aviv para pasar el sabat en Israel. En su discurso de dos p¨¢ginas, Shamir reiter¨® la. oposi ci¨®n del Estado israel¨ª a hace concesiones territoriales. Su in tervenci¨®n puso de relieve la enorme hostilidad hacia Siria y la desconfianza que le inspiran sus vecinos ¨¢rabes.

Sin levantar los ojos, y en una directa alusi¨®n al ministro de Ex teriores sirio, Faruk al Shara, Sh¨¢mir declar¨®: "El representante sirio intenta presentar a su pa¨ªs co . mo un modelo de libertad y de defensa de los derechos humanos, incluidos los de los ju dios. La comunidad jud¨ªa en Siria ha sufrido una cruel opresi¨®n, tortura y discriminaci¨®n. Varios millares de jud¨ªos viven en una situaci¨®n de terror perpetuo. Siria merece el triste honor de ser considerado uno de los reg¨ªmenes m¨¢s opresivos y tir¨¢nicos del mundo".

Shara sustituy¨® el discurso preparado de antemano para lanzar un contraataque, que prepar¨® con anotaciones mientras hablaba Shamir. Una vez en el podio, el ministro sirio extrajo del bolsillo una supuesta orden de captura emitida por las autoridades brit¨¢nicas en Palestina poco despu¨¦s del asesinato de Folke Bernardotte, el mediador de la ONU abatido por extremistas israel¨ªes en 1948. Le sirvi¨® para acusar a Shamir de "terrorista que mata a mediadores de la ONU". Pero Shamir, que ha admitido sus v¨ªnculos con el Lehi, el grupo jud¨ªo que se atribuy¨® ese asesinato, ya hab¨ªa abandonado la sala. Su partida provoc¨® protestas en el campo ¨¢rabe. Baker tuvo que hacer grandes esfuerzos para frenar nuevos enfrentamientos verbales en el Sal¨®n de Columnas del Palacio de Oriente. Durante hora y media de contactos separados con los jefes de las delegaciones de Israel, Siria, Jordania, los palestinos y L¨ªbano, consigui¨® evitar que Faruk al Shara produjera m¨¢s pruebas de cu¨¢n irreconciliables permanecen las posiciones de Damasco y Tel Aviv.

Con retraso, Baker habl¨® de las dimensiones hist¨®ricas que representaba el poner en marcha el proceso de paz y exhort¨® con firmeza a ¨¢rabes e israel¨ªes a no dejar que viejos rencores saboteen el proceso. Tambi¨¦n puso ¨¦nfasis en recordar que Washington mantendr¨¢ invariable su promesa de apoyar una soluci¨®n sobre la base de las resoluciones 242 y 338, que establecen la f¨®rmula de "paz a cambio de territorios". "El territorio, la paz y la seguridad son elementos inseparables en la b¨²squeda de un acuerdo global", dijo.

Para Baker, la ceremonia de ayer fue el punto culminante de ocho meses de intensos esfuerzos. Una gesti¨®n con la que Washington ha tratado de materializar su promesa de buscar una soluci¨®n al problema palestino, contraida para a conseguir el apoyo de las principales fuerzas ¨¢rabes en la campa?a contra Irak en la guerra del Golfo. Pero lo que el secretario de Estado consigui¨® dejar establecido es que corresponde ¨²nicamente a ¨¢rabes e israel¨ªes la b¨²squeda de una paz duradera.

Alentar

"Nosotros cumpliremos nuestra parte", declar¨®. "Pero no podemos hacer lo que os corresponde. EE UU y la. URSS os dar¨¢n aliento y consejo, recomendaciones y propuestas para ayudaros en el proceso de paz. Algunas veces quedar¨¦is satisfechos con nuestras posturas; otras quedar¨¦is frustrados. Nada, sin embargo, os quitar¨¢ la obligaci¨®n de que sois vosotros quienes deb¨¦is alcanzar la paz. Si vosotros no la logr¨¢is, ciertamente nosotros no podremos conseguirlo", declar¨®.

La sesi¨®n toc¨® a su fin con el golpe de mazo que dio Bor¨ªs Pankin a las 12.50, pero hasta eso result¨® complicado. Por un error de los servicios de traducci¨®n, la declaraci¨®n del ministro sovi¨¦tico provoc¨® una protesta de Shara, que hab¨ªa escuchado que la conferencia "queda clausurada", e insisti¨® en que quedara constancia del error y que en realidad quedaba "susperidida".